Twitter incumple sistemáticamente la persecución del porno en la red

Madrid

La llegada de Elon Musk a Twitter abre el debate sobre cómo será la futura moderación de contenidos en la red social del pájaro azul. El pasado mes de mayo, cuando se anunció que el magnate iba a comprar esta red de microblogging, se conocieron los planes para crear un servicio parecido a OnlyFans, una plataforma de suscripción para acceder a contenidos sexuales exclusivos y explícitos. Musk finalmente optó por abandonar estos planes dada la dificultad de la red para combatir rápidamente el contenido sexual dañino.

Twitter ya permite este tipo de contenido para adultos, pero muchas ONGs han denunciado reiteradamente la falta de control para que un menor pueda abrirse un perfil adulto y mostrar imágenes sexualizadas. Las políticas de la red prohíben perfiles relacionados con la oferta sexual. La normativa impide publicar imágenes o contenidos que inciten a la violencia, publicaciones relacionadas con el terrorismo, comportamientos de incitación al odio y el fomento del suicidio o de las autolesiones.

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Varios expertos consultados por la Cadena SER denuncian que la moderación de estos contenidos apenas existe. Marcelino Madrigal, experto en tecnología en las redes, opina que "la moderación de este tipo de contenidos ha sido un problema desde la creación de Twitter". Según Madrigal, "Twitter es la red que tiene más contenidos sexuales. De hecho, es la única red que permite publicar imágenes porno".

Para este experto, el problema radica en que "Twitter realiza este control mediante procesos automatizados y, luego, un pequeño grupo de personas atiende las cuestiones más graves, que pueden ser delictivas". "Twitter es una empresa relativamente pequeña y tienen subcontratado el seguimiento a varias empresas para poder atender las denuncias en las diferentes lenguas", explica.

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Eduardo Casas lleva años investigando la explotación sexual de menores en las redes sociales. Es miembro de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional y autor del libro La Red Oscura. En conversación con la SER, asegura que cada año reciben entre 8000 y 20.000 denuncias procedentes de las grandes empresas tecnológicas que detectan imágenes de contenido sexual sobre menores. Uno de los fenómenos que más les preocupa ahora es la aparición de imágenes sexuales de menores de menos de 10 años grabadas por ellos mismos y subidas a las redes." Vemos que los menores suben estas imágenes porque imitan comportamientos de adultos que han visto en las redes". Esto es debido, según este experto, "a los hábitos de navegación que tienen estos niños y niñas en las diferentes webs". "No es que lo hagan con un fin económico, sino porque lo han visto en otros adultos y ,también, porque consiguen más visualizaciones", afirma Casas.

Sobre Twitter, Eduardo Casas está de acuerdo con Madrigal: "Esta red permite pornografía legal mientras que Meta, la matriz de Facebook, lo impide". "Todos los años tenemos cientos de denuncias sobre contenidos sexuales de menores en esa red, pero no sabemos cuántas imágenes pasan a Twitter sin ser detectadas", lamenta. El problema, para Eduardo Casas, es que los robots que estudian estas imágenes no saben diferenciar con exactitud si la imagen humana sexualizada corresponde a un adulto o a un preadolescente", añade.

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Otro problema es la lentitud en el sistema de verificación de imágenes pornográficas y su posterior eliminación de la red. Según este responsable policial, "el sistema de verificación tarda demasiado tiempo en comprobar las imágenes y, después de asegurarse de que están relacionadas con la pornografía, tarda tiempo en suprimirlas".

El responsable de la Unidad Tecnológica de Policía Nacional propone varias medidas para erradicar la pornografía infantil de las redes sociales. Una solución es "aumentar la velocidad de respuesta una vez que se detecta la pornografía", asegura. Además, "es importante perfeccionar el sistema de visión y escucha de la inteligencia artificial que repasa las imágenes", propone este experto que también ve imprescindible que las empresas tecnológicas "obliguen a realizar un registro personalizado con DNI de cada una de las personas que están en una red social, aunque eso choque con otros derechos como el de anonimato", opina Casas.