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Manuela Martelli: "La dictadura chilena está a la vuelta de la esquina. Somos sus herederos y ha impregnado lo que somos hoy"

La directora chilena estrena su primera película, '1976', una historia inspirada en una experiencia familiar que explora desde lo íntimo y lo doméstico el miedo y la persecución del régimen de Pinochet

Manuela Martelli en el Festival de San Sebastián / ÁLEX ABRIL / ALEX ABRIL

Madrid

Manuela Martelli es una actriz chilena que ha participado en proyectos como 'Machuca' (2004), 'Navidad' (2009) o 'El árbol magnético' (2013). Ahora se pone detrás de las cámaras en '1976', película en la que traza un retrato de la sociedad chilena en los oscuros años de la dictadura de Pinochet. Martelli cuenta cómo Carmen, una mujer de mediana edad y de familia acomodada, transita desde su posición de privilegio hasta un fuerte compromiso político que lleva a cabo en la clandestinidad. Con dos vidas completamente paralelas, a los ojos de su familia y amigos, Carmen es, tan solo, una ama de casa. Precisamente, por esta concepción que se tiene de ella, no se sospecha que, realmente, está ayudando a los perseguidos por el régimen.

Fotograma de la película '1976', en la imagen la actriz Alice Kuppenheim

Alice Kuppenheim ('Una mujer fantástica', 2017) protagoniza este largometraje. La actriz afirma que ha sido una gran responsabilidad interpretar este personaje omnipresente y constantemente tensionado, además de la fuerte carga política que encarna esta mujer en sí misma. "El sentimiento que tengo hacia la película no sé si sería el mismo si la hubiéramos estrenado antes del estallido social de 2019, o incluso antes del 4 de septiembre cuando se rechazó la nueva propuesta constitucional." Kuppenheim reflexiona sobre la historia de su país afirmando que, evidentemente, hay una relación directa entre el pasado y el Chile de hoy, que también define el Chile de Boric.

Uno de los pilares de '1976' es la Iglesia. El papel que tuvo la institución durante los años de la dictadura. Por un lado, los curas comprometidos y solidarios que ayudaron a disidentes y, por otro, una iglesia colaboracionista que ejerció su poder. "Operó de manera fuerte y no solo en lo logístico sino también en lo cultural, en los valores que se impusieron en el resto de la población. A pesar de que la iglesia parece estar debilitada, entre otras cosas por los cientos de abusos sexuales que han salido a la luz, sigue siendo muy incidente en las decisiones políticas del país. Por ejemplo, nos costó muchísimo sacar adelante la ley del divorcio y a día de hoy, el aborto aún no es un derecho y es la iglesia la que determina esto, en particular el Opus Dei, que en Chile tiene un gran poder", afirma la actriz.

Manuela Martelli cuenta cómo fue el proceso de investigación y de dónde surge la historia de '1976':

- ¿Cómo surge esta idea?

Yo partí preguntándome por mi abuela porque me sentía heredera de una sensibilidad y una curiosidad que venía de ahí. Que venía de esta mujer que había sido madre y dueña de casa durante los años 50 y 60 y que después había decidido entrar a la escuela de arte. Y era una mujer que venía de una familia de inmigrantes españoles muy católicos, muy conservadores. De alguna manera esto era romper con esas restricciones que venían de su propia familia también. Y entonces me interesé por ella y me puse a preguntarle a la familia y descubrí que ella había estado muy deprimida los últimos años de su vida. Entonces empecé también a preguntar por esa depresión. Observé que los últimos años de su vida coincidían con los años más crudos de la dictadura en Chile, que había empezado con el golpe militar el año 73 y ella murió el 76, o sea, fueron tres años muy, muy rudos, muy crudos y muy sangrientos, además de mucha represión. Entonces me empecé a interesar por el cómo este contexto sociopolítico tenía que ver con esa depresión, que esa depresión no era sólo un padecimiento de ella, un estado propio de ella, como una cosa inherente a su personalidad o una situación individual, sino que había una situación contextual. Me empecé a interesar por observar ese contexto de la dictadura desde el interior de una casa, cómo se vivía y cómo es que se filtraba la represión y el horror en el interior de una casa? Qué efectos iba teniendo eso de manera en lo más íntimo, en el espacio más íntimo, en el espacio doméstico. Cómo por ejemplo, esta depresión en este caso.

- El recurso del uso de los pendientes y del color en la imagen. ¿Qué buscabas simbolizar?

