Eneko Sagardoy: "Lo de la carrera del actor lo entenderé cuando me muera y esté en Wikipedia"
El actor, ganador del Goya por 'Handia' y uno de los rostros del nuevo cine español, protagoniza 'Irati', la aventura fantástica y épica que dirige Paul Urkijo

EL CINE EN LA SER_Eneko Sagardoy
Madrid
No hay una gran tradición en España de un cine de aventuras, fantástico e histórico. Al menos en los últimos y con los medios suficientes para que luzca en pantalla. Con 'Irati', su segunda película, Paul Urkijo ha mezclado todos esos elementos en una superproducción con batallas, discordias palaciegas, mitología, religión, monstruos y una historia de amor. Eneko Sagardoy protagoniza junto a Edurne Azkarate, Itziar Ituño y Nagore Aranburu una película sobre las leyendas enterradas, la comunión con la Tierra, lo divino y lo profano, y los relatos no hegemónicos que han sobrevivido y forman parte de la identidad de los pueblos. El actor, entre el teatro, el rodaje de su primer corto y el cine independiente, se sube a este caballo como señor del norte.
¿Te han dicho ya muchas veces lo de 'Juego de Tronos' vasco?
Muchísimo. Y lo de Conan, incluso 'Euskalibur'... Tenemos muchísima imaginación.
Es una superproducción con recursos, rodada en espacios naturales, con efectos digitales. Es importante que haya un tipo de cine de aventuras y fantástico con estos medios
Sí, cuando me leí el guión era una barbaridad. Siempre te preguntas cómo se va a rodar esto, por mucho que sea un guión mínimo que se le presupone un diseño de producción menor, ¿no? Pero en este caso era exagerado. Yo decía, de aquí va a tener que cortar muchísimo. Y luego, cuando se va acercando el rodaje y en el mismo rodaje, y luego ya viendo la película, lo que me pasa es que no tengo referentes. Evidentemente hay cine histórico, de aventuras hecho en España, pero yo no tengo tantos referentes y recientes menos. Entonces ver una película de estas características, de este empaque, yo creo que no estamos nada acostumbrados y es muy divertido el cine de aventuras histórico, con una historia de amor, con bichos. Yo estoy feliz.
¿Y eso se nota en rodaje, por ejemplo, el equipo?
Sin duda. Yo me acuerdo que la primera semana estaban rodando el pasado, donde ocurre toda la guerra, la batalla de la secuencia inicial, que es impresionante. Y yo llegaba porque tenía entrenamiento con los especialistas, y cuando iba en la furgoneta iba viendo todo lo que estaban haciendo, todos los figurantes, la cámara en el quad, todos los chorros para el granizo de mentira. Yo estaba alucinando. Esto es impresionante. No había visto nunca nada así. Entonces eso te genera un poco de tensión porque estamos haciendo algo impactante, pero luego lo mejor de todo es que en las películas siempre gana la historia interna, las emociones, los personajes. Y eso no cambia, eso es lo de siempre y yo me trabajo mi personaje. Pero es verdad que el entorno impactaba muchísimo y al ver la película se me saltaban las lágrimas ¿En serio hemos hecho esto? Y además en euskera, que es lo de siempre, como con un valor añadido. Pero es que ni en castellano tengo referencias claras, rápidas de una peli así.
Hablabas del guion cuando lo recibes, y ahí está todo el trabajo, el recorrido emocional interno del personaje y luego la preparación con los especialistas ¿Cómo se organiza esta preparación?
Si el rodaje lo arrancamos en septiembre u octubre, yo empecé como en abril o mayo a ir al gimnasio, cosa que yo no hago.
¿A hacer pierna?
A hacer pierna, muchísima pierna, y hacer brazos también. De 'Contando ovejas' a 'Irati', hay 14 kilos de diferencia. Pero no era solo eso, porque luego queda muy bien en los titulares lo de no sé cuántos kilos, pero era ya la destreza de pelear con espadas, de montar a caballo, pero no montar a caballo más o menos con el especialista, sino galopar a toda velocidad en las montañas, en terrenos irregulares. Y todo esto para mí ha sido ultra satisfactorio porque de repente te ves adquiriendo unas capacidades que nunca hubiera imaginado y además es muy divertido. Luego para rodar es una incomodidad porque tienes que estar ahí al quite de cada coreografía, cada movimiento. Pero estoy muy contento porque al final no hizo falta ni que tuviera el doble de pelea, lo hice yo todo y estoy muy orgulloso de eso.
Es una historia de leyendas, de mitologías, que recupera relatos que al final nos componen como sociedad pero que quizá no han perdurado como otros libros de ficción, como puede ser en este caso lo religioso. Está esa de idea de cómo nos explicamos a través de los relatos
Totalmente. Es que la mitología, los seres fantásticos, o no tan fantásticos, el folklore relacionado con lo pagano no ha interesado jamás a la voz hegemónica, a la religión cristiana en este caso. Entonces han sobrevivido como han podido, han mutado como han podido y aun así nos han ido llegando los cuentos de una manera más oral. Al igual que hicimos en 'Errementari', la anterior película de Paul, y al igual que hemos hecho en esta, parte todo de esos seres mitológicos, en este caso de la diosa Mari, mezclándolo con episodios históricos reales como la batalla de Roncesvalles. Para mí es emocionante, es importante, porque es añadir un eslabón más y además con imágenes, y nutrir ese imaginario que no es solamente vasco, porque todas las mitologías de todas las sociedades, todas las culturas, de alguna manera se comunican entre ellas. Hay muchísimas figuras que son muy extrapolables entre ellas, por lo tanto resuenan en muchísimos sitios. Entonces creo que ahí hay una materia prima interesantísima para hacer cine de género, de fantasía ya ni te digo, y no hace falta más que ver la recepción que está teniendo en públicos súper diversos en Francia, en Cataluña cuando estuvimos en Sitges fue inmensa la ovación. Y ahí es donde dices, es que esto no es sólo nuestro y eso es lo bonito.
Al final lo que cuenta o de lo que bebe es de la identidad, de cómo se conforma una identidad. Y como en esa lucha de quien domina el relato o se impone un relato hegemónico, se intentan apagar otras creencias. Y en este caso, además, toca un tema candente que es la comunión con la tierra
Claro, porque dices qué curiosidad, que la diosa Mari, que todas estas figuras salgan de la tierra, vivan en la tierra, defiendan la tierra y justamente reclamen un equilibrio de la naturaleza y el ser humano. Lo podemos traer hoy en día completamente. Pero es curioso que esas figuras, al parecer más abstractas, menos tangibles, más escondidas, apartadas, sean las que defienden realmente todo ese equilibrio y el cuidado a la naturaleza. Y si no se cumple ese cuidado, todo esto se revierte de una manera violenta por parte de la naturaleza, que esto hoy en día lo estamos viendo. Sin romantizar lo de vengarse porque no es que se vengue, es que no le está quedando otra. Pero sí creo que la sostenibilidad y el ecologismo están presentes en la película, más allá de que sea una película que habla de la fe y de creer o no creer.
¿Y tú eres más urbanita o de campo, o mitad y mitad?
Cuando me preguntan, tú eres de Durango, un pueblo pequeño. Y me sale siempre decir, sí, al lado de las montañas. Es verdad. Estamos al lado de donde duerme la diosa Mari de la película de Irati. Yo soy más urbanita que nadie, no sé plantar una lechuga, no tengo ni idea. Pero es verdad que desde muy pequeño, al estar rodeados de esas montañas y de estos cuentos, pues sí, hay algo que nos une a la tierra, pero no por ello somos muchísimo más consecuentes en esto del ecologismo. De ninguna manera, no nos libramos. Pero bueno, por eso creo que mirar atrás y traer estas cosas al hoy nos da esa oportunidad de repensarnos y ver qué estamos haciendo.
¿Y tu fe está más en la cultura?
Yo me considero una persona con mucha fe y un poco espiritual, sin ser demasiado, pero creo que es interesante en la película porque cuando hablamos de fe, curiosamente nos desviamos directamente a la fe cristiana. La película pone de par en par esta conversación de la fe más pagana, más espiritual, más unida a la naturaleza frente a la fe cristiana religiosa. Entonces es interesante porque lo que está contando también es que sea cual sea tu esperanza, tu figura, tu deidad, hay una necesidad de creer, de creer en algo abstracto e incorpóreo y heterogéneo, y creo que eso es muy bonito. Y ver justamente el recorrido que hacen en Eneko e Irati, los protagonistas de la película, en direcciones opuestas, unidos en una aventura por conseguir los huesos del padre de Eneko para poder ser señor del Valle, genera una conversación y unas contradicciones en los dos, especialmente en Eneko de, en qué creo yo, en qué creía mi padre, por qué no le creí y qué quiere decir esto ¿Sigue teniendo razón de ser? Es muy interesante.
Al final también habla del legado de las tradiciones, del intercambio generacional, de si se pueden cambiar estructuras muy fijas o muy anquilosadas que perpetúan un modelo de sociedad, en este caso, el tipo de reinado en el valle. Y luego también está atravesada por la historia de amor. Una historia muy sana, digamos, ¿eso también te encanta?
Me encanta que digas muy sana. Es verdad que Paul siempre dice, voy a hacer una película oscura, demonios y tal. Y luego es una historia de amor preciosa a la naturaleza y también entre varios personajes de la película. Creo que la relación amorosa que se plantea en la película es sana, creo que los personajes femeninos están construidos desde un feminismo coherente y creo que son personajes que guían toda la trama además. Son las que se atreven al cambio, a cuestionarse, son las que se ponen manos a la obra, las que contienen la sabiduría más ancestral pero activa, no ancestral de quedarte aquí y te cuento un cuento. Tienen las llaves. Y en la relación amorosa también eso se mantiene en los roles de género que Paul cuidado tanto y Edurne Azkarate y yo también queríamos tratarlo con mucho cuidado. Para empezar, no teníamos ni idea de cómo era las relaciones en aquel entonces, y de pronto el imaginario te lleva a representar las relaciones amorosas de hoy en día, contemporáneas. Vamos a ver, vamos a repasar esto un segundo y vamos a replantear qué pasaba en el siglo VIII.
Y aparte reivindica una especie de matriarcado, de la madre Tierra, de donde venimos. Y también me gusta muchísimo porque a nosotros no nos llega todo, no vemos la televisión vasca, pero están un poco los Avengers del siglo XXI del cine vasco. Repites con Itziar Ituño que te vimos en 'Campanadas a muerto', con Nagore Aramburu en 'Bocas de Arena', Ramón Aguirre... Y todo esto llega a Madrid, que siempre somos unos centralistas y vemos estas caras más allá de un secundario en una serie y hablando en euskera
Ha habido años cuando hacía yo las primeras películas en euskera y veníamos aquí y se ponía muy en valor hacerlas en euskera, que llegaran a un público más generalista. Pero me gusta porque yo entonces decía, estamos reivindicando el cine en euskera, pero ahora no siento que estemos reivindicando nada. Lo hacemos de una manera natural, si es que vivimos en ese idioma, ¿por qué no vamos a hacer cine en ese idioma? Con el valor añadido que supone. Y de cara a que hay muchas figuras como Itziar Ituño o Patricia López Arnáiz, y muchos que vienen de atrás también, en primeras filas, en series más comerciales, con más visibilidad, eso nos ayuda también porque no somos de pronto esos actores vascos que hacen películas de vascos. Estamos en todo y lo más natural es, evidentemente, que estemos en las películas que suenen en euskera también, pero estamos yendo más allá y cada vez nos preguntan menos por el euskera. Sin que pierda la importancia, pero hay un punto en que decimos, es que hacemos cine.
Es importantísimo porque hacéis cine, pero podéis hacer cualquier cosa. Sois actores e interpretáis papeles, y estáis en estos proyectos que no están definidos por el idioma
Exactamente
De hecho, ha empezado la Berlinale y hay una película en euskera, hay una en catalán y dos en gallego, con lo cual el cine está viajando fuera de nuestras fronteras a festivales internacionales en todas las lenguas que componen nuestro país.
Yo le enseñaría esta lista a los productores y a la gente que dice, es que en euskera, lo podéis hacer en castellano perfectamente. Pero qué barrera, ¿de qué estáis hablando? Que comercialmente en toda Latinoamérica se hable castellano, que para la distribución, bueno, lo entiendo, es evidente, pero le da un valor añadido y una particularidad a la película y sobre todo un ejercicio de coherencia.
Luego se desmontan mitos. As bestas lleva casi cinco millones en taquilla y no se ha doblado, es en francés y en gallego.
Pues esto no lo sabía, pero me alegra muchísimo.
Bueno, y ha ganado nuevas Goyas.
¿Ha ganado algún Goya? Y me alegro muchísimo. Esto es parte de algo que está cambiando, se está naturalizando y el público está siendo también más generoso. Creo que estamos dejando los prejuicios un poco atrás.
Estrenas Irati, has estado en el teatro y has rodado tu primer corto, ¿de dónde nace esta pulsión?
Desde hace muchos años ya que quería dirigir y me gustaba mucho, he tenido directores y directoras buenísimas, y me han dejado meterme un poco en el backstage. Y con mucho cuidado, sin ninguna pretensión, que igual es el cambio más importante que noto de haber dirigido a cuando actúo, que ya sí siento que tengo una carrera, que me pongo más presión, pero en esto era con tranquilidad y con amigos alrededor y con una preparación de casi dos años para hacer un cortometraje todo lo mejor que podíamos. Y con Elena Irureta y con Miren Gaztañaga, que son dos grandes amigas y dos grandes actrices, y estoy muy contento. Entonces ahora estoy montaje y una puertita más que abro, y he disfrutado muchísimo.
¿Y has escrito tú?
He escrito yo el guión junto a Nerea Ibarzabal, que es una bertsolari de allí
¿Y qué tal ese proceso de escritura?
