Lo de 1982

Madrid

El pabellón de los Bulls se quedaba a oscuras durante la presentación del equipo. Eran los años 90 y el último en aparecer era la gran estrella del equipo, Michael Jordan. De fondo sonaba Sirius, el tema que abría que “Eye in the Sky” el gran disco de Alan Parsons de 1982.

Ese mismo año The Clash publicaba “Should I Stay or Should I Go”, que curiosamente se convertiría en número uno una década después cuando una conocida marca de pantalones vaqueros la usó para uno de sus anuncios. Pero “La única banda que de verdad importa” ya había hecho historia un poco antes con el disco doble London Calling.

La foto de su portada, un icono del rock and roll, muestra al bajista Paul Simonon rompiendo su bajo contra el suelo en un gesto de rabia porque en un concierto de la banda en Nueva York el personal de seguridad no dejaba al público levantarse de sus asientos.

Más allá de la imagen, el disco es toda una declaración de principios de The Clash, y la letra de la canción que le da título conecta de forma sorprendente con la actualidad. Referencias a la llegada de la edad de hielo o la presencia cada vez más cercana del sol ya hablaban hacer más de 40 años de los efectos del cambio climático, ahora tan presente; y la mención a un “error nuclear”, aunque se escribió pensando en lo que había pasado entonces en Three Mile Island (Pensilvania, EEUU), encaja perfectamente con lo que estamos viviendo ahora en la central de Zaporiya, en Ucrania.

El amigo secreto de Pino versiona esos dos temas de The Clash y menciona la conexión con España de la banda. Además de los coros en nuestro idioma que se escuchan en “Should I stay…” (grabados por cierto por el cantante tenajo Joe Ely, amigo de la banda) Joe Strummer incluyó una canción sobre la Guerra Civil de nuestro país en ese disco, tuvo una novia española y una relación muy intensa con Granada. De ahí surgió la producción del segundo disco de 091, que en aquel año de 1982 daba su primer concierto.

Cerramos la sección escuchando a uno de los integrantes de ese grupo, el gran José Ignacio Lapido, que prepara nuevo disco, y recordando otra de las noticias más importantes de aquel 1982 en nuestro país: la victoria del PSOE en las elecciones, la visita del Papa, el concierto de los Stones en el Calderón… pero por encima de todo, el Mundial de Fútbol, que nos dejó entre otras cosas una serie de dibujos animados (“Tienes un amigo más, se llama Naranjito” y el inevitable álbum de cromos. Según la publicidad de la época, un sobre con “seis cromos adhesivos” costaba 10 pesetas. Al cambio, y teniendo en cuenta el IPC, hoy serían menos de 30 céntimos. Un sobre con 8 cromos de la Liga 22-23 cuesta 1 euro.