La moción de censura de Vox contra el Gobierno pone en una encrucijada al Partido Popular

Madrid

Una moción respaldada por solo 52 de los 349 diputados, un candidato exdirigente del PCE y un líder de la oposición entre la espada y la pared. Así llegará al Congreso la moción de censura presentada por Vox contra el Gobierno, la segunda que encabeza el partido de ultraderecha desde que comenzó la legislatura. Las posibilidades de prosperar son las mismas pero esta vez con una diferencia: el voto del principal partido de la oposición.

En octubre de 2020, Pablo Casado, atendiendo a las voces que dentro de su partido le pedían que se desmarcase de Vox, pronunció un durísimo discurso desde el atril del Congreso: "No es que no nos atrevamos, que nos hayamos rendido. Es que no queremos ser como ustedes", refiriéndose a Vox. Unas horas después, el PP votó en contra y la extrema derecha encajó la mayor derrota parlamentaria en una moción de censura de la democracia, solo sus 52 diputados votaron a favor.

Sin embargo, en la cita de este martes y miércoles en la Cámara Caja, no habrá 297 votos en contra. Los 88 diputados del Partido Popular se abstendrán, como ha confirmado el propio Alberto Núñez Feijóo. Es más, el líder del PP ha asegurado que ni siquiera estará en el Congreso para asistir al debate de la moción. "Para ayudar a Sánchez que no cuenten con el Partido Popular", ha dicho en varias ocasiones, dando a entender que la maniobra de Vox beneficia más que perjudica al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Una abstención que confunde al electorado de derechas

El análisis de Feijóo no es desacertado, la mayoría de los expertos apuntan a que una victoria tan cómoda da oxígeno al Gobierno. En cambio, lo que no menciona Feijóo es en qué posición queda su partido, que, queriendo adoptan una postura de teórica neutralidad, puede defraudar a buena parte del electorado a la derecha del arco parlamentario. "La abstención deja al PP en una posición poco comprensible para cierto sector de la población", explica Jorge Santiago Bernés, Doctor en Comunicación Política de la Universidad Camilo José Cela. Se trata de una moción "peculiar", según el politólogo Pablo Simón, porque el candidato Ramón Tamames ni siquiera es el líder de Vox. El discurso que va a pronunciar, adelantado por eldiario.es, está plagado de diferencias con la línea ideológica de Vox. Además, en los últimos días ha dicho cosas como que "no es particularmente crítico con Pedro Sánchez" o que él "no defiende a Vox". Estos errores son los que pueden hacer que el PP salga airoso y sea Vox el que acabe "debilitado" por haber convertido un instrumento constitucional "en una suerte de parodia", dice Simón.

Un paseo "cómodo" para el Gobierno

A dos meses de las elecciones autonómicas y municipales, una moción de censura no es el mejor de los escenarios para un Gobierno. Sin embargo, después de semanas convulsas en la coalición, con grandes disensos como el que se ha dado entre PSOE y Unidas Podemos con la ley del 'solo sí es sí', una victoria parlamentaria desvía la agenda política. "Es una moción que no aborda los temas clave que preocupan al país como para hacer caer al Gobierno", dice Santiago Bernés, que explica que el recorrido político será breve. A esto hay que añadir que el Ejecutivo "va a conseguir una imagen de unidad y una mayoría de investidura amplia que todavía puede llegar a acuerdos".

Pedro Sánchez ha aprovechado este fin de semana, en el Comité Federal del PSOE, para arremeter contra la abstención del PP, marcando la diferencia con Pablo Casado. "El proyecto de Feijóo pasa por reeditar gobiernos de coalición con la ultraderecha, ha asegurado, adelantando las líneas de su discurso el próximo martes en el Congreso de los Diputados.