Interesantísimo, porque yo sí que mando muchos correos, hablo con directores, con los guionistas. Luego no doy a pelmada en el rodaje. Pero antes me gusta ver y preguntar y proponer, ciñéndome siempre a que no es mi película, es la película de un señor o de una señora. Yo trabajo ahí, pero propongo. Y en este caso hacía ejercicios de yo como diría el texto, de esto sobra, aquí va un gesto y me quito esto. Entonces de repente es un ejercicio como artesanal y entiendo ahora de otra manera también a los guionistas, a los directores. No sé si los comprendo más, pero entiendo qué cosas tienen que tener en cuenta. Y ha sido un proceso muy divertido y me lo he pasado muy bien estos cuatro días de rodaje.
Has dicho algo interesante. Lo de la presión. Volvamos a eso ¿En qué sentido? Te llegan papeles, hay veces que se puede decir que sí, otras que no, pero se mide en el momento en el quiero estar en esto o no me veo en esto
Es que hay factores muy distintos. Puede estar el factor de que llevas un año sin aparecer en una película española, puede darse la situación que necesites el dinero, que te interese trabajar con ese director, aunque sea solo una secuencia, o que quieres dedicarte al teatro o a estar sin hacer nada. Pero ahí hablamos ya de necesidades y privilegios. Yo sí siento que voy escogiendo los proyectos y los últimos dos o tres años voy con más tranquilidad. Es verdad que el ritmo de las ofertas se mantiene y estoy contentísimo, pero cuando estoy con más de una cosa a la vez, me diluyo muchísimo. Y dentro de lo que pueda, intento estar con las dos patas en el mismo proyecto y sin muchas luces largas. Estoy más a gusto, estoy más centrado, estoy con menos ansiedad y creo que los proyectos se maduran durante muchos años, mucha gente pelea por ellos mucho tiempo y creo que merecen esa atención. Entonces me gusta ir poco a poco. Llevo un año sin rodar y ahora voy a empezar y no voy a parar hasta probablemente el verano del año que viene. Y este año me entraba este miedo de decir, tendría que hacer esto que me han dicho, pero es que tengo que descansar, es que he estrenado mi primera obra como como dramaturgo, voy a hacer mi corto, pero el corto para qué, vas a tener que decir que no a esto... Pero es que quiero hacerlo y si no siempre voy a poner una excusa, pero te entra el miedo de decir, y si dentro de un año no te llegan los proyectos. Pues prefiero correr el riesgo.
Y se ha hablado mucho este año un nuevo cine español que se lleva cociendo durante unos años o al menos una renovación generacional desde la creación, desde el guión, desde la dirección. También con la incorporación, ya era hora, de muchas directoras y nuevas miradas ¿Crees que también hay un relevo o una nueva generación de actores que hace las cosas diferente o hay una sensibilidad distinta?
Sí que hay cada vez más directores, directoras, guionistas y actores coetáneos a los que admiro y sigo con mucho interés, y hacen unos trabajos que disfruto un montón. Entonces, creo que eso será consecuencia de que de que hay nuevas voces, o a lo mejor son voces que a mí me interesan y que hasta ahora no estaban representadas. Este año, por ejemplo, yo estoy entusiasmado con dos películas que son El agua y Suro, que para mí son muy refrescantes y probablemente sí sean consecuencia de todos estos cambios que está habiendo. Yo feliz porque se amplía el escenario, las posibilidades, las voces y hay gente buenísima que está trabajando muchísimo. Estoy feliz de pertenecer, en mi medida, a este escenario nuevo.
Has dicho que tienes distintos rodaje durante el próximo año y medio. IMDB dice que lo siguiente es una película que se llama 'Una ballena'
Sí, ahí estamos, ahí estamos con fechas. Va a ser un peliculón de Pablo Hernando, con Ingrid García Johnson, con Ramón Barea, que tiene muy buena pinta y espero poder hacer. Luego me iré unos meses a trabajar fuera. Si todo va bien, vendré en otoño a hacer teatro a Madrid con una obra y un equipo que cuando me llamaron dije, ¿esto? Y luego volveré a rodar otra película a inicios del año que viene. Estoy muy contento, sí, pero sobre todo porque después de este parón, dedicándome a escribir, a hacer teatro, a hacer el cortometraje, de pronto veo que la vida no se corta por tomar elecciones que aparentemente no son comerciales o no son estratégicas que tienes que hacer para tu carrera ¿Qué carrera? Es que lo de la carrera no lo entiendo muy bien. De verdad que te digo, no lo entiendo porque da unos volantazos que no hay manera, o sea la carrera va a ser pues todos los trabajos que hagas, pero plantear las decisiones futuras en base a una carrera. La carrera la entenderé cuando me muera y esté en Wikipedia, pero hasta entonces prefiero ir diciendo ahora qué, haría esto, pues ya has hecho algo parecido, ya pero es que me ha encantado, quiero volver a hacerlo. Igual es falta de estrategia, pero para mi es tranquilidad y trabajar con mucho gusto.
O intuición
O intuición. A veces meto la pata, pero da igual, hay que hacerlo.