El centro de las cosas
"Pero un día, el centro que teníamos se disolvió, y los dos grandes partidos empezaron a deslizarse en busca de un centro que nadie sabía dónde estaba. Entonces comprendí que lo que aprendimos en clase fue que el centro no se encuentra entre la izquierda y la derecha, sino el interior de las cosas"
Barcelona
Pues no hace años que a mí se me paró el centro de la Tierra. Fue por la mañana, después de gimnasia. El maestro lo dibujó en la pizarra y nos dijo que se llamaba NIFE porque estaba hecho de hierro y níquel. Bueno, a la inversa, de níquel y hierro. NI-FE. A donde no llegaba el ferrocarril, llegaba el ferroníquel. Esto sucedió en geografía; pero, luego, en naturales, dibujó el maestro otro redondel de tiza, y lo llamó bolo alimenticio. Dijo que era el quimo, con su primo escurridizo, el quilo. Quimo y quilo jugaban con sus nombres igual que los dos gemelos de Alicia cuando cruzó el espejo. Yo creía que nos estaban preparando para el día de mañana, y sentía que el núcleo terrestre iba a ser una tierra de promisión, un mundo que descubrir, lo mismo que en el Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. Pero lo que reemplazó al centro de la Tierra fue la Unión de Centro Democrático. Siempre sucede de la misma manera. Se detiene el núcleo, y el mundo empieza a girar a la inversa. En los dos semicírculos de la UCD, el verde y el naranja, veía yo la correspondencia con el hierro y el níquel. La vida tenía esa lógica. Lo que ocurría en la superficie terrestre también pasaba en su interior. Y entre medio, se hallaba el manto terrestre. La presencia del manto le imprimía una personalidad zamorana al planeta. Que la vida era dura quedaba claro, pues a los seres vivos nos tocó la corteza. En las casas, el centro de la Tierra era el Telediario de las tres. Y lo que no era NIFE era UHF. Pero un día, el centro que teníamos se disolvió, y los dos grandes partidos empezaron a deslizarse en busca de un centro que nadie sabía dónde estaba. Entonces comprendí que lo que aprendimos en clase fue que el centro no se encuentra entre la izquierda y la derecha, sino el interior de las cosas.