Sociedad

¿Abrir los colegios 12 horas al día es la solución para conciliar?

PP y PSOE proponen en la Comunidad de Madrid utilizar durante más tiempo las instalaciones escolares

Un niño en el colegio público Hernán Cortés de Madrid el 7 de septiembre. / Europa Press News

Madrid

La natalidad continúa en mínimos en España mientras que la precariedad laboral aumenta. Ambas circunstancias se comportan como vasos comunicantes: sin trabajo o con uno que no permita independizarse resulta imposible formar una familia y tener hijos. Quienes lo hacen se enfrentan a unos problemas de conciliación profundos que ya comenzaron a solucionar los países nórdicos hace décadas con políