Las bonificaciones en el Impuesto de Patrimonio reducen a la mitad su recaudación

Madrid

El Impuesto de Patrimonio recauda unos 1.200 millones de euros al año, según los últimos datos de la Agencia Tributaria, que corresponden al año 2020. Una cifra que superaría los 2.200 millones sin las bonificaciones que las autonomías han aprobado en los últimos años y a las que esta semana se han sumado Andalucía y Galicia.

Según los datos oficiales de 2020, la cuota a ingresar por el Impuesto de Patrimonio ascendía a 2.200 millones de euros. Pero al final las autonomías solo recaudaron 1.200 millones, tras aplicar distintas bonificaciones. La Comunidad de Madrid, que tiene bonificado el 100% del impuesto, dejó de recaudar 992 millones ese ejercicio. 19.500 grandes fortunas eludieron pagar ese impuesto por residir en esta comunidad.

Andalucía ha sido la única autonomía que ha seguido los pasos de la Comunidad de Madrid y bonificará el 100% del impuesto. Esto implicará que dejará de ingresar los 96 millones de euros que recaudó en 2020 por ese tributo y que otros 19.000 grandes fortunas se librarán de pagar Patrimonio.

Galicia ya había aprobado una bonificación parcial del impuesto, de manera que los grandes patrimonios gallegos solo pagaban el 75% de su cuota. Ahora, el gobierno de Alfonso Rueda ha anunciado que ampliará la bonificación y que los ricos solo tendrán que pagar el 50% del impuesto. Esto supone, para las arcas gallegas, dejar de ingresar unos 34 millones de euros. Unos 7.600 declarantes verán reducidos sus impuestos a la mitad.

En total, serán unos 1.200 millones los que se dejarán de recaudar con estas bonificaciones en Madrid, Andalucía y Galicia. A ellos hay que sumar otras pequeñas bonificaciones que se aplican a determinados colectivos en Cataluña, Asturias y Aragón, aunque son de cuantía e impacto muy limitado. Esto implica que las decisiones autonómicas reducen a la mitad los ingresos por el Impuesto de Patrimonio. Lo que se deja de recaudar con estos tributos se acerca a lo que el Gobierno espera ingresar de más con el impuesto a la banca.