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Ni traición ni amor: Malinche más allá de los mitos fundacionales

También conocida como Malintzin o Doña Marina, la figura de esta mujer indígena ha sido utilizada a través del tiempo para construir una identidad nacional cimentada en misticismo, falta de rigor histórico y una visión patriarcal sobre su papel durante la conquista de México

Malinche más allá del amor. Brutalidad policial en Estados Unidos

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Ciudad de México/Madrid

No es extraño que al nombrar "Malinche" en España nos encontremos con interlocutores que pregunten qué es eso y no quién es ella. En cambio, cuando hablamos de Hernán Cortés es más frecuente que las personas sitúen con claridad en la conversación a una de las personas involucradas en lo que se conoce como la conquista de México. En la actualidad hay diversas obras culturales como cómics, libros o series que retratan a Malinche. Sin embargo, algunas de estas creaciones artísticas carecen de rigor histórico y, además de simplificar la Historia, perpetúan un relato donde el móvil que explica las acciones de esta mujer es el amor romántico hacia Cortés, como es el musical "Malinche" del compositor Nacho Cano.

"Hay que acercarnos con cuidado, porque no es una obra histórica, sino que es una obra ficcional y que se toma muchas libertades", expone sobre esta pieza Everardo Pérez Manjarrez, profesor investigador del Departamento de Historia Social y del Pensamiento Político de la UNED y académico visitante en la Escuela de Educación de Harvard, quien ha estudiado a lo largo de su trayecoria profesional cómo se aproximan las personas en México y en España al aprendizaje de la conquista. Aunque Pérez Manjarrez aún no ha podido ver el musical, celebra que, como con esta pieza, se abra por medio de creaciones artísticas la posibilidad de sacar del olvido y dar a conocer a Malinche.

La historia de Malinche y su relevancia es una cuestión muy localizada en el contexto mexicano. Por ejemplo, cuando Patricia Arriaga, la guionista y directora de una serie para el Canal Once de México, estaba haciendo el casting para Malinche (2018), recuerda que fue muy complicado encontrar a la mujer que pudiera protagonizar una serie que por primera vez contara la conquista desde el punto de vista de ella. Tras un casting complejo, Arriaga informó a María Mercedes Coroy, actriz guatemalteca y maya kaqchikel, que había sido seleccionada para interpretar el papel protagónico. Al conocer el nombre de quien encarnaría en la pantalla, Coroy preguntó: ¿Y quién es Malinche?. Arriaga se dio cuenta del peso que tiene esta mujer para México, y se preguntó cuál era este fuera del país.

Hay pocas certezas historiográficas sobre la vida de Malinche, y de ahí también la dificultad de plasmarla con rigor en piezas de ficción. Muestra de ello es que ni siquiera se sabe con certeza el origen de su verdadero nombre. Cuando Malinche es entregada a Hernán Cortés como regalo, es bautizada con el nombre de "Marina". Pero en náhuatl, la lengua que hablaban los mexicas. Por ello, el sonido se pudo adaptar al de la letra "L", derivando en "Malina", añadiendo el sufijo "tzin", que indica respeto, como explica Alecxaí Yllades, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México. Yllades, quien participó en el proyecto de divulgación histórica Noticonquista, añade dos explicaciones sobre la confusión respecto al nombre de esta mujer: "La primera corresponde a que Malinche es más bien el acompañante de Malintzin, que hablaría de Cortés. Cortés sería el Malinche, y la otra es utilizar Malinche como una forma de hablar de ambos", como si fueran un binomio.

En la construcción de los relatos de la conquista, se ha hablado de vencidos y vencedores, pero en la construcción de la identidad nacional mexicana se añade la figura del traidor. Esta tergiversación de Malinche como una traidora data del movimiento de independencia mexicano, "cuando los criollos y los mestizos quieren alejarse de este carácter negativo de la herencia española de México" para construir un relato nacional, como explica Pérez Manjarrez. De esta idea surge también el término del "malinchismo", como aquella actitud de quien prefiere lo extranjero por encima de lo propio. El Laberinto de la soledad (1950) de Octavio Paz, presenta esta visión del nacimiento de México como un suceso doloroso, "como una madre violada"

La otra parte del binomio

Hablar de Malintzin implica de una u otra forma por lo menos mencionar a Hernán Cortés cuya figura ha sido revisada y cuestionada historiográficamente "con justa razón, y por lo tanto no es una figura muy apreciada en la historia mexicana", comparte Fernanda Sada, historiadora por la Universidad Nacional Autónoma de México en las inmediaciones del restaurante Hacienda de Cortés en Coyoacán, Ciudad de México, donde en el imaginaro turístico se encontraba la casa de Cortés. Sada explica que es común que con figuras no muy apreciadas, la conservación de su memoria en términos físicos corra por cuenta de iniciativas privadas y no por los Estados. En el interior del restaurante donde en A vivir paseamos con Sada, la única referencia directa a Malinche era La calle de los enamorados.

"En este templo descansan los restos del conquistador Hernán Cortés, muerto en 1547" se lee en un rótulo que podría confundirse con el resto del mobiliario urbano de las calles del centro histórico de la Ciudad de México. Los restos de Cortés, quien murió en España pero quiso ser enterrado en México, está en la Parroquia de Jesús Nazareno e Inmaculada Concepción. No se pueden visitar los restos, que están en alguna parte de la iglesia.

"A las mujeres no nos mueve el amor"

Lilian Camacho es historiadora por la UNAM. Especializada en Historia de las mujeres, ve "cierto matiz machista" a la idea del amor ente Malintzin y Cortés. "A las mujeres no nos mueve el amor. Nos mueve el instinto de supervivencia, nos mueve la inteligencia, nos mueven nuestras convicciones, nos mueven muchísimas cosas más. Podemos actuar sin amor" Para Camacho, quien trabaja en el Archivo General de la Nación y participó en el proyecto de Noticonquista, considera que hablar de amor es "quitarle de alguna manera responsabilidades a Cortés sobre los abusos que pudo llegar a cometer y es quitarle crédito a Malintzin sobre todo lo que logró" en un proceso político y personal, que sólo ella supo cómo fue.

Fernanda Fernández

Fernanda Fernández

Redactora y productora en 'A vivir que son dos días' desde 2022. También produce 'Segunda Acepción'.

 
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