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Carla Simón: "Mi manera de hacer cine va en contra del mundo que exige producir todo el rato"

La directora catalana compite esta noche en Reikiavick por el Premio del Cine Europeo con la mirada puesta en lograr la nominación para los Oscar

Berlin (Germany), 15/02/2022.- Director Carla Simon attends the premiere of the Spanish movie 'Alcarras' during the 72nd annual Berlin International Film Festival (Berlinale) in Berlin, Germany, 15 February 2022. The film festival runs from 10 to 20 February 2022. (Cine, Alemania) EFE/EPA/CLEMENS BILAN / CLEMENS BILAN EFE

Reikiavick

De Berlín a Reikiavick pasando por Los Ángeles, Londres y Nueva York. Ese es el periplo de las últimas semanas de Carla Simón, la directora de Alcarràs, la película ganadora del Oso de Oro en la Berlinale, que ahora aspira a lograr nominación en los Oscar y a ganar esta noche el Premio del Cine Europeo en Reikiavick, donde tiene lugar la ceremonia de estos galardones, que luchan por defender el cine del viejo continente frente a la apisonadora de Hollywood.

"Es lo bonito de la celebración del cine europeo. Al final todos los países nos ayudamos a coproducir y muchos sienten suyas películas que no están habladas en su idioma, como es el caso de Italia, con Alcarràs", decía, Carla Simon en un encuentro con los periodista españoles en Islandia, en el que recordaba la primera vez que estuvo en estos premios, fue en Berlín con su ópera prima Verano 1993.

Ahora el tour ha sido más intenso. El premio en Berlín le ha abierto más puertas y la directora ya tiene experiencia en premios, entrevistas y demás. Viaja con su pareja y su hijo recién nacido, y los productres y productoras de esta película milagro. "Hay que estar todo el rato siendo consciente de la locura que es y lo fuerte que es que hayamos llegado hasta aquí. Porque muchas veces como que pierdes perspectiva y no se puede perder la perspectiva. Todo ha ido tan más allá de lo que esperábamos y eso hay que ponerlo en valor todo el rato". Carla Simón viaja con su hijo recién nacido y dice que eso también le hace centrarse en la realidad.

En esa gira por el mundo anglosajón, Carla Simón ha defendido Alcarràs como una película íntima, que cuenta la historia de su familia, unos agricultores que ven cómo tienen que enfrentarse a un cambio en el modo de vida, en el modo de cultivar la tierra frente al voraz capitalismo, pero también como una película universal, que habla del mundo en que vivimos y en el que queremos vivir. "Yo pensaba que el tema de la agricultura en familia les iba a quedar lejos, pero de repente te encuentras a gente que viene a comentar cosas después de la película y te cuentan que crecieron en una zona rural, te enseñan las fotos de su familia recogiendo uva. De repente, te das cuenta de que al final todos tenemos un pueblo en nuestra vida y por ahí la película conecta con ellos".

Los Premios del Cine Europeo ayudan a posicionar la película de cara a los académicos de Hollywood. El próximo 21 de diciembre se hará pública la short list, una selección de películas que realizan los votantes de todas las competidoras en la categoría de mejor película internacional. Después, de esa lista saldrán las cinco nominadas. "Yo creo que ya han ayudado estos premios, han puesto la película en el mapa y la han recordado. Lo que pasa con las películas que vienen de Berlín es que quedan lejos y la gente se olvida, porque vienen Cannes y Venecia. Hay que hacer ese esfuerzo por recordar que esta película ha estado ahí todo el rato.

Alcarràs compite esta noche con películas que serán rivales también en los Oscar. Por un lado, Holy Spider, del iraní Ali Abassi. Cine negro para contar la violencia contra las mujeres y la represión y la censura en Irán. También Close, ganadora del segundo premio en Cannes. Es la segunda película del belga Lukas Dhont, una delicada historia de amistad en la infancia. Está también La Emperatriz rebelde, de la austriaca Marie Kreutzuer, retrato feminista de Sisí con Vicky Krieps, y la ganadora de la Palma de Oro en Cannes, Triángulo de la tristeza de Ruben Ostlünd. "Es muy difícil conseguir estar en la sortlist. Hemos tenido muy buena recepción, pero estamos hablando de 92 o 93 películas que compiten para esta categoría de internacional. Es muy complicado", apuntaba la directora que ha contado que ha soñado incluso con el anuncio de la shortlist entre viaje y viaje.

