"Se cotiza más que el oro": así es la afición por coleccionar juguetes que se revalorizan con el paso del tiempo

Cuando era pequeño, a Felipe le trajeron los Reyes Magos el Halcón Milenario, «el Santo Grial de todo friki de Star Wars», como él mismo se considera. Asegura que ese juguete que en su momento costaría como unos 200 euros, «ahora puede rondar los 600». Él no se plantea venderlo ni por asomo. Su habitación ahora, con 27 años, es un auténtico museo de la saga de George Lucas. «Cuando empecé a cobrar mi primer sueldo empecé a coleccionar poco a poco. Eran compras muy puntuales... de pronto un mes decía »me voy a comprar cinco figuras« y me podía dejar 100 euros como mucho», recuerda. No sabe cuánto dinero se habrá gastado en este tiempo pero estima que «unos 5.000 euros fácilmente». Colecciona principalmente figuras de Star Wars de la marca Kenne, que es con la que jugaba de pequeño. Figuras que salieron en el 95 y de las que ya tiene prácticamente toda la colección, unas 150 figuras. «Como son tan noventeras, vienen con diapositivas con una escena de la película. A mí me encanta, lo pongo a contraluz y es como tener el fotograma de la película en tus manos», cuenta con entusiasmo. Las más especiales para él siguen siendo las primeras que compró, «dos figuritas de dos yawas, que son los chatarreros de Star Wars». También guarda con especial cariño algunas naves y un disfraz de Boba Fett que se puso en el estreno del Episodio VII. A pesar de que no se plantea venderlas de momento, conserva todas las figuras en su caja: «Si en el futuro lo quieres vender, se vende mucho más caro lo que está en caja que lo abierto, a pesar de que esté completamente nuevo. La gente lo prefiere así. También las tengo así por un tema de espacio. Aunque parezca mentira, es más fácil almacenar y exponer una figura en caja que si la dejas al aire, y a la hora de limpiar el polvo de la habitación, ¡te puedes imaginar la que tengo que montar! Si las tuviese por separado sería una locura». Alfredo, en cambio, tiene todas sus figuritas de Star Wars expuestas en vitrinas sin sus cajas. Ha acumulado más de 200 en los últimos 20 años y no tiene ninguna intención de venderlas y tampoco de gastarse mucho dinero: «Busco promociones en jugueterías y en internet. Hubo una época que compraba mucho a eBay en Reino Unido por 8 ó 9 euros. El último que me he comprado es un muñeco del Episodio VIII por 5 euros. Los originales nuevos te pueden costar entre 15 y 25 euros, en su caja 30. Hay muchas tiendas de cómics en el centro de Madrid que venden los antiguos en una bolsita por unos 14 euros y a lo mejor les falta alguna pistola o algo, pero también hay figuras que valen 200-300 euros». Una de sus figuras más queridas es un Luke Skywalker de los años 70. Hay mucho mercado de productos de Star Wars pero para hacer dinero hay que invertir en Lego: «Es el juguete que más se revaloriza con el tiempo, incluso se cotiza más que el oro», apunta Marcos Calvo, de Rincón del Juguete, una web de compra venta de juguetes antiguos. Cuenta que hay mucha demanda de Lego desde que empezó e insiste en que hay que coleccionarlo sin abrir: «Si te planteas vender un juguete en el futuro lo más importante es que no lo uses, que no lo saques de la caja, ni siquiera le quites el plástico. Consérvalo tal y como lo compraste y guárdalo 30 o 40 años y quizá en un futuro se revalorice, aunque el mercado es impredecible y no podemos saber qué es lo que valdrá más o menos o si lo van a descatalogar». Marcos lleva 23 años en el sector de los juguetes. Durante este tiempo recuerda haber vendido muchos precios especialmente altos como «uno de principio de siglo de hojalata, alguna muñeca alemana, alguna pieza de Paya de hojalata-cuerda y alguna Mariquita Pérez». A diferencia de los Lego y los Playmobil actuales, que seguirán intactos en sus cajas por mucho tiempo que pase, hay juguetes de los años 60, 70 y 80 que, después de 40 años, «se estropean solos sin utilizarlos porque tienen sistemas de cuerda o un motorcillo». Luis comenzó coleccionando Lego hace 11 años: «A mi hijo mayor le gustaban sobre todo los superhéroes y recuerdo que para un cumpleaños le compré las figuras de Hulk, Flash y Aquaman y me enganché yo. Ahora tenemos una colección de unas 500 figuras más o menos». Con el tiempo ha ido investigando cuáles son las cajas más icónicas y poco a poco va haciendo acopio para venderlas en un futuro o hacer un regalo especial con el tiempo, «algo nuevo pero fuera de stock y que no se pueda encontrar fácilmente». Tiene figuras muy peculiares «porque salen en pocas cajas y no son los típicos superhéroes» que pueden costar unos 100 euros. «En páginas como pricevortex, que comparan el precio inicial con el actual, hay cajas que se han revalorizado un 150-200%», indica. Ahora es otra hija la que le ha llevado hasta una nueva colección: las cartas Pokémon. «Hace un año vino con ellas del cole y vi que había cartas muy chulas, que a lo mejor no salen tanto en los sobres, que te merece la pena tenerlas». Así que de vez en cuando se gasta esos 5 euros que cuestan los sobres con 10 cartas y de vez en cuando echa un ojo a cardmarket para saber qué cuáles tienen más valor: «He ido guardando las que entiendo que son peculiares y algunas que son importantes por la ilustración o el tipo de carta. Hay empresas que se dedican a gradear. Mandas las cartas y te las catalogan del 1 al 10 en base a 4 parámetros: los bordes, las esquinas, la superficie y el centrado de la carta». La semana pasada le llegaron las primeras que envió en metidas en una caja cerrada de metacrilato para su preservación: «Te permite tener una carta guardada en un estado de conservación excepcional para en un futuro poder venderla».

"Se cotiza más que el oro": así es la afición por coleccionar juguetes que se revalorizan con el paso del tiempo

Los coleccionistas piensan detenidamente qué incluir en su carta a los Reyes Magos. Cuando los regalos lleguen, los dejarán metidos en sus cajas para siempre

Elisa Muñoz