El cuñado, el borracho y el que no hace nada: inventario de roles familiares en las comidas de Navidad

Madrid

Estamos en una fecha mágica en la que todo es posible. Uno de los milagros de estas fiestas consiste en juntar en una misma mesa a personas muy diferentes entre sí. Lo más temido son las conversaciones que se generan en estos encuentros, que pueden llegar a ser muy tensas. Pero los humoristas con los que hemos hablado se lo toman a risa.

Seguro que todos tenemos a una de estas personas en nuestro banquete de Navidad: "El o la que nunca se sienta y va siempre a la cocina. También está el sitio para el móvil", dice el guionista y presentador Raúl Pérez. "Está esa persona que siempre repasa a los que no están como si fueran los Goya, dedica un buen rato a recordar a la abuela y luego cuando alguien menciona al tío Adolfo hay un silencio incómodo porque nadie lo recuerda bien. En los últimos años ha ganado mucha importancia el que dice 'Pon un momento La 6, a ver qué lleva la Pedroche'", dice el cómico asturiano Miguel Anómalo.

"Los niños que no paran de moverse de la silla todo el rato", añade la actriz y monologuista Toni Acosta. También hay que compadecerse, según el humorista Óscar Sáenz, del "recién llegado a la familia, que está realmente fastidiado". Y nunca puede faltar, para añadirle tensión a la cena, "la relación tío-sobrina, donde el tío es muy de derechas y la joven sobrina muy de izquierdas". "El tío que te pregunta siempre cuándo vas a traer a un novio. También está la abuela que dice que estas son sus últimas navidades. Hay una buena fauna", concluye la humorista valenciana Saray Cerro.

Pero si hay un personaje que no puede faltar en ninguna celebración es, sin duda, según el humorista Héctor de Miguel, el cuñado: "Es una figura que en Navidad cobrar todo su sentido. Es el que inicia los villancicos, el que reparte la bolsa de cotillón antes de las uvas e incluso el que pela las uvas, que hay que ser miserable para pelarlas". Y si en tu mesa no hay un cuñado, tal vez el cuñado eres tú, recuerda.

El presentador de Horaveintipico tiene sus roles en los banquetes muy claros: "El niño pesado, que era yo, y el borracho, que luego también he sido yo. Ese que llega un poco tocadito ya a cenar. Llegas y te echas la siesta antes de cenar, esa es la clave", dice Héctor de Miguel. Y avisa a las madres y padres de España: "Si tu hijo se echa a la siesta y se queda en el sofá traspuesto antes de cenar... Se le ha ido la mano".

"El señoro de la Navidad"

La actriz Toni Acosta también tiene claro su papel: "Yo no hago nada. Me quedo sentada y dejo que fluya el disparate. Me convierto en el señoro de la Navidad", dice entre risas.

Pero no es la única, seamos sinceros. La mayoría no se preocupa mucho de la cena, como es el caso del humorista Miguel Anómalo: "Yo suelo dejar que la comida en las grandes celebraciones la preparen otras personas. En ese sentido, soy como los jurados de MasterChef, pero sin fascismo, y sé usar más cubiertos que la cuchara". Saray Cerro se siente "un poco marrana y privilegiada" por hacer igual y llegar a mesa puesta. En cambio, este año, Óscar Sáenz va a ser anfitrión por primera vez: "Todo está siendo un caos y no tenemos ni idea de qué vamos a preparar para comer".

Cuidado con cegar a los comensales

Para sobrellevar lo que queda de fiestas, hay un rol que es mejor no desempeñar nunca, según Toni Acosta... el de bola de discoteca: "Rogaría a las chicas, y chicos que se atrevan también, que hay mucha lentejuela este año en los escaparates. ¡Controlad! Estás cenando y se reflejan las luces, el neón... Queremos conversaciones calmadas, tranquilas y luego, de verdad, probároslo porque rozan en las axilas y hacen un daño que no vale la pena".