"Se podrían salvar el 50% de las vidas": así funciona Grillo, el sensor para hacerle frente a los terremotos

Ha pasado ya una semana del devastador terremoto que ha afectado mayoritariamente a Turquía y Siria. Las cifras de fallecidos no paran de crecer y se sitúan ya en las 40.000 personas. Actualmente, existen empresas tecnológicas que se dedican a la prevención y a la alerta temprana de terremotos. Grillo es una startup con una tecnología que alerta a la población de la llegada de un terremoto antes de sentirlo, de percibirlo, pudiendo anticiparse hasta 2 minutos para salir de las casas y evitar catástrofes como la que se vivió el lunes pasado.

Andrés Miera es CEO y fundador de Grillo y ha explicado en La Ventana que los terremotos son imposibles de predecir. "Hay muchas investigaciones y no creo que lo lleguemos a ver en esta vida", indica. Cuenta que Grillo utiliza unos sensores que, cuando detectan un temblor, mandan mensajes a un servidor. Ese servidor realiza un cálculo a tiempo real que determina si es un seísmo u otro tipo de movimiento, como el paso de un camión.

Un sensor para hacer frente a los terremotos

Cuando el servidor lo reconoce, difunde mensajes por medio de diferentes canales como la radio, aplicaciones móviles o bocinas en las calles. "Las personas tienen entre tres segundos y dos minutos para ponerse a salvo, dependiendo de dónde esté el epicentro del sismo", indica. Grillo trabaja especialmente en escuelas que suelen ser los edificios más vulnerables en estas catástrofes porque "tienen techos que son más grandes que los domicilios y tienen niños dentro". Miera apunta que durante ese tiempo los niños tienen tiempo para salir del colegio o para refugiarse debajo de su escritorio.

El CEO de Grillo cuenta que, al igual que en los colegios españoles se realizan simulacros de incendios, los centros mexicanos tienen dos simulacros de terremotos en todo el curso. "Los niños viven con la ansiedad de los temblores", reconoce. Miera pone el ejemplo del terremoto de Haití, en el que fallecieron más de 250.000 personas debido al mal estado de las viviendas de sus ciudadanos. "La gente no muere por las ondas sísmicas, sino por los edificios que se caen porque no están bien construidos", indica. Un estudio científico de la Universidad de Berkeley concluye que se podrían salvar el 50% de vidas gracias a estos sistemas de prevención de terremotos.

Hasta 10 veces más barato

La instalación de un sensor de Grillo cuesta 200 dólares, hasta 10 veces más baratos que los que se comercializan en Japón y en California. La startup tiene la intención de abaratar los costes para que su producto siga siendo accesible para las zonas pobres y deprimidas en la que los terremotos tienen peores consecuencias.

Miera explica que se necesita un sensor cada 10 kilómetros. "No se ponen en los barrios, sino donde empiezan los temblores", explica. En México, Grillo coloca los sensores en las zonas del Pacífico para proteger a la población que vive en el interior del país. Cuenta que hay que tener sumo cuidado para no dar un "falso positivo" o un "falso negativo" que haga desconfiar a los ciudadanos del sistema de prevención de esta startup.

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La tecnología española que evita derrumbes de edificios tras un terremoto

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