Una sorda pandemia de origen endocrino

Los esfuerzos del Gobierno para moderar la subida del precio de los alimentos no están teniendo el efecto deseado. La única mercancía a la que los supermercados han aplicado rebajas es a las frutas: les han rebajado el sabor completamente. Te llevas a la boca una manzana y lo primero que piensas es que has vuelto a pillar el COVID. Con el tomate también pasa. Con el brócoli no. Desgraciadamente, el brócoli siempre sabe a brócoli. El brócoli nunca defrauda. Y así estamos: entre la falta de sabor y la carestía de los alimentos, acabamos abrazando las grasas saturadas que aseguran saciedad a un bajo precio. Y de postre bollería industrial, que nos promete una efímera felicidad a cambio de unos resultados desastrosos en la analítica. Hay lineales en el super que son el equivalente al hombre de los caramelos a la puerta del colegio. Solo les falta que la primera palmera de chocolate te la regalen. No se trata ya de que a muchos ciudadanos no les alcance para llenar la cesta de la compra, sino de qué cosas tienen que comprar para medio llenarla. Los expertos alertan de los malos hábitos alimenticios que acompañan a los bajos ingresos económicos. Las grasas trans están haciendo más daño al proletariado que Franco y Mussolini juntos. Una sorda pandemia de origen endocrino se cierne sobre los curritos: colesterol, hipertensión y sobrepeso. Si la izquierda fuera consecuente abandonaría la internacional como himno. ¿Qué es eso de ¡«Arriba parias de la tierra! ¡»En pie famélica legión«!? ¿»Famélica legión? ¿A quién estamos apelando? ¿A una clase trabajadora cada vez más rellenita o a la Madrid Fashion Week? Y, hablando de símbolos, no estaría mal que, de paso, el comunismo le hiciera un lavado de cara a su bandera: nada de hoces y martillos, si algo representa hoy al mundo asalariado es una llave Allen. No conozco a un solo rico que haya montado su propio sofá.

Una sorda pandemia de origen endocrino

Los esfuerzos del Gobierno para moderar la subida del precio de los alimentos no están teniendo el efecto deseado. La única mercancía a la que han aplicado rebajas es a las frutas: les han rebajado el sabor completamente

Miguel Sánchez Romero