Salud y bienestar

Investigadores descubren que la transformación de la leucemia en un tumor grave se puede detectar años antes

Este descubrimiento abre la puerta a una detección precoz y a la posibilidad de nuevas estrategias para su tratamiento

Un científico toma muestras en un laboratorio. / Andrew Brookes

Madrid

Investigadores del Instituto Idibaps-Clínic Barcelona han descubierto que la transformación de la leucemia en un tumor muy agresivo se puede detectar al inicio de la enfermedad, muchos años antes de que se manifieste clínicamente. Esto abre la puerta a un diagnóstico precoz y a la posibilidad de nuevas estrategias para su tratamiento.

Con este estudio, según ha detallado el centro este miércoles, se buscaba identificar los mecanismos que determinan la evolución de la leucemia, sus recaídas después del tratamiento y su transformación a un linfoma muy agresivo en la etapa final de algunos pacientes.

El estudio, publicado en la revista Nature Medicine, demuestra que las células que provocan la recaída después del tratamiento y que darán lugar a la transformación de la leucemia en un tumor muy agresivo ya se pueden detectar en una cantidad muy pequeña al inicio de la enfermedad, es decir, muchos años antes de que se manifiesten clínicamente.

Un descubrimiento que permite nuevos tratamientos

Estos resultados cambian la visión que se tenía de cómo progresa la leucemia. Hasta ahora se creía que la enfermedad avanzaba porque sus células evolucionaban a lo largo del tiempo y se transformaban en tumores más agresivos porque adquirían alteraciones en su genoma de forma progresiva. Se creía que esto las hacían más resistentes a los tratamientos.

El nuevo trabajo demuestra que algunas de las células de la leucemia ya han adquirido estas alteraciones al inicio de la enfermedad, pero se encuentran en cantidades muy pequeñas. Durante la evolución de la enfermedad, estas células más malignas irán incrementando y de forma progresiva serán seleccionadas para dar complicaciones clínicas muchos años después de su inicio.

“Es como si la célula madre de la leucemia hubiera engendrado muchísimas semillas hijas desde el inicio de la enfermedad, cada una de ellas con alteraciones diferentes que les permitirá crecer en el futuro cuando las condiciones le sean más adecuadas”, señaló el doctor Elías Campo, uno de los investigadores.

Estas observaciones confirman la denominada teoría del Big Bang de la evolución del cáncer, que propone que la célula original maligna rápidamente se multiplica en un gran número de células hijas muy diversas con múltiples alteraciones que dan lugar a complicaciones futuras por un proceso de selección de las más adaptadas.

“Esta nueva visión de la enfermedad abre la puerta a desarrollar pruebas diagnósticas altamente sensibles que nos permitan detectar y tratar estas semillas tan malignas muchos años antes de que puedan crecer de forma descontrolada”, explicó el experto.

La leucemia linfática crónica es la leucemia más frecuente en el mundo occidental, con una incidencia de unos 5 casos por cada 100.000 habitantes al año. Acostumbra a ser indolente, pero puede evolucionar hacia un linfoma de células B grandes muy agresivo que tiene una supervivencia media inferior a un año. Esta transformación tumoral se produce en aproximadamente un 5-10% de los pacientes.

 
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