¿Cómo responder ante el acoso callejero y otras actitudes machistas? Un cómic da las claves a las adolescentes para saber cómo actuar

Madrid

Exhibicionismo y tocamientos, discriminación y estereotipos de género, redes sociales y acoso, consentimientos o relaciones abusivas. La lista de las situaciones en las que las mujeres son víctimas es larga. Educar desde la adolescencia para ser capaz de identificar ciertas actitudes y saber cómo actuar es el propósito de '¡Basta!' (Litera, 2022), un cómic con una visión novedosa sobre escenas que se repiten. Se aleja de clichés y demuestra cómo la educación es el camino más seguro para una igualdad efectiva.

Ser capaz de cambiar el rol de víctima a través de una actitud activa y no pasiva es quizá la principal novedad de este libro que invita también a la reflexión, aporta direcciones útiles de instituciones y organismos públicos a los que acudir si llega el caso y rinde homenaje y reconocimiento a las 50 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas durante 2021. Sus nombres y edades son reproducidos en las páginas finales del libro.

El cómic está ilustrado por la madrileña María Maeso, más conocida como Kronsky, que ha desarrollado algunas herramientas pedagógicas orientadas a la educación feminista en Francia, donde vive en la actualidad. La responsable de los textos es la educadora social francesa Marion Le Muzic, que ha trabajado en Madrid con adolescentes.

¿Cuál ha sido la principal dificultad para abordar la escritura?

La principal dificultad fue que empecé el proyecto sola, sin ilustradora: la primera fase de escritura empezó sin saber como se iba a ilustrar todo. ¡Cuando conocí a Kronsky después de unos 6 o 8 meses de trabajo, ya fue más fácil desarrollar la fase de la escritura!

¿Por qué tiene forma de cómic?

Por varios motivos. Primero, lo pensé para mi sobrina que no lee muchos libros, salvo unos cómics. De manera general, me pareció un medio accesible a más gente. Por último, me pareció que los dibujos permitían visualizar mejor las situaciones y las estrategias propuestas.

Planteas muchísimos ejemplos de la vida cotidiana. ¿Cómo lo has sacado?

Lo primero que hice fue juntarme con mis sobrinas y sus amigas para hablar de lo que vivían ellas. También contacté con profesionales de autodefensa feminista y con psicólogos y educadores de prevención que trabajan con adolescentes. Me dieron muchos ejemplos de situaciones de sexismo en el día cotidiano de las jóvenes.

¿Te has dejado fuera del libro alguna situación que ya no te ha cabido por extensión o te hubiese gustado incluir?

El libro no es exhaustivo, por supuesto. Podríamos desarrollar muchas más situaciones de machismo o de agresiones. Pero creemos que lo importante está en las repuestas que damos: no hay una sola técnica para huir de una agresión, hay varias técnicas posibles. Lo importante es elegir la que parece mas adecuado en el momento. Esas técnicas se pueden adaptar a muchas situaciones que no hemos podido desarrollar.

De todas las escenas incluidas. ¿Cuál has visto que sea la más habitual o cuál te parece más peligrosa y por qué?

Por desgracia, todas son bastante habituales. La más común puede que sea el acoso callejero. Pero cada situación expuesta puede convertirse en peligrosa si no tenemos las herramientas para responder. La situación de ciberacoso, por ejemplo, puede tener consecuencias desastrosas si la víctima no sabe como reaccionar.

En el libro se dan consejos muy concretos sobre situaciones concretas. ¿Hay consejos generales?

Lo primero sería una buena educación para evitar que siga habiendo agresores, pero como es un proceso largo, trabajamos sobre lo que podemos hacer ya. Y ayudar a las posibles víctimas a identificar para poder reaccionar cuanto antes. En cada caso de agresión, vale por el acoso, es interesante desestabilizar al agresor. Salir de la posición de víctima frente a un acosador puede ser un primer paso: ya no le va a interesar demasiado si no eres la víctima fácil que se esperaba.

Frente al acoso, insistimos en la sororidad. Intentamos comunicar sobre el machismo interiorizado y queremos deconstruirlo, para que las chicas se solidaricen.

¿Recomiendas que los chicos se lean el libro también?

El libro no está hecho para ellos. Salvo un capítulo que da pautas para intervenir si eres testigo de una agresión, todas las otras situaciones presentan casos de agresiones machista o sexuales, y ya sabemos que son las chicas y las minorías de género que las sufren en la inmensa mayoría de los casos.

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Marion apuesta por la inversión pública en la educación sexual y de género en las escuelas para luchar contra el machismo. Este libro ya supone un avance por sí solo en este sentido.