"No somos un jarrón pero si lo haces bien, ese capullo lo puedes meter": la nueva lección de la 'chochoctora' Henar Álvarez es de una importancia capital

La «chochoctora» ha vuelto a «Buenismo Bien». Tras explicar de una forma nunca antes vista cómo bajar al pilón y cómo darle fiesta al clítoris, Henar Álvarez se ha vuelto a meter en la piel de uno de los personajes más queridos por la audiencia para explicar cómo se hace correctamente algo tan básico como el calentamiento. Sí, el calentamiento, porque la primera lección es que la palabra «preliminares» está descartada. «Hoy vamos a poner esos chochitos tan mojados que no sepas si comértelos o lavarte la cara, de que te deje las bragas como la Victoria de Samotracia, que pesen tanto que parezcan de mármol, porque esto es importante, la gente lo tiene que saber: la comida antes de comérsela hay que calentarla», ha comenzado diciendo. Henar ha comentado también que al calentamiento mucha gente lo llama preliminares, pero «a mí no me gusta usar esta palabra, porque entonces parece que todo lo que no sea enchufar el pito es que no es follar. Y sinceramente, hay dietas que son sin hidratos. La dieta keto, que follo aunque no te la meto». La «chochoctora» ha explicado que la prioridad, siempre, es «escuchar a tu pareja». «Esto es muy importante porque evidentemente no todas nos calentamos igual. Pero así como consejo general, si se los has visto al Niño Polla, así no es», ha especificado. Henar ha descartado también cosas como escupir a la otra persona, tirar del pelo, azotar... «Esto puede estar bien, no digo que no, pero no es un calentamiento. Se trata de echar un polvo, no de recordar cuando nos peleábamos con nuestra prima en la infancia», ha sentenciado. Henar ha puesto en valor, como técnica de calentamiento, los besos, pero eso sí, en la boca. «Yo una vez me estaba comiendo una polla y me dieron un beso en la frente. De repente sentí que solo faltaba que me dijera ve con Dios, hija mía», ha confesado entre risas. Los besos, pues, no sirven de cualquier manera. «Es importante que los besos hay que darlos con muchas babas, con mucha pasión, que parezcas un San Bernardo cuando te besas en la boca y el perro de Ricky Martin cuando te comen el coño». «Luego está el tema de las caricias», ha explicado la chochoctora, con dos ejes claramente diferenciados: «el eje de las primeras citas: oreja, cuello y tetitas» y «el eje otoño: culo, tetas, coño». En cuanto al primero de ellos, «es muy importante lamer las orejas y el cuello. Morder un poquito, también. Esto lo haces bien y te aplaude más el coño que una novia a los Ketama». Igual de importante que esto es «acariciar por todo el cuerpo». «Es importante que no sea como acariciar a un gato, hay que hacerlo con fuerza. Tampoco como para quitarte una contractura, pero sí como Demi Moore en Ghost. No somos un jarrón, pero si lo haces bien, ese capullo lo puedes meter». En cuanto a las tetas, la chochoctora ha comentado que acariciarlas «no es como exprimir una naranja, es más como amasar en el Telepizza. Solo cuando la chica esté muy caliente puedes empezar a buscar la combinación de la caja fuerte». En cuanto al segundo eje, se llama otoño «no porque rima con coño, sino porque es cuando los árboles se quedan en pelotas». Henar ha asegurado que el «tándem coño-teta tiene que ir junto. Esto es de ley. Por separado no funciona. Es como Tito y Héctor, como Wisin y Yandel. Si se separan, las canciones no son iguales». También ha indicado que es importante «decir guarradas» porque «follar en silencio es raro, es como hacer spinning en silencio. Es como de performance del MoMA. Es raro». La «chochoctora» Álvarez también ha asegurado que es muy importante usar diminutivos, aunque esto ha generado cierto debate con Quique Peinado y Manuel Burque. Sobre lo que no ha habido debate ha sido sobre la moraleja de esta lección: «Si no quieres que acabe en paja, caliéntame la raja».