Hay que poner ya los salarios entre las prioridades en este tramo final de legislatura

Ayer supimos que la inflación volvió a subir en el mes de febrero. Un repunte de dos décimas que la deja en el 6´1%. No hay manera de controlar a los precios, son dos meses consecutivos de subidas, con la energía, otra vez, más cara, tras el efecto que tuvo la aplicación de la excepción ibérica, y los alimentos disparados. No se nota por ninguna parte la rebaja del IVA en algunos de los alimentos básicos que el gobierno aprobó con la intención de controlar la inflación, y siguen subiendo por encima del 15%. Sumen a esto la escalada del euríbor que encarece las hipotecas de los que ya la tienen y frena a aquellos que se planteaban comprar una vivienda. Así pues, entre la inflación y el euríbor, las familias viven cada día más apretadas porque los salarios, ya saben, no suben al ritmo que lo hacen los precios y esto puede acabar resintiendo la marcha económica del país, pero sobre todo puede acabar trasladando una visión negativa de todo lo que ha hecho este Gobierno para paliar los efectos de la crisis derivada de la guerra de Ucrania. Todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo en este sentido han sido necesarias y eficaces en su momento, pero la imposibilidad de frenar el alza de los precios, sobre todo los de la cesta de la compra, amenaza con convertirlas en insuficientes. El Gobierno de coalición tiene abierto el debate sobre como controlar la cesta de la compra, insiste Podemos en topar el precio de los alimentos, dice el PSOE que esto no es viable, y siguen enredados sin ninguna conclusión. Y mientras tanto se aleja también la posibilidad de alcanzar un acuerdo entre los agentes sociales para las subidas salariales en los convenios colectivos. Ayer, aquí en la SER, les avanzábamos la propuesta de los sindicatos, una subida del 45% y que los beneficios de las empresas repercutieran también en el sueldo de sus trabajadores. Pero a última hora de la noche se canceló la reunión, prevista para hoy, en la que se tenía que debatir la propuesta. Así pues, negociaciones congeladas mientras los precios siguen ahogando a las familias y muchos sueldos ya son incapaces de hacer frente al coste de la vida. Son urgentes decisiones en este sentido, hay que poner ya los salarios entre las prioridades en este tramo final de legislatura y mientras tanto hay que seguir ayudando a los más vulnerables, que, lamentablemente, cada vez son más.

Hay que poner ya los salarios entre las prioridades en este tramo final de legislatura

Los precios siguen ahogando a las familias y muchos sueldos ya son incapaces de hacer frente al coste de la vida

Àngels Barceló