Sociedad

No paraba de eructar, acudió al hospital y le detectaron una enfermedad terminal

Bailey McBreen nunca pensó que su vida cambiaría tan radicalmente tras acudir a un centro hospitalario después de sentir, durante días, un hinchazón en el estómago

Bailey McBreen

Madrid

Una mujer estadounidense de 24 años, de nombre Bailey McBreen, contó a The New York Post una historia, la suya, que le cambió radicalmente la vida en cuestión de horas.

Todo empezó en noviembre de 2022. Notaba que una gran cantidad de gases se le acumulaban en la barriga y sentía una desagradable sensación de hinchazón en el estómago.

Un día, la joven comenzó a eructar sin descanso y sin poder hacer nada para poder pararlo. "No podía parar de eructar, estaba tan mal que no podía ni ir a trabajar", explicó al diario neoyorquino.

En ese momento, decidió que era necesario acudir a un centro hospitalaria para ser atendida por un médico. Comenzó entonces un proceso en el que le hicieron numerosas pruebas médicas de todo tipo con las que los sanitarios trataban de esclarecer qué es lo que provocaba tales síntomas a la paciente.

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En una de esas pruebas saltaron todas las alarmas y para ella ya nada no volvería a ser igual para ella al menos en el terreno de la salud. McBreen recibió un difícil diagnóstico. Tenía cáncer de ovarios en una fase muy avanzada de la enfermedad.

"Fue totalmente conmocionante, no tenía idea de que algo así pudiera estar sucediendo dentro de mi cuerpo", contó Harris en referencia a lo que pensó y sintió al recibir la delicada noticia.

Una tomografía fue la que finalmente reveló que tenía un tumor en uno de sus ovarios. Lo peor, que el cáncer diagnosticado estaba muy desarrollado, concretamente, en un estadio 3. Era ya terminal.

Esta historia, según apuntan los expertos, se explica en parte por lo difícil que resulta diagnosticar el cáncer de ovario debido a que sus síntomas pueden coincidir con todo tipo de dolencias comunes y más leves, como un problema digestivo o menstrual.

Un largo camino que nunca imaginó

Una vez los médicos fueron consciente del grave problema de salud que atravesaba, comenzó un largo proceso de intervenciones y tratamientos para luchar contra un cáncer tan agresivo. La mujer ha tenido que someterse a cirugía, quimioterapia y radioterapia.

A pesar de su delicada situación, Harris ha decidido por convencimiento propio afrontar la enfermedad desde el optimismo y la esperanza de un futuro curada. "Nunca pensé que estaría en esta posición, pero me niego a dejar que el cáncer tome el control de mi vida", explicó tajante.

"Estar en sintonía con nuestro cuerpo es fundamental para detectar cualquier problema a tiempo", señalo Bailey en declaraciones a New York Post. Mientras continúa con su tratamiento, esta joven estadounidense dedica sus esfuerzos a concienciar a la población sobre lo fundamental de prestar atención al cuerpo para evitar males mayores.

Además, defiende que es muy importante acudir al médico inmediatamente cuando algo parece no estar correctamente en el cuerpo. "No ignorar los síntomas es crucial".

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