No, ni los posos de café ni la aspirina hacen crecer mejor las plantas

Hay leyendas jardineras sobre remedios caseros para el cuidado de plantas tan curiosos como poco útiles. Al menos, no está demostrada su eficacia a pesar de que los hábitos han pasado de generación en generación. Costumbres que se perpetúan como la aspirina en el agua de los jarrones o los posos de café en la tierra. Hay mucho de falso mito. El boca a boca ha perpetuado remedios caseros para las plantas que no tienen un beneficio real. Incluso pude dañarlas. Ahí van los más comunes. El jardinero y paisajista Eduardo Barba se encarga de analizar qué hay de verdad. Popularmente se dice que aumenta sistema inmune de la planta y crece mas fuerte, pero la realidad es que no hay evidencia científica. Lo mejor es acudir a cualquier abono. Hay que descartar la aspirina con el agua de riego. Lo mejor es utilizar el sobre que dan en las floristerías. «Mejor nunca utilizar la aspirina en el agua de riego, aunque sí podemos hacerlo en el agua de los jarrones por su poder esterilizante en el agua. Incluso unas gotas de lejía puede acabar con las bacterias por lo que aumentaría la vida de las plantas», explica Barba. Es una de las preguntas más recurrentes. La realidad es que no está demostrado que los posos de café sean útiles o aporten nutrientes a las planta. De hecho, al tener restos de estimulantes es posible que la cafeína aumente negativamente a la planta. Es algo totalmente desaconsejado. Existe la creencia popular de que la ceniza del cigarrillo mezclada con agua es efectivo contra las plagas, pero no. Una práctica habitual es meter las colillas en agua y el «caldo» resultante se pulveriza sobre las plagas como el pulgón, o la araña roja. La realidad es que puede matar, pero también dañar la planta. La nicotina es un alcaloide venenoso por lo que el tabaco es mejor que vaya a la basura. Para la falta de nutrientes lo mejor es el abono orgánico porque el hierro no es aprovechable por la planta. Una de las costumbres es dejar pinchados en la maceta clavos. Incluso se meten para que se oxiden en una regadera o un cubo con agua. El óxido resultante no es aprovechable para las plantas, así que mejor no optar por esta opción. La canela se utiliza en ocasiones como fungicida para matar hongos, pero la realidad es que funciona mejor para comerse unas natillas o un arroz con leche. De poco sirve la cáscara de huevo. Si se composta, se queda en el compost sin descomponer durante mucho tiempo. Así que la realidad es que aporta poco o ningún calcio. Otro de los falsos mitos es utilizar las papillas y zumos de frutas como fuente de nutrientes y vitaminas, pero el jardinero recuerda que es mejor no hacerlo ya que no está comprobado que funcione.