Espaldarazo al uso de los fondos europeos

Barcelona

Todas las esperanzas del PP y de Vox se han ido al garete. Esperaban que la misión del Parlamento Europeo a España, para controlar el uso y gestión de los fondos europeos de recuperación Next Generation, desembocase en un rapapolvo al Gobierno. Y desautorizar así el prestigio europeísta de España. Contaban con que la presidenta del grupo, la muy derechista Monika Hohlmeier, les hiciera el trabajo sucio y propusiese sancionar a España por algún defecto, suspendiendo parte de las entregas de fondos, hasta hoy, de 31.000 millones. Pero nada de nada.

Primero: nada de fraude: “Desde luego que no”, afirmó la eurodiputada bávara. Segundo: todos los hitos y objetivos, o sea todos los compromisos de España con Bruselas, están cumplidos o se están cumpliendo, aunque la segunda parte de la reforma laboral vaya con retraso. Tercero, el sistema de control, la ya famosa plataforma Coffee, funciona: “Estamos convencidos de su operatividad”, rubricó. Solo se permitió explicar que había preguntado por la reforma del delito de malversación, pero a continuación autodisolvió ese venenillo, al reconocer que eso no era competencia de la misión, sino de la Comisión Europea.

A los ultras españoles solo les queda el consuelo de que la prensa de la caverna no explica todo esto, que ha sido dicho hoy en público, sino que cuenta filtraciones anónimas, sin credibilidad alguna. Y con esta ficción viven, como Trump o Bolsonaro. En algo sí que ganan: el campeonato de los miserables.

Escucha todas las miradas de Xavier Vidal-Folch