La formación de los juristas en habilidades comunicativas es clave para acercar la justicia a la población

Los ciudadanos tienen derecho a saber lo que pasa en un juicio y para ello los profesionales de la justicia deben hacer el esfuerzo de comunicar, sin prejuicio de cambiar el concepto técnico. Como funcionarios públicos deben cumplir con la labor de trabajo por y para los ciudadanos. Sin embargo, los profesionales de la justicia se amoldan a lo técnico y eso, a la larga, crea distancia, además de derivar en una sensación elitista de la justicia.

Por otro lado, en los juicios con jurado popular la habilidad de la comunicación adquiere una mayor importancia y no basta con saber de qué lado está la verdad, también es necesario saber transmitirla. Por ello es necesario subrayar la importancia de la comunicación en la formación de juristas.

Los planes de formación han cambiado en los últimos años y se está haciendo un gran esfuerzo por llegar a la ciudadanía a través de la formación de abogados, jueces y fiscales en habilidades de comunicación.

La abogada y consultora en pragmática de la comunicación Pilar Sardà cree que se ha avanzado mucho, aunque continúa siendo una "asignatura pendiente". No se dedican las horas necesarias y hay que tener en cuenta que los juicios son por y para las personas, ni de jueces, ni de fiscales. Por lo tanto, no se puede hacer a espaldas de la sociedad.

Entre los fallos en la comunicación jurídica, están la falta de un lenguaje claro, de empatía y de humanización. Estos fallos se pueden ejemplificar a través de las notificaciones judiciales, la falta de tiempo en los procesos o los interrogatorios hostiles. Al no entender el lenguaje, algunas personas se quedan con el 'cómo' y esa sensación es errónea y es también otra señal de la falta de comunicación efectiva. La naturalidad es muy importante para transmitir bien y en esto la gesticulación controlada puede ayudar. Sin embargo, gesticular de forma excesiva, descontrolada, puede tener el efecto contrario.