Hallazgo histórico bajo el mar: descubren restos del fatídico transbordador espacial Challenger tres décadas después

Madrid

Hace ya varias décadas, concretamente un 28 de enero de 1986, el transbordador espacial Challenger despegaba desde Cabo Cañaveral con el objetivo de poner en órbita el satélite de comunicaciones TDRS-B y la plataforma astronómica SPARTAN-Halley. Lo hacía con siete personas a bordo entre las que destacaba Christa McAuliffe, primera maestra que iba a viajar al espacio para dar clases mirando a las estrellas. Apenas unos segundos después de emprender la marcha, los expertos detectaron una anomalía en el cohete en forma de nube oscura provocada por el escape de varios gases durante el proceso de extrusión.

Todo ello debido a, tal y como explicarían más adelante, la sobrepresión de la ignición. Según recoge el informe posterior al fatídico accidente en el que fallecerían las siete personas a bordo del transbordador, el frío había endurecido la junta tórica del sistema impidiendo así que sellase correctamente el escape. De esta manera, el cohete espacial registraba un escape de gas que perforaba el depósito principal de combustible y provocaba que este entrara en ignición. Apenas 73 segundos después del lanzamiento, el cohete se desintegraba frente a la mirada de tanto de los allí presentes como la de las millones de personas que seguían en lanzamiento a través de la televisión en el que posteriormente sería conocido como el accidente más grave de la historia de la exploración espacial.

La NASA confirma que son lo restos de la nave

Desde entonces apenas se han podido rescatar unos cuantos restos del cohete debido al estado en el que quedó el transbordador tras este fatídico accidente. El último de ellos en 1996, cuando un grupo de investigadores descubría dos fragmentos del ala izquierda que emergieron. Hace apenas unas horas, el canal Historia ha dado a conocer el que ya es considerado como el hallazgo más grande hasta la fecha en torno a los restos de este transbordador tan especial. Todo ello a través de un vídeo mediante el que demuestra que unos buzos que estaban grabando un documental sobre el Triángulo de las Bermudas han encontrado una pieza importante de esta nave.

El equipo de buzos estaba buscando un avión de rescate de la Segunda Guerra Mundial en las aguas de Florida el pasado mes de marzo cuando, de pronto, dieron con unos restos que les llamaron considerablemente la atención. Mientras que uno de los buzos trató de manipularlos, otro le pidió que parara porque no sabían a qué podrían corresponder. Por esa misma razón, estos se pusieron en contacto con las autoridades. Varios meses más tarde, la NASA ha podido confirmar que se trata de los restos del transbordador espacial. Todo ello a través de un comunicado publicado en su página web, en el que explican que la pieza mide más de 4,5 x 4,5 metros. Sin embargo, es probable que sea más grande porque una parte está cubierta de arena.

La pieza podría provenir del vientre del transbordador

Dado que en la pieza descubierta por los buzos se pueden distinguir numerosos mosaicos térmicos, todo apunta a que proviene del vientre del transbordador. De esta manera, la agencia espacial cuenta con nuevos detalles acerca de uno de los momentos más oscuros de la historia espacial reciente. Así lo ha explicado el administrador de la NASA Bill Nelson, quien reconoce que sigue sin olvidar lo que sucedió aquel fatídico 28 de enero: "Si bien han pasado casi 37 años desde que siete audaces y valientes exploradores perdieron la vida a bordo del Challenger, esta tragedia quedará grabada para siempre en la memoria colectiva de nuestro país".

Bajo su punto de vista, este suceso sigue estando muy presente para todas aquellas personas que lo vieron con sus propios ojos: "Para millones de personas en todo el mundo, incluido yo mismo, el 28 de enero de 1986 todavía se siente como si fuera ayer".