Un hombre tetrapléjico vuelve a caminar gracias a las mejoras en el sistema de implantes electrónicos

Madrid

Gert-Jan Oskam, un holandés de 40 años, quedó paralizado como consecuencia de un accidente de bicicleta que sufrió hace 12 años. Pero ahora unos implantes electrónicos, que están en su cerebro, son capaces de transmitir, de forma inalámbrica, sus pensamientos a sus piernas y pies a través de un segundo implante, que se ha insertado en su columna vertebral.

Este equipo fue implantado por primera vez en un paciente que sufría parálisis hace cinco años, pero el equipo de investigadores de la Universidad de Suiza que lo ha desarrollado ha probado con éxito una versión mejorada que permite, incluso, subir escalares. Sin embargo, se trata aún de un equipo tan grande que solo puede ser usado durante una hora, según los resultados de este nuevo ensayo que publica la revista Nature.

"Me siento como un niño pequeño, aprendiendo a caminar de nuevo", ha explicado Oskam a la BBC.

Equipo experimental

El desarrollo de este sistema ha sido dirigido por Jocelyn Bloch, neurocirujano de la Universidad suiza de Lausana, quien realizó la delicada operación de cirugía que ha sido necesaria para poder insertar los implantes.

Sin embargo, este equipo de científicos suizos subraya que este equipo aún se encuentra en una etapa experimental y que, por desgracia, “aún faltan muchos años para estar disponible para pacientes que sufren algún tipo de parálisis en sus piernas”.

De momento, una computadora traduce los pensamientos del paciente de mover sus piernas en instrucciones que son enviadas al implante que está conectado a sus dos piernas.

Operación complicada

La operación para restaurar el movimiento de Gert-Jan se realizó en julio de 2021. El doctor Bloch cortó dos agujeros circulares a cada lado de su cráneo, de 5 cm de diámetro, por encima de las regiones del cerebro involucradas en el control del movimiento.

Luego insertó dos implantes en forma de disco que transmiten señales cerebrales de forma inalámbrica a otros dos sensores conectados a un casco en su cabeza.

Y todavía se necesita algo más: un algoritmo que traduce estas señales en instrucciones para mover los músculos de las piernas y los pies a través de un segundo implante insertado alrededor de la médula espinal de Gert-Jan, que el profesor Bloch unió a las terminaciones nerviosas relacionadas con la marcha.

No disponible

Ni los sistemas anteriores ni los nuevos se pueden utilizar de forma constante y, como todavía son muy voluminosos, aún apenas pueden ser usados durante una hora.

La buena noticia es que el acto de caminar entrena los músculos de los pacientes que han recibido estos implantes y esto ha restaurado parte del movimiento cuando el sistema está apagado, lo que sugiere que los nervios dañados pueden estar volviendo a crecer.