Sanción ejemplar para el Valencia: Competición acuerda el cierre parcial de Mestalla durante 5 partidos y anula la sanción a Vinicius

El Comité de Competición solicita el cierre parcial del estadio de Mestalla tras lo ocurrido con Vinicius Junior en el Valencia-Real Madrid. Los insultos racistas al jugador del Real Madrid fueron recogidos en el acta arbitral, un hecho clave ya que ha permitido a la RFEF, a través de Competición, sancionar al club valenciano por lo ocurrido el pasado domingo. Tras varias horas de reunión para abordar este tema, se ha decidido clausurar durante cinco partidos la grada Mario Alberto Kempes de Mestalla. El club valenciano también deberá pagar una multa de 45.000 euros en lo que es el castigo más duro que ha recibido un club de nuestro fútbol por comportamiento racista de sus aficionados. La resolución de Competición recoge en sus antecedentes que en el minuto 73 de partido, tal y como consta en el acta arbitral, desde la grada Mario Alberto Kempes un espectador se dirigió a Vinicius gritándole «mono, mono», lo que hizo que se activase el protocolo de racismo, con el permitente aviso al delegado de campo para realizar el llamamiento por megafonía. En ese momento, el propio Vinicius señlaó a «uno/varios espectadores de la grada Mario Kempes indicando me ha llamado mono y haciendo gestos con las manos emulando a un mono». Además, la resolución también anota que hubo gritos racistas como «puto negro hijo de puta», «mono que eres un puto mono» o cánticos como «uh, uh, uh» o «mono, mono, mono». Estos hechos son los que han llevado al cierre parcial del estadio de Mestalla. Ahora, el Valencia CF tiene 10 días para presentar un recurso ante el Comité de Apelación si no está conforme con la sanción. Además de esta sanción ejemplar al club ché, Competición ha decidido dejar sin efecto la tarjeta roja que vio el jugador del Real Madrid durante el partido. Vinicius fue expulsado tras una tangana entre los jugadores de ambos equipos. Tras un rifirrafe con Hugo Duro, el colegiado Ricardo De Burgos Bengoetxea decidió sacarle tarjeta amarilla al brasileño, pero tras una llamada del VAR, vio la roja directa. Ahora, el Comité de Competición ha estimado las pruebas videográficas aportadas por el Real Madrid y decide retirar el castigo disciplinario al jugador. «En el caso que nos ocupa, entendemos que concurre una circunstancia extraordinaria, grave y totalmente inusual, que determina en nuestra opinión que la decisión adoptada por el colegiado reflejada en el acta que aquí se examina incurre en una patente arbitrariedad, pues se adopta sobre una base fáctica alterada y parcial, lo que ha determinar que incurre en una manifiesta falta de validez para fundamentar en la misma una sanción», apunta la resolución de Competición, que deja claro que hubo un error en las imágenes en las imágenes que el árbitro VAR, Iglesias Villanueva, aportó al colegiado en el campo, De Burgos Bengoetxea. (i) Inicialmente el colegiado habría sancionado al jugador D. Vinicius José De Oliveira Do Nascimento con una tarjeta amarilla. Sin embargo, posteriormente, tras acudir a ver las imágenes facilitadas por el VAR, modificó su criterio, dejando sin efecto la tarjeta amarilla y mostrándole una roja. (ii) Obviamente, en la toma de esta decisión, al revisar las imágenes del VAR, el colegiado conserva plenamente sus facultades de apreciación y decisión técnica, pero siempre, como presupuesto ineludible, que las imágenes que le permitan valorar la acción y adoptar su criterio, le sean suministradas de forma íntegra y con todos los elementos necesarios para adoptar tal decisión. Este Comité considera acreditado que la apreciación del colegiado estuvo determinada por la omisión de la totalidad del lance sucedido, lo que vició a radice la decisión arbitral. En efecto, el hecho de que le fuese hurtada una parte determinante de los hechos le abocó a adoptar una decisión arbitraria. Y ello porque le fue imposible valorar de modo adecuado lo que ocurrió, pues en el procedimiento necesario para la adopción de tal decisión se habría producido la omisión de un trámite indispensable para que la misma hubiera podido ser legítima y legalmente adoptada. Competición reconoce que hubo un error en el VAR, que las imágenes que se le mostraron al colegiado de campo no eran completas y, por ese motivo, decide retirar la tarjeta roja al brasileño Vinicius, algo que ya advirtió Iturralde en el directo. «El árbitro no ve nada y el VAR le avisa para que vaya a ver la jugada. Creo que el VAR se centra en el manotazo de Vinicius, que es tarjeta roja, pero no le ponen el inicio de toda la trifulca, que lo que hace Vinicius es una reacción a que le tienen agarrado del cuello. A mi me hubiese gustado ver el vídeo desde que se inicia la tangana, porque igual Vinicius, su reacción, que es de roja, viene de otra acción de roja de Hugo Duro», advirtió Iturralde González. La sanción al Valencia supone un antes y un después en los castigos a los clubes de fútbol por el comportamiento racista de sus aficionados. De hecho, dos casos más mediáticos solo fueron castigados con multas económicas. El primero fue en La Romareda, en 2006, cuando durante un Zaragoza-FC Barcelona, el camerunés Samuel Eto«o quiso abandonar el terreno de juego por los insultos racistas de la grada. El colegiado de aquel partido, Víctor Esquinas Torres, reconoció este lunes en »El Larguero que se equivocó y que él mismo debería haber abandonado el terreno de juego con el futbolista. El partido se terminó y el Zaragoza recibió una multa de 9.000 euros. El segundo fue en El Madrigal. En 2014, el Villarreal fue sancionado después de que un aficionado lanzase un plátano al jugador del FC Barcelona Dani Alves, que incluso llegó a recogerlo y comerlo. La multa en aquel caso fue de 12.000 euros y el autor fue despedido por el Villarreal (trabajaba en las categorías inferiores) y se le prohibió de por vida entrar al estadio. Pero estos no son los únicos casos de racismo en los estadios de LaLiga. Hay otros casos, como el de Iñaki Williams, que están judicializados. El aficionado del estadio de Cornellà que profirió insultos racistas al delantero del Athletic se enfrenta a una petición de dos años de prisión.