Tamames justifica la moción de censura porque "no se respeta la separación de poderes" y Sánchez le acusa de blanquear a Vox

La segunda moción de censura de la legislatura y la sexta de la democracia ha llegado este martes al Congreso abocada al fracaso ya que cuenta solo con el apoyo de los 52 diputados de Vox, el grupo que la ha presentado con Ramón Tamames como candidato a la Presidencia del Gobierno. A sus 89 años y debido a dificultades de movilidad, ha pronunciado desde su escaño el discurso que ha durado 54 minutos y que ha sido calcado al filtrado la semana pasada, excepto por algunos de los párrafos que se ha saltado probablemente con el propósito de aligerar su intervención. Las razones esgrimidas para justificar la iniciativa han sido amplias y variadas. Desde que el Gobierno «no respeta la división de poderes» hasta la propuesta para cambiar la ley y evitar la «sobrerrepresentación» de los partidos nacionalistas pasando porque «la memoria democrática está haciendo mucho daño». La defensa de la unidad de España y el rechazo a la autodeterminación han sido los ejes de su discurso. «Su Gobierno no respeta la división de poderes, como vemos que se hacen con el control de la justicia desde el Ejecutivo (...) Todo el Gobierno está apoyado por quienes hasta hace poco apoyaban la violencia y hoy quieren acabar con la monarquía, la figura de Felipe VI y la unidad de España. Por eso hay que cambiar, me alegro de que usted duerma bien. Se ha arrogado la potestad que no le corresponde, ni a usted ni a los monarcas absolutos, de perdonar sin límite. Ha utilizado la gracia personal para suprimir el delito de sedición y el de malversación», ha destacado además acusarle de presidir «un Gobierno Frankenstein». Tamames ha hablado de una «situación penosa con la inseguridad jurídica» sobre los huertos solares y quienes apostaron por las energías alternativas. Antes ha afirmado que en 2021 hubo 41 okupaciones al día: «Es una cuestión de inutilidad de los servicios del Estado y delos ayuntamientos... y la huelga que tenemos de agentes judiciales, con 300.000 juicios parados y 400.000 demandas paradas y 1.200 millones paralizados en los depósitos». Los vaivenes temáticos han sido una constante en su intervención. Referencias también al «caso mediador» y Tito Berni: «Han pactado centrar la investigación en una comisión pactada entre algunos grupos parlamentarios indebidamente. Quieren encubrir algo que ha sucedido en parte en sede parlamentaria, que tengan aquí en sus despachos algunos su propia oficial de transacciones ilegales». En una retahíla sin apenas pausas o silencios valorativos, Tamames también ha cuestionado el sindicalismo en España. «El Gobierno es el sindicato y el empresario a la vez; se ha recrecido un 64% el salario mínimo interprofesional, pero ha caído la producción». El candidato de la ultraderecha ha querido también hablar de «desequilibrios y contradicciones» en la economía como que somos «la única que no ha alcanzado el nivel de PIB de antes de la pandemia». «Nos va a hacer mucho daño la memoria democrática, se cometieron atrocidades en los dos bandos, cuando la Segunda República no fue tan angélica... lean el libro Mitos de la República, de Alejandro Nieto», ha afirmado Tamames ante una gran ovación de Vox. «Es obligación defender la patria como indivisible», ha defendido. Tamames ha pedido «buscar la verdad y que sea útil» en la parte final de su intervención que ha tenido la réplica de Sánchez. «Tengo que reconocerle el tono del debate y el esfuerzo por aportar ideas», ha dicho. Sánchez ha acusado al candidato de contribuir a «blanquear un partido que rechaza reconocer la igualdad entre hombres y mujeres, que niega la evidencia científica del cambio climático. Un partido que criminaliza a los inmigrantes. No creo que esta haya sido la mejor idea que haya tenido en su vida. Vox no es un partido más, es otra cosa». El presidente del Gobierno ha vuelto a destacar los logros progresistas alcanzados por su Gobierno. «Esto es una moción contra las políticas progresistas. Por eso hemos sufrido bulos y bloqueos por parte del partido que representa. la moción no es más que el penúltimo