Macron emplaza a los sindicatos a negociar tras las protestas por la reforma de las pensiones: "No podemos hacer oídos sordos"

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se ha dirigido este lunes a todo el país en un discurso televisado para tratar de calmar la tensión de los franceses y rebajar el malestar social y político tras aprobar la polémica reforma de las pensiones el sábado. Macron ha defendido la ley y ha asegurado que servirá para «producir más riqueza, ser más fuertes e invertir en nuestro futuro». No obstante, el presidente ha reconocido que la reforma no ha sido aceptada y ha lamentado que no se haya llegado a un consenso. Por ello, ha emplazado a la patronal y a los sindicatos a hablar para mejorar las condiciones laborales. «He escuchado a la oposición y tenemos voluntad para mejorar las condiciones laborales», ha señalado. Asimismo, ha asumido la «ira» de muchos ciudadanos que no se ven recompensados, ni en servicios eficaces, ni en ayudas, por eso muchos franceses se han manifestado, la mayoría de forma calmada y respetando nuestras instituciones «No podemos hacer oídos sordos a estas protestas, la respuesta no puede ser ni el inmovilismo ni extremismos. Ante esta ira, tenemos que actuar juntos, más allá de las trincheras, al servicio de nuestra independencia y la justicia», ha señalado. Así, ha hablado de tres ejes en los que trabajar. El primero, ha dicho, mejorar las condiciones de los trabajadores, impulsando la formación profesional de los jóvenes y aumentando las remuneraciones. El segundo, recuperar la «independencia» de Francia, «no dependiendo de otras potencias extranjeras». Y el tercero, «el del progreso, progreso para vivir mejor». «Quiero que cada uno vuelva a tener esa certeza de que nuestros hijos tendrán una vida mejor y para eso nuestros servicios públicos tendrán que funcionar, la educación nacional tiene que recuperar su ambición de ser una de las mejores de Europa y que los sueldos de los profesores sean mayores», ha defendido. Macron ha enumerado una serie de medidas que quiere aplicar, como invertir en el modelo ecológico, transportes y tecnologías sostenibles, mejorar la Justicia francesa, contratando más magistrados y agentes. «Estamos creando más brigadas de gendarmes rurales», ha anunciado, subrayando que reforzarán la inmigración ilegal «integrando de mejor forma a los que lleguen a nuestra nación». El Constitucional dio el visto bueno a la reforma de las pensiones impulsadas por el Ejecutivo y el sábado fue Macron quien promulgó oficialmente la ley en medio de protestas multitudinarias. Los franceses están en pie de guerra por la nueva ley que aumenta la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años. Los sindicatos y la oposición de izquierda se han mostrado en contra desde que salió el borrador y censuraron a Macron por promulgar la ley tan rápido y de madrugada. En ese ambiente tan tirante, las organizaciones de los trabajadores han rechazado una reciente invitación presidencial para este martes. Según ha confirmado el líder sindical, Laurent Berger, del mayoritario CFDT, a Le Parisien, no hablarán con el presidente al menos hasta el 1 de mayo, cuando esperan realizar una demostración de fuerza con una multitudinaria manifestación por el día del trabajo. El presidente, por su parte, descarta echarse atrás en una reforma que ve esencial para el equilibrio presupuestario del país, pues el gasto en el pago de pensiones representa casi el 16% del PIB francés, el porcentaje más elevado en la UE después de Grecia e Italia.