No había como inicialmente un objetivo de simbolizar nada, sino más bien la historia fue conduciendo al uso de estos elementos, inclusive lo que mencionas tú, por ejemplo, lo de los aros, los pendientes, como dicen acá. No fue algo deliberado, fue una cosa que tuvo que ver inclusive más con la actriz. Alice se aprovechó de eso para hacer este juego de de ponerse y sacarse estos pendientes como una manera también de reflejarse en una conducta como está tan instalada en Chile que tiene que ver con cómo se ve una clase social. Entonces ella transita desde su espacio de clase burguesa acomodada a los lugares de la clandestinidad. Es decir, cómo ella usa estos elementos para mimetizarse en cada uno de los espacios. En el caso del color, en el comienzo la vemos eligiendo el color de la pintura de la casa. A mí me interesaba verla en esta fantasía y en este estado muy fuera de la realidad. Estamos en el año 76, el año más crudo de la dictadura, y ella está eligiendo el color de la casa, mirando las guías sobre cómo pintan las casas en Venecia. Finalmente es el recorrido de ella que va desde ese lugar tan fuera de la realidad a la realidad misma. Entonces, creo que el color tiene que ver con eso, con ese relato de estar mirando este mundo rosado y que poco a poco ese mundo rosado se empieza a teñir de un rojo intenso que se parece más a la sangre.

- En '1976' has trabajado con varias mujeres, entre ellas, Dominga Sotomayor. En España hay una nueva ola de mujeres cineastas que trabajan unidas hacia un mismo objetivo. ¿Esta ocurriendo esto también en Chile?

Sí, creo que sí. Creo que, en este caso, trasciende el género. Creo que nosotras, en nuestro medio, que es tan pequeño y adverso, que la única manera de sobrevivir es ayudándonos mutuamente. Pasa un poco como con el fenómeno de la pandemia, cuando uno necesitaba generar redes con los vecinos para sobrevivir y acá pasa lo mismo. Hay un apoyo mutuo del medio con los colegas, para poder sacar adelante estos proyectos que son muy difíciles, con muy poco apoyo del Estado, con falta de una plataforma que sostenga realmente la industria. Esta se sustenta por la voluntad que tenemos cada uno de hacer cine, y creo que han ido surgiendo muchas más mujeres directoras y también no solo directoras, sino en distintos cargos. Ahí hay mucha colaboración.

- La película ha pasado por el circuito de festivales: Cannes, Londres, San Sebastián… ¿Qué significa para el cine de autor la representación de la película en estos grandes escaparates?

Bueno, eso es fundamental. Es muy relevante porque es una plataforma y es una ventana al mundo. Realmente los festivales para nosotros, para el cine latinoamericano y en el caso de Chile, nos permiten dar a conocer estas películas que si no se incluyeran no serían conocidas dentro de Chile. Muchas veces las películas en Chile son reconocidas por haber sido reconocidas en el exterior, por haber sido valoradas en el circuito internacional. O sea, hay algo perverso que tiene que ver con nuestra propia idiosincrasia por una falta de reconocimiento propio, que creo que es una cosa muy latinoamericana, una necesidad de ser reconocidos fuera para poder reconocerse a uno mismo. Pero sí, claro, los festivales ayudan mucho a que las películas se den a conocer y su efecto exponencial se vaya multiplicando.

- ¿Crees que existe una tendencia de recuperación de la memoria y así poder evocarla en el presente?

Sí. No sé si esto es generalizable. Coincide que estos días hemos conocido películas que hacen esta operación de observar el pasado, pero no sé si este fenómeno que pasó este año se va a seguir perpetuando. Creo que es algo a observar, por ejemplo, ¿qué repercusiones tiene Argentina 1985, que fue tan reconocida? En Argentina muchos han hecho el ejercicio de observar su historia reciente en el cine. En Chile todavía falta mucho de eso. Hay ciertas películas que hacen ruido como nos ha pasado ahora con esto, que hemos tenido la suerte que la película ha sido muy reconocida. Pero, la realidad es que la gente tiende a generalizar un hecho aislado como una realidad y eso es un poco peligroso, porque cuando se empiezan a generar estos relatos, se dice: “Ah, ahora el cine es todo revisión histórica y, por tanto, también revisamos la dictadura”, pero esto no es cierto. En Chile existe este discurso, pero la realidad es que solo el 10% de las películas en Chile hablan de la dictadura, siendo una historia que está aquí, a la vuelta de la esquina como quien dice y de la que todavía tenemos tanto que revisar, de la que somos tan herederos y que ha impregnado lo que somos hoy.

 
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