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El Festival de Cine de Gijón, al rescate del cine independiente sin distribución

Arranca la edición número 60 del festival que traerá a autores como Ulrich Seild, Mariano Llinás y actrices como María de Medeiros y que arranca con James Gray y su 'Armageddon Time'

Alejandro Díaz Castaño / Cedida

Madrid

Los festivales de cine van encontrando su público y su identidad en medio de una maraña de estrenos, películas y eventos. El de Gijón es el último en celebrarse de los festivales de Otoño, iniciados con San Sebastián y que han llevado al sector a moverse por Sitges, destinado al cine de terror, Seminci, cine de autor, Sevilla, centrado en el cine europeo. Gijón mantiene su apuesta por un cine independiente que, muchas veces, ni siquiera encuentra distribución. De hecho, el 90 por ciento de las películas que pasarán estos días por las salas de cine de la ciudad, no tienen asegurado su estreno. El festival es la manera de que lo puedan lograr.

Esta edición es especial porque tras dos años de pandemia todo parece volver a la calma. "Con mucha ilusión por poder volver a las salas ya sin ningún tipo de limitaciones que queramos", dice el director del certamen que reconoce que este año van a abrirse a nuevos barrios de la ciudad. "Estamos estrenando unas nuevas salas en los cines. Estamos muy contentos con el programa, con las visitas al festival, que nos ayudan a celebrar estos primeros sesenta años". Entre esas visitas la de la actriz portuguesa María de Medeiros o la de Elina Löwensohn, una actriz de de culto. Frente a esos rostros conocidos, hay varios guionistas que son los grandes invitados del certamen. "Creo que es muy interesante también la presencia de guionistas y que no todo se focaliza siempre los directores".

A pesar de que la pandemia ya se ha solventado, ahora el lado oscuro lo ofrece la inflación. "Está muy presente. Obviamente no escapamos a ella. Lo que hemos hecho ha sido ser muy cuidadosos y, digamos, muy selectivos a la hora de elegir a las personas que invitamos como representantes de las películas", responde el director. "En otros años, hay películas y títulos que habríamos tenido más de una persona del equipo, pero este año, hemos limitado. Hemos intentado, en la medida de lo posible, ajustar, porque trabajamos con dinero público y es muy importante gestionarlo bien", añade. Sin embargo, como ha ocurrido en Sevilla y ocurrió en San Sebastián, la inflación se nota. "Hemos tenido un aumento en la financiación, tanto de la Unión Europea que nos han subido un 20% los dos los dos últimos años, como del Ministerio de Cultura , que también nos ha subido este año la aportación y que ha llegado al máximo histórico. Por primera vez hemos llegado a los 100.000 euros de aportación por parte del Ministerio", explica sobre el dinero con el que cuentan para levantar un festival que sirve de trampolín para que muchas películas lleguen al público.

Sin duda, uno de los momentos más esperados de esta edición será la visita del cineasta austriaco Ulrich Seild. A Gijón lleva dos películas, que son parte de una trilogía. Rimini, que estuvo en Berlín, y Sparta que fue la película polémica de San Sebastián. De hecho, el director canceló su visita al certamen. "La verdad es que estamos muy contentos de que vaya a estar en Gijón, porque es un cineasta que ya ganó el festival en el año 2001", explica. En el caso de Sparta la polémica está en que los padres de los niños actores se quejaron de las condiciones del rodaje y de que no conocían el contenido del guion, una historia sobre un pedófilo, algo que la productora ha negado desde el primer momento y un caso ya judicializado. "La polémica es algo que es un poco consustancial al cine de Seidl, porque es un cine muy arriesgado. Es un cine que no deja indiferente y que luego trata los temas más espinosos del ser humano".

Díaz Castaño ha incidido en la tradicional línea del certamen que continúa apostando por el cine independiente y por la promoción de obras de autores asturianos. El film 'Cinetract', rodado en la Playa de San Lorenzo como lugar representativo de Gijón por la directora asturiana Elisa Cepedal, ha sido escogida como película de cabecera. "Entendemos como independiente al cine que tiene un sello personal, sobre todo, aunque algunos casos, como por ejemplo la película de apertura de Armaggedon Time de James Gray, sea una película de un presupuesto tirando a alto y que cuenta con estrellas como Anne Hathaway o Anthony Hopkins, pero que es un cine netamente personal", cuenta el director.

Esto lo combinan con películas de cineastas que están empezando, en muchos casos, y que tienen algo común y es que la mayoría no tiene distribución comercial en España. "No basamos nuestro interés en los preestrenos. Es algo que creo que es muy importante. Y muchas de esas películas conseguirán estrenarse en España gracias a la ventana de exhibición y de difusión que supone el festival. Para nosotros, la seña del indentidad ahora mismo es esa, ser útiles a las películas que más lo necesitan, que en este caso son aquellas que no tienen asegurado que vayan a estar luego ni en ninguna plataforma ni estrenarse en los cines", explica.

El Festival quiere ser también un soporte para las salas de cine, un puente con los espectadores en estos momentos en que no hay instantes únicos, Gijón insiste en crearlos. "Hay una mentalidad y una idea de que con las plataformas todo va a ser visible, que todo llegará en algún momento. Pero hay películas que en realidad fuera del circuito de festivales no han llegado a verse nunca y siguen sin estrenarse", insiste. Esto tiene que ver también con este momento de sobre producción de películas y series. "También se ha multiplicado la cantidad de películas que se hacen. Esto es algo que que vemos con la cantidad de inscripciones que tenemos ahora mismo, que está en torno a 3000 en títulos en el Festival de Cine de Gijón. Es muy superior que hace años, cuando solamente se podía rodar en 75 milímetros, no en un formato foto químico. Creemos que todavía hay un cine efectivamente que que no es visible. Y buena parte de las películas del Festival de Gijón son películas que fuera del circuito de festivales, insisto, no está claro que fuera vayan a visibilizarse".

También habrá una gran representación de cineastas españolas que se encontrarán con el público. Pilar Palomero irá a presentar La Maternal, uno de los próximos estrenos en salas. Elena López Riera hará lo mismo con El agua y Albert Serra con Pacifiction, pero además sumará su primera película Honor de caballería. Pedro Costa ofrecerá una master class. "Serán momentos únicos que nadie querrá perderse". Los más pequeños volverán a tener su sitio en la sección Enfants Terribles y no faltarán, claro, los homenajes. María de Medeiros, la directora Patricia Mazuy o la actriz Elina Lowenson. Además, la directora Patricia Ferreira recogerá el Premio Comadre de Cine; la diseñadora de Vestuario, el premio Isaac del Rivero, y el guionista Dustin Lance Black, el premio Rambal.

"Somos piezas clave en volver a recibir de cara al público, que es algo que estamos intentando. Y para ello no solamente está la edición del festival, que yo creo que las ediciones de festivales normalmente suelen atraer al público, sino que es un trabajo que hacemos cada año". El Festival de Cine de Gijón ahora mismo es uno de los pocos festivales de España que tienes e actividades durante los 12 meses del año. "Entre otras cosas, llevamos a cabo desde una programación con más de 300 proyecciones en en ayuntamientos de toda Asturias y hacemos llegar cine de autor a estos pueblos. En algunos casos no tienen salas de cine en la gran mayoría".

 
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