Fábricas doblando turnos y listas de espera: la fiebre por los pellets vacía los almacenes y dispara su precio

Madrid

El papel higiénico en la pandemia, el hielo en verano y los pellets a las puertas de este invierno. El miedo al desabastecimiento y a la subida de precios ha disparado la demanda doméstica de este producto, ya de moda antes de la crisis energética. La reconfiguración del mercado europeo por las sanciones del conflicto en Ucrania ha colocado a España como un proveedor fundamental de pellets para otros mercados europeos, poniendo contra las cuerdas a los fabricantes. El sector estima que las exportaciones se habrán duplicado a final de año.

"Ha habido clientes que hicieron acopio al final de la campaña pasada y decidieron almacenar", cuenta Esmeralda, responsable de una empresa de distribución de pellets en Ávila. "Trabajamos con listas de espera. Según vamos recibiendo camiones, que vienen con cuenta gotas, vamos vendiendo. Imagino que el resto de almacenes de la ciudad están haciendo lo mismo", explica a la SER.

A este adelanto, que ha contribuido a tensionar la producción, se suma ahora el intento de algunos clientes para abastecerse en una sola compra para todo el invierno. "Los pellets han empezado a subir de precio y ha corrido la idea de que iba a ver escasez", explica el presidente de la Asociación Española de Biomasa, Javier Díaz. "Las fábricas están trabajando a pleno rendimiento. No les da tiempo a almacenar. Según van fabricando, van saliendo a los distribuidores", cuenta.

No hay desabastecimiento

Si preguntamos a uno de los mayores fabricantes de pellets de España, son tajantes: "Hace falta sosiego y no comprar compulsivamente. ASí se conseguirá que las producciones no vayan tan presionadas. Poco a poco, a medida que se resuelva la crisis energética, todo se irá normalizando", cuenta Luz Pardo, su consejera delegada.

Según datos de AVEBIOM, la capacidad anual de producción en España es de 2 millones de toneladas de pellets y hasta ahora se producía una media de 800.000, por lo que desde el sector aseguran que hay capacidad suficiente para absorber la demanda. Muchas fábricas están aumentando e incluso doblándo turnos, lo que hace que "el abastecimiento esté garantizado".

Según algunas estimaciones, el uso de pellets puede reducir hasta un 50% la factura de la calefacción en los hogares y cada vez son más los organismos oficiales y empresas que los usan para producir energía. Su precio ha aumentado un 100% en los últimos meses a consecuencia del boom de la demanda, pero también por un shock en la oferta.

Las sanciones por la guerra, un factor clave

Las sanciones a Rusia y Bielorrusia han impedido la entrada de 3,5 millones de toneladas de pellets al mercado europeo. España no dependía de esos distribuidores, así que países como Francia, Alemania o Italia han tenido que recurrir a nuestro país para satisfacer la demanda.

Las exportaciones españolas a final de año se duplicarán hasta alcanzar las 300.000 toneladas, frente a las 130.000 que se envían al exterior normalmente. "La capacidad instalada de producción nos permite ser totalemente optimistas. Es un momento puntual que se va a corregir en breve", explican desde la Asociación de BIOMASA.