Años buenos y malos
Es una pena no ver las cosas, en cada momento, tal y como vamos a percibirlas a la vuelta del tiempo. Al acabar el año echaremos cuentas y nos diremos que unos días estuvimos satisfechos con nuestra vida y otros no tanto
Años buenos y malos
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Galicia
Todos los años son buenos y malos. Siempre habrá algo que salvar, y algo que olvidar rápidamente. Por un lado están las cosas que hicimos, por otro las que no hicimos, y quizá aún habría que contar las que casi hicimos, que tienen un poco de las primeras y de las segundas. Las tres incorporaron aciertos y errores, satisfacciones y arrepentimientos. No hay año, por malo que parezca, que merezca olvidarse del todo, ni año, por bueno que creamos que ha sido, que debamos poner en un altar. Es una pena no ver las cosas, en cada momento, tal y como vamos a percibirlas a la vuelta del tiempo. Al acabar el año echaremos cuentas y nos diremos que unos días estuvimos satisfechos con nuestra vida y otros no tanto. Quizás, en los peores momentos, nos hubiese gustado ser otros, y en los mejores, ser exactamente como somos. La vida es eso: bien, y después mal, o al revés. Los días se caracterizan por la búsqueda de buenos momentos y el hallazgo, a menudo sin querer, de algunos problemas, ante los que improvisamos una solución, hasta que alcanzamos un período de tranquilidad, víspera de nuevas dificultades y después nuevas alegrías. Siempre es así: acabar un año y volver a empezar otro. La vida tiende a la repetición. Feliz 2023.