"Estábamos en una habitación de hotel, con con mi productora y con otra gente del equipo, y entraba un actor, que no sé quién era y nos leía la lista. Como empieza por orden alfabético, pues Alcarràs va la primera y no estaba. Y yo me quedaba así, sin más, diciendo, bueno, pues no pasa nada. Ha sido como una prueba de cómo me sentiría si no estuviéramos. Y me he dado cuenta de que no me ha afectado mucho, porque lo importante es hacer este viaje. Y luego también porque pensaba en el fondo que así ya no tendría que viajar más y podría estar tranquilamente escribiendo el siguiente proyecto, que es algo que deseo", reconocía Carla Simón.

Sobre ese proyecto, explica que no tiene claro los tiempos. Podría rodar en un año, pero prefiere hacer las cosas con más calma, algo que le ha funcionado con Alcarràs. "La verdad es que toda esa promoción nos está tomando mucho tiempo y yo creo que sí queremos hacerlo bien y a mi manera, que normalmente es con cocción lenta, tendrá más sentido esperar un año. También porque acabo de ser madre y hay cosas que no me apetece perderme". De hecho, Carla Simón reconoce que cuando sostuvo el histórico Oso de Oro pensó, de alguna manera, que se debía al tiempo dedicado. "Pensé que había merecido al pena todo".

Sobre cómo será la siguiente película, sí reconoce que habrá algunos cambios, que saldrá de su intimidad. "La idea es romper de alguna manera con lo anterior. Creo que es muy importante que en cada proyecto uno se proponga algo distinto o un reto. En el caso del siguiente proyecto, la idea es como romper un poco con ese tono realista al que he sido tan fiel durante mis dos primeras películas y ver qué pasa usando el lenguaje cinematográfico de una manera un poco más metafórica o más poética", reconocía la directora catalana que ya ha jugado con esos géneros en su reciente cortometraje presentado en Venecia, Carta a mi madre para mi hijo.

En un mundo cada vez más frenético con una industria audiovisual que sobre produce todo el rato, el espíritu de Carla Simón es hasta revolucionario: "Es algo que me repito y que necesito repetirme todo el rato, porque es una manera que va un poco en contra del mundo ahora mismo, que te exige como superproducir todo el rato”.

Antes de todo eso quedaría otra parada, en España la temporada de premios comienza el próximo sábado con los Forqué, los premios de los productores, y continuará en enero con los Feroz y en febrero con los Goya. En los Feroz hay cuatro mujeres nominadas a mejor dirección, un hecho histórico que alegra a la directora. "Me hizo muy feliz, porque de alguna manera significa que ya estamos llegando a normalizar esa situación, aunque seguimos peleando, porque sigue siendo noticia, lo que significa que tampoco es lo normal. Me parece que estamos en el camino. Hay muchas más mujeres haciendo cine. Ahí está la diferencia y eso se ve reflejado en los premios", incide.

Motivo de alegría la paridad en las categorías de dirección, pero entre las cosas que siguen quedando por lograr está la paridad en los presupuestos de las películas. "El siguiente paso es que hagamos películas con más presupuesto y más grandes y más ambiciosas", reivindica Simón. También que ese cine más íntimo sea reconocido en otros departamentos, no solo guion o dirección. "Pasa una cosa con los premios o las nominaciones, que a veces yo siento que no se valora el trabajo invisible de ciertos departamentos en ciertas películas. Lo entiendo porque hay otros trabajos muy visibles. Y creo que eso también es algo que hay que aprender como académicos a valorar a veces cuando una cosa no son fuegos artificiales, pero está bien hecha y ahí creo que también nos queda mucho camino, como aprender a valorar que hay cosas hechas desde una intimidad".

Confiesa también la directora de Verano 1993 que no pudo votar en la famosa lista de Sight and Sound, la revista del British Film Institute con las cien mejores películas de la historia del cine. Ha sido polémica porque por primera vez, una mujer, Chantal Akerman, encabezaba la lista, por encima de tótems como HItchcock y Orson Welles con Jeanne Dielman, 23, Quai du commerce, 1080 Bruxelles, una película sobre un ama de casa.

"Esta película es muy importante en la historia del cine. O sea, a mí estas listas también me parecen como muy complicadas siempre. Me propusieron votar y con mi vida ajetreada no me ha dado tiempo, además me pareció tan difícil que no llegué a tiempo a la votación. Es difícil seleccionar diez películas de toda la historia del cine. Que haya salido la de Chantal Akerman me parece como de una justicia poética. No sé por qué se quejan. La pena es que hayan tardado tanto en darse cuenta".

Pepa Blanes

Pepa Blanes

Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...

 
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