La vida como una terminal de llegadas y salidas

Una película muy destacada en la época navideña es Love Actually. El filme, que empieza y termina en un aeropuerto donde la gente se da besos y abrazos, es la metáfora perfecta de una vida en la que se despiden personas, cosas, proyectos e ideas, para dar la bienvenida a otras.

En esta misma línea, despedir compañeros de trabajo no tiene por qué significar despedir la amistad o apartar a esas personas de tu vida. Aunque es cierto que más allá del trabajo, en ocasiones, mantener amistades tiene un esfuerzo extra. Al principio el contacto puede resultar más fluido, pero el peso de la rutina puede hacer que se distancien. Sin embargo, cuando son importantes es más posible mantenerlas.

El editor Jordi Nadal resume el año en una sola hoja, un ejercicio que puede resultar beneficioso para comprobar que la vida y en sí las distintas épocas tienen distintos aprendizajes. Estas hojas pueden servir en un futuro para entender los pasos del camino y resaltar que lo exterior no es lo único importante.

Apuntar los aprendizajes especiales, como las personas genuinamente amables, a las cuales es difícil encontrar. La salida y entrada de personas, como los buenos compañeros de trabajo que dejaron paso a otros. El descubrimiento de autoras como Delphine de Vigan o cine que apasiona como el documental Moonage Daydream sobre el pensamientocreativo de David Bowie. La música, que nos acompaña en gran parte del camino y que en este caso, dos hermanos del barrio popular de Sant Andreu (Barcelona) representan con la canción “Estimar-te com la terra”, son dos hermanos y se llaman Ginestà.