capítulo del acoso de derribo. Pero nosotros no vamos a pagar con la misma monera. La moción de censura es una herramienta democrática que exige el máximo respeto». Sánchez le ha acusado de plantear problemas y no propone soluciones El debate comenzó a las 9:00 horas con la intervención del líder del partido de la ultraderecha, Santiago Abascal, que ha hecho suyo el mantra de que la mejor defensa es un buen ataque. El primero de sus dardos ha ido dirigido a la prensa independiente recogiendo una retahíla de calificativos. «Esto es muy serio aunque llevan tiempo intentando ridiculizarlo. Un disparate, circo, chirigota, patochada, comedia bufa, esperpento, tertulia televisada y pasacalles irrelevante. Los titulares de los periódicos ya están escritos, los editoriales decididos y los tertulianos dictados. Todo lo que se dirá mañana en los medios de comunicación está escrito igual que las necrológicas están escritas en los medios de comunicación. Sus necrológicas ya huelen mientras los muertos gozan de buena salud. Nadie nos va a quitar la esperanza de que los españoles escuchen, sin atender a traducciones torticeras», ha dicho. Abascal ha destacado la «evidentísima independencia» de su candidato. De forma irónica ha pedido disculpas a la Cámara en varias ocasiones por «degradar esta legislatura gloriosa» con la moción de censura: «Parece que debo disculparme. Estamos convencidos de que no podemos degradar más la legislatura de lo que ustedes lo han hecho». En el tira y afloja con el PP, el líder de Vox, ha arremetido contra Alberto Núñez Feijóo aunque ha tardado hasta veinte minutos en hacerlo durante su discurso: «¿Recuerdan la última moción de censura, el discurso de su líder, los aplausos que le dio Pablo Iglesias. No hace falta, para qué. Los españoles nos piden otra cosa, y estamos aquí para representar a una gigantesca mayoría de españoles. Y digan cuál es la alternativa de España ante el saqueo de la nación». El líder de Vox ha calificado a Feijóo de «autoproclamado líder de la oposición, porque para ser líder de la oposición haría falta estar aquí y hacer oposición». Tras la pulla ha llegado la mano tendida: «Les pido que votemos juntos hoy y entendámonos mañana». La lista de responsabilidades de Pedro Sánchez es amplia, según el relato de Abascal. «Sus políticas pánfilas permitieron que el asesino yihadista de Algeciras entrara en España. Tiene responsabilidades ineludibles por los crímenes que cometan los que no deberían haber entrado en España ni deberían quedarse», ha expresado en su habitual discurso que mezcla su antiinmigración con la lucha contra el yihadismo. También le ha acusado de destruir «la verdadera igualdad» al decir que «tratan como violadores en potencia a todos los hombres, pero no a los violadores a los que rebajan las penas. Hay otros hombres distintos a los que ustedes comparten bancadas... vamos a derogar todas las leyes que borran a la mujer, negándole su singularidad y su propia naturaleza». En definitiva, Abascal ha acusado a Sánchez de «pisotear derechos y libertades, pero sobre todo se ha regodeado en el odio, en la destrucción sistemática de la reconciliación que habían alcanzado otros españoles, ha robado un legado de concordia». Abascal ha criticado hasta la vestimenta de los diputados sin dar mucho más detalle. «Estaba pidiendo perdón a la Cámara por si se hubiera visto dañado el decoro por esta moción de censura, pero les digo que para protegerla sería mejor vestirse correctamente. ¿No sería mejor? No como los de las fiestas de Ramsés, o con el esmoquin que se ponen para la fiesta del cine. Pero observen a los camareros, a los ujieres, a las taquígrafas, que vienen dignamente uniformados». El aplauso de la bancada de Vox ha llegado tras su discurso. Ha llamado la atención que el candidato Ramón Tamames ha permanecido impertérrito sin hacer ningún amago de aplaudir. Esa actitud se ha mantenido durante los 65 minutos aproximadamente de intervención de Abascal. Pedro Sánchez ha utilizado su opción de intervenir tras el discurso de Abascal. Y lo ha hecho durante 40. El presidente del Gobierno ha acusado a Vox de no ser constructivo: «El legado de Vox es breve pero intenso. Qué ha hecho la ultraderecha en favor de la convivencia? En las calles, agitación. En la tribuna, insulto, en la Cámara, dos mociones de censura. Y en todos lados, odio. Se parecen como dos gotas de agua al PP. Representan las mismas política regresivas». El presidente del Gobierno ha hecho varios símiles: «Vox es a la política lo mismo que los alimentos ultraprocesados a la dieta mediterránea. Vox es el glutamato de la derecha, un potenciador del sabor y por sí solo no va a conquistar nunca al poder». Además de pedirle que retira la moción de censura, le ha pedido que retire el insulto de «locas de odio» que utilizó contra Irene Montero e Ione Belarra por la ley del solo sí es sí. Ha puesto en valor la batería de medidas legislativas progresistas llevadas a cabo por el Gobierno. «Están en contra de que haya 90.000 sanitarios más, de que se haya aumentado el salario mínimo del que son beneficiarias sobre todos las mujeres, de la reforma laboral, del ingreso mínimo vital... de todo eso están en contra. No ha hecho ni referencia. Y le llama paguita, pero no llega al chollazo del que gozaba usted a sueldo del PP». Sánchez defiende que todas estas políticas sirven a la clase media y trabajadora del país. «Todas estas medidas alientan su moción de censura, es lo que aspira a destruir», ha asegurado antes de decir que Vox es «incompatible con la verdad». El presidente del Gobierno no ha desaprovechado la ocasión para lanzar un mensaje al PP: «Y esos que mañana se van a abstener son tan culpables como usted... porque el señor Feijóo ha decidido abstenerse ante este delirio, y el manifiesto ultraderechista con el que justificaron su moción de censura ni le va ni le viene. Lo que hace el PP es pasar un anticipo de caja, al pasar de un decente no a una indecente abstención... Pero ya le exigirán un segundo pago en diferido para saldar las deudas. Cuando llegue ese día acuérdense de este debate». Esta primera jornada de debate de la moción se ha convertido en un cara a cara entre los dos. Tras la intervención de Sánchez, Abascal ha vuelto a subir al estrado y lo ha acusado de mentir: «¿Nos va a contestar sobre sus mentiras a sus electores? No parece, porque todo está escrito, como siempre. Dice que estuve cerca de la corrupción, ¿y usted? ¿El partido de los ERE, el del robo del Banco de España, el del crimen de Estado?». Quiso coger el guante de Sánchez a la pregunta de para qué sirve Vox. «Para prestar un servicio impagable a los españoles haciéndole oposición», contestó. «Nosotros hacemos un servicio impagable a los españoles haciéndole oposición a usted... o acudiendo al Tribunal Constitucional... Y dicen que odio a las mujeres, y me pide que retire insultos a esas que me desean la muerte, que me llamó mi madre para decirme que le hubiera gustado tener dos gemelos iguales», continuó. Sánchez volvió a subirse por segunda vez a la tribuna para defender su acción de gobierno y hacer un ejercicio de lo distinta que sería España si gobernara la derecha. «Nosotros tenemos argumentos y hechos frente a sus descalificaciones». Frente a las críticas de Abascal a los medios de comunicación, el presidente del Gobierno los ha defendido: «Los medios en España son libres e independientes, se lo dice alguien que recibe muchos ataques, que pueden albergar en sus editoriales una opinión, pero sus trabajadores ejercen su trabajo de medios independientes. Todo es tremendamente emocionante y esperanzador, pero dejemos su retórica. El candidato que usted promueve es un señuelo para esconder su infumable proyecto, perdone que me refiera a usted así, señor Tamames». Ya desde su escaño, Abascal querido ejercer de nuevo su derecho a la réplica para invitar a escuchar a Tamames. Pero, Sánchez ha vuelto a intervenir para calificar de «bulos la realidad de los hechos» que ha referido. Tras un breve receso, ha sido el turno de Ramón Tamames, que en tono pausado ha ido desgranando los motivos que le han llevado a liderar esta moción de censura que ha nacido muerta.

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Santiago Abascal tiende la mano al PP: "Les pido que votemos juntos hoy y entendámonos mañana"

Maika Ávila