Sedición

Madrid

Pues hoy que hemos tenido en La ventana a Jeanette, que fue rebelde porque el mundo la hizo así, y en unos días en que se abre camino la posibilidad de modificar el delito de sedición en el Código Penal, vamos a fijarnos en esta palabra y en el notable valor de las conjunciones. La sedición está, en las leyes y en el diccionario, un escalón por debajo de la rebelión. Ambos términos definen en el diccionario una acción contra la autoridad, pero, en el caso de la rebelión, con el fin de derrocar los poderes del Estado. Una distinción que también se da en el Código Penal, en donde la sedición se convierte en rebelión cuando lo que se pretende es derogar la Constitución, lo que sucedió el 23F, por ejemplo.

Entre la definición académica y la tipificación penal de la sedición hay, sin embargo, una ligera pero sustancial diferencia. Mientras el diccionario habla de un "alzamiento colectivo y violento", el Código Penal castiga a quienes se alzan "por la fuerza o fuera de las vías legales". Esa diferencia entre una conjunción copulativa y otra disyuntiva, que parece poca cosa, hubiera llevado a los acusados a la absolución con el diccionario en la mano, pero los condujo a la cárcel en virtud del Código Penal. Así que, se modifique o no finalmente la tipificación del delito, los académicos deberían revisar su definición.