8M

Sólo un extraterrestre puede ignorar que hoy es 8M. Es una de esas fechas especiales que nombramos con una sigla alfanumérica, es decir, compuesta con letras y con números. Con esa técnica se nombró la empresa inventora de la cinta adhesiva o del pósit; 3M, el servicio secreto británico, el MI5; o una importante guerrilla colombiana, el M19. Más recientemente, con esta fórmula archivamos en la memoria fechas dignas de recuerdo. No sabría decir cuál fue la primera efeméride así bautizada, ni señalar un único criterio que lleva a nombrar una fecha señalada con esta técnica sintética.

Porque ha servido para recordar atentados masivos como el 11S o el 11M, movimientos sociales como el 15M, intentos de golpe como el 23F, elecciones cruciales como el 15J, o acontecimientos históricos recordados con sentimientos variados según quién los rememore, como el 20N. Tres cositas antes de acabar. Como la moda es reciente en términos históricos, hay que tener en cuenta que el número de fechas que recordemos con naturalidad dará pistas sobre nuestra edad. Segundo, hay que tener cuidado al leer en voz alta una sigla alfanumérica, no vayamos a confundir el referéndum catalán ,(el 1-O), con un resultado de fútbol (uno a cero).

Y por último, en nuestro país tenemos dos razones para conmemorar el 8M: el que compartimos con todo el mundo, y el que recuerda el 8 de marzo de 1910 en el que la ley abrió definitivamente las puestas de la universidad a las mujeres.