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Ocho claves para entender los Premios Oscar 2023 y saber por qué ganará 'Todo a la vez en todas partes'

La ausencia de afroamericanos y mujeres, las películas taquilleras o la bofetada de Will Smith son lo más comentado horas previas a la ceremonia de la Academia de Hollywood

Will Smith agrede a Chris Rock durante la gala de los Premios Oscar / Myung Chun

Madrid

La Academia de Hollydood lleva años intentando rejuvenecerse, haciéndose atractivos para las redes sociales y el público joven. Lo cierto es que no han tenido mucha suerte en ese intento. La ceremonia pierde espectadores cada año y los cines atraviesan un momento confuso, tras la pandemia y con el auge de las plataformas. Por eso, la gala de este año será bastante interesante en muchos aspectos para el futuro de la industria y de un Hollywood algo perdido, quizá por eso haya tanto fervor con la favorita de la noche, la película Todo a la vez en todas partes. Evidentemente, todas las miradas estarán en el presentador, Jimmy Kimmel, que vuelve a presentar los premios después de Chris Rock el año pasado. Humor blanco, sobriedad y una cara conocida para el público americano, pero que no aguarda mucha diversión.

1.- Protocolo anti bofetada

Declarado persona non grata desde el año pasado, cuando Will Smith, que ganó el Oscar por El método Williams, soltó una bofetada en prime time televisivo al presentador de la gala, a Chris Rock, porque hizo un chiste sobre el pelo rapado de su pareja. En un primer momento el actor no fue expulsado de la ceremonia, pero después la Academia le expulsó como miembro. Por tanto, no entregará el premio a mejor actriz, algo que suelen hacer los intérpretes galardonados de la edición anterior. Este año, la ceremonia cuenta con un protocolo para evitar que vuelva a ocurrir algo así, una comisión velará para que no ocurra. Mientras, el cómico ha rajado en su nuevo monólogo de Netflix. "Aún duele", dice Chris Rock de aquella bofetada.

2.- El fenómeno de Todo a la vez en todas partes que busca rejuvenecer los Oscar

Todo a la vez en todas partes es un fenómeno total. Película barata para los estándares de Hollywood. 35 millones costó, la primera producción de una de las distribuidoras indies de moda, A24, que ha recaudado más de 100 millones de dólares en todo el mundo. Película casi sin estrellas, ahí está la aparición de Jamie Lee Curtis como funcionaria de Hacienda, y con una propuesta bastante loca, de multiversos y de repeticiones temporales con una historia emotiva de una madre y una hija. Un homenaje al cine con un montaje vertiginoso, que gusta a la generación criada ya en las redes sociales y que encima tiene la cuota de diversidad, pues tanto uno de sus directores, conocidos como los Daniels, como sus protagonistas son de origen asiático.

3.- La representación asiática

Fue el fenómeno taquillero Crazy rich asians, una comedia de las de toda la vida pero con americanos de origen asiático, la que abrió la representación de esta comunidad en Hollywood. Desde entonces ha habido varios relatos, como Minari, que también fue finalista en los Oscar, y The farewell. Este año además, la gran sorpresa indie de la temporada será Past lives, de una directora americana pero de origen coreano. Quizá así se entiende el fenómeno de Todo a la vez en todas partes. Que, como decimos, tiene a varios actores racializados al frente. Uno de ellos es Ke Huy Quan, actor de origen chino, al que recordarán porque hizo del tapón en Indiana Jones, y de Data en Los Goonies. Esta estrella infantil no encontraba papeles y se dedicó al cine en otras labores, hasta que le llamaron los Daniels. El caso de su compañera de reparto tiene también un buen relato, algo importantísimo para optar a un Oscar. Actriz malasia, llegó a Estados Unidos hace veinte años. Fue chica Bond y un montón de cosas. Cansada de hacer papeles sexualizados y llenos de estereotipos, decidió decir no a muchas propuestas hasta esta película. La actriz es la favorita junto a Cate Blanchett, pero un retuit de última hora podría acabar con sus posibilidades. Y esto nos lleva a la siguiente clave.

4.- El extraño caso de Andrea Riseborough y su campaña electoral sin dinero

La de Mejor Actriz es la categoría de la polémica. Primero fue la nominación de Andrea Riseborough y luego el retuit de Michelle Yeoh a un artículo que pedía el voto para ella misma, con las votaciones todavía abiertas, y que pedía no votar a las contrincantes porque ya tenían premio, en especial a Cate Blanchett. Yeoh incumplió las normas de la Academia, pero fue rápida y borró el retuit a esa noticia, así que de momento no tiene penalización, pero puede que los votantes de última hora sí la penalicen.

Junto a ellas dos está, como decimos Andrea Riseborough. Es una actriz a la que hemos visto en Birdman, por ejemplo, y que protagoniza To Leslie, una película indie en la que lleva todo el peso e interpreta a una mujer de clase obrera alcohólica. Sin apenas campaña, ha logrado al nominación gracias a sus amigas, entre ellas Cate Blanchett, que pedían el voto para la actriz donde podían. Campaña en redes sociales y en eventos que pagaban otros, porque el cine indie a penas puede dedicar presupuesto para las campañas de premios. Hubo quejas tras la nominación y la Academia investigó si había incumplido las reglas, pero no encontró pruebas. Ella nunca pidió el voto para sí misma, ni nadie vinculado a la película. Fueron las amigas.

5.- Ni afroamericanos, ni mujeres... adiós al Me Too y el Black Lives Matter

La polémica también está en que no ha entrado ninguna actriz racializada, ni Viola Davis por La mujer rey, ni Danielle Deadwyler, la protagonista de Till. Tampoco pesos pesados como Jessica Chastain y Olivia Coleman. Sí está nominada la actriz hispanocubana Ana de Armas por Blonde. Lo cierto es que es un año donde no han entrado películas de temática racial, algo que era impensable en las ediciones anteriores, con las protestas de los #OscarSoWhite y el Black Lives Matter. Solo tres nominados afroamericanos, Angela Basset en mejor actriz de reparto por Black Panther y el actor Brian Tyree Henry por Causeway. Además, de la directora de vestuario de Black Panther, Ruth E. Carter, que podría convertirse en la primera mujer negra en ganar dos Oscar.

Con las mujeres es igual de sangrante. Ni una en la categoría de dirección, donde hay cinco hombres, los five guys, seis en realidad porque los Daniels son dos, y solo una en las dos categorías de guion. Es Sarah Polley con Ellas hablan, una película además sobre los abusos que sufrieron las mujeres de una secta religiosa. Ni rastro de la cinta sobre Weinstein, Al descubierto, ni de La mujer rey, en unos premios en los que solo han ganado dos mujeres en los 95 años de historia.

6.- Los regresos de gente que lo ha pasado mal o cómo crear un relato en campaña

Otra de las claves de esta ceremonia tiene que ver con los regresos… hay muchos. El más importante y morboso es el de Brendan Fraser, actor de moda en los 2000, galán que lo petó en el cine comercial, en películas como George de la jungla o La momia fueron sus éxitos. Engordó, tuvo depresión y hasta sufrió abusos sexuales. Ha vuelto a lo grande y está nominado con La ballena, película de Darren Aronofsky, en la que interpreta a un obeso mórbido. Otro de los regresos es el del director Todd Field, que ha estado más de una década sin dirigir, después de éxitos como En la habitación y Juegos secretos. Dice que ha estado dedicado a la publicidad, ya que es más fácil de compaginar con la crianza de sus hijos. La conciliación masculina entra en Hollwyood, al menos en este caso. Field está nominado a dirección y película con TÁR, un filme sobre el Me Too que protagoniza Cate Blanchett.

7.- El segundo no a Zelenski

Por segunda vez consecutiva, para cabreo de Sean Penn, la Academia ha negado la participación en la gala del presidente de Ucrania, Zelensky, que se ha paseado por las galas de premios de medio mundo en este año de contienda. No estará, como decimos, pero sí habrá presencia de historias sobre Ucrania. Por ejemplo, un documental, Una casa hecha de astillas, dirigido por Simon Lereng Wilmon sobre un orfanato y las consecuencias de la guerra en esos niños. También estará la cuestión rusa en Navalny, otro documental nominado que habla del opositor a Putin. Pero sin duda, la propagan antibelicista la lleva otro de los fenómenos del año, Sin novedad en el frente. Es la tercera adaptación de la famosa novela de Remarque. Una coproducción alemana y americana que ha estrenado Netflix que ha logrado nada menos que nueve nominaciones. Parece que tiene seguro el de película internacional, aunque con ella porque arrasó en los Bafta, precisamente con un discurso centrado en Ucrania.

8.- Los Oscar más taquilleros

Este año gustan los remakes, máss que la originalidad, o podríamos decir, el dinero más que el cine de autor. A la tercera versión de Sin novedad en el frente hay que sumar dos segundas partes. Por un lado, Top gun Maverick, que consigue nominación después de una taquilla espectacular, más de un billón de dólares. "Le has salvado el culo a las salas de cine", decía Spielberg, nominado por su autobiografía, a Tom Cruise. Ojo que la película ha logrado también estar nominada en guion adaptado y eso es fuerte. Junto a ella, el gran fenómeno taquillero del año, Avatar, el sentido del agua. Otra segunda entrega. En este caso, tanto la primera como la segunda tuvieron nominación. James Cameron ha conseguido entrar entre los cinco directores nominados con su apuesta técnica y visual y tiene casi asegurado el Oscar a efectos especiles, mientras Top Gun suma casi ya el de sonido.

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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