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Crónica 24/7: la vida después de un incendio, reconstrucción y resignación

Volvemos a las zonas afectadas por los incendios forestales de Bejís, en Castellón, y de Vall d'Ebo, en Alicante, para ver cómo empiezan de cero sus vecinos

Reportaje EP38 | La vida después de un incendio: reconstrucción y resignación

Reportaje EP38 | La vida después de un incendio: reconstrucción y resignación

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València

Los vecinos de las comarcas afectadas por los incendios de Bejís, en en interior de Castellón, y de Vall d'Ebo, al norte de Alicante, tratan de seguir con su día a día un mes después del incendio. Los datos definitivos cifran en 17.300 las hectáreas afectadas en el incendio de Bejís y 10.900 en Vall d'Ebo. Son los peores incendios de la década en la Comunitat Valenciana, y en estos pueblos rara es la persona a la que el fuego no le haya afectado de alguna manera.

Hay localidades en las que se ha quemado más del 90% del término municipal. Los más mayores han decidido no volver a plantar en las tierras quemadas, que más que valor económico, tenían valor sentimental. Y también tenía mucho valor sentimental el paisaje, que pasó del verde al negro, o al marrón en el mejor de los casos, en solo una semana.

La ceniza todavía persiste en muchas carreteras, sobre todo en los caminos menos transitados, y en los días de lluvia el olor a quemado es todavía más intenso. Estos no han sido los únicos incendios de la zona, pero sí los más graves. Amparo, que lleva 83 años viviendo en Torás, un pueblo muy cerca de Bejís, explica así cómo ha cambiado el paisaje.

Avanza sin control el incendio de Vall d&#039;Ebo (Alicante)

Duro golpe para el turismo

Los incendios no solo han afectado a la agricultura y la ganadería: tanto la zona de Bejís como la de Vall d'Ebo son muy frecuentadas por senderistas y por ciclistas que hacen rutas por la naturaleza. Un tipo de turismo que ahora ha caído en picado, por lo que los hosteleros han tenido que empezar de cero.

Mihael regenta una casa rural en Margarida, un pequeño núcleo de Planes, a 15 kilómetros de Vall d'Ebo, desde hace 25 años. La mitad de sus turistas, aproximadamente, son de fuera de la Comunitat Valenciana, aunque el resto, y sobre todo durante la temporada baja, vienen de Valencia, Castellón o de otros puntos de Alicante, buscando la tranquilidad de un paraje que hasta ahora era totalmente verde, y las rutas de senderismo que hay por la zona.

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Con Mihael repasamos cómo ha cambiado la vida de estos pueblos desde el 13 de agosto hasta ahora: todo empezó con una tormenta eléctrica que, reconoce, fue hasta bonita. Eso era sábado por la noche; un día después el olor a quemado empezó a estar presente en Margarida y desde detrás de las montañas ya se veía el humo acercarse. Durante unas horas de ese domingo parecía que el incendio se podría controlar aunque el lunes 15 todo cambió. El viento cambiante y las altas temperaturas obligaron a evacuar todo el pueblo, también la casa rural.

La evacuación duró tres días, en los que nadie sabía cómo iba a estar el pueblo, y después llegó el retorno. Las casas se habían salvado, pero todo el paisaje había cambiado. Mihael lo describe con una frase: "Negro es el nuevo verde".

Y tocó empezar de cero. Los primeros días, explica, notaron el apoyo de los clientes habituales pero, ahora, un mes después, las visitas han caído en picado. Y es que todo lo que tenían aprendido: las rutas de la zona, los lugares de visita, ya no sirven porque han ardido. En todo caso ya estudian más formas de turismo en la zona y nuevas rutas que puedan hacer los senderistas o los ciclistas que vayan a esa casa rural.

Resiliencia y esperanza en el futuro

Un ejemplo de resiliencia que también refleja Rosa María: regenta un bar uno de los municipios más afectados por el incendio de Vall d'Ebo, y aunque reconoce que el golpe ha sido duro, está segura de que saldrán adelante.

Los vecinos tienen sus esperanzas puestas en que, con la llegada de las lluvias, puedan aparecer los primeros brotes verdes en el bosque. Mientras tanto, tratan de pasar página y de reconstruir lo destrozado, pero sin asomarse mucho por la ventana, para intentar olvidar que, hace ahora un mes, las llamas lo arrasaron todo.

Así se juegan la vida los bomberos forestales en el incendio de Bejís, en Castellón
Adrián Sánchez

Adrián Sánchez

Redactor de informativos en Radio Valencia y editor de Hora 14 Comunitat Valenciana los fines de semana....

 
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