El revelador silencio de Antonio López al recordar a su mujer

Madrid

Antonio López tiene 87 años y sus pantalones siguen manchados de pintura. El arte sigue siendo su vida y este jueves presentó en Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) un libro llamado Paisajes donde comparte reflexiones y emociones sobre sus obras. Una edición limitada que el propio artista se ha encargado de firmar ejemplar a ejemplar, que tienen un valor de 6.000 euros.

Aprovechando su paso por ARCO, muchos periodistas quisieron compartir unos momentos con el pintor. Uno de ellos fue Carlos del Amor, de TVE, que se llevó a López a observar una de las obras que más están dando de qué hablar en esta edición de la feria: la escultura yacente de Pablo Picasso. "Impresionante", dice el artista manchego tras contemplarla al detalle. Eso sí, advierte que "los muertos tienen un color diferente". Por algo es uno de los mejores pintores hiperrealistas de la historia.

En Paisajes, Antonio López también habla de sus obras inacabadas, incluye paisajes de su tío, Antonio López Torres —que fue quien convenció a la familia para que él fuera pintor— y lienzos de su mujer, la pintora María Moreno, fallecida en 2020. "Cuando yo terminaba la escuela [de Bellas Artes de San Fernando], ella empezaba. Hubo unos meses en que coincidimos en la escuela de Bellas Artes, aquí en Madrid", cuenta y agacha la cabeza. Un nudo en la garganta le impide seguir hablando por unos segundos. Un silencio muy revelador y emotivo.

Cuando prosigue, relata la veces que pintaron juntos las mismas cosas con distinto resultado: "Mari, por su naturaleza, tiene una mirada muy diferente de la mía sobre las cosas. Es menos ambiciosa, es más generosa", dice, sin dejar de hablar en presente de ella.

Una vida juntos

Antonio López y María Moreno compartieron toda la vida juntos. El pintor decía que ella era su "guía en el arte y en la vida". Moreno prefería dedicar más tiempo a la familia que a los cuadros pero nunca dejó de pintar y siempre dejó claro que su elección era totalmente libre. Antonio ha contado en varias ocasiones cómo la ha animado a que siguiera dedicando tiempo a pintar y la hija de ambos, María López, niega que fuera una artista a la sombra de su marido: "No es una pintora oculta, ni menor, ni secuestrada. Ha tenido una vida plena, fantástica y maravillosa", contaba cuando falleció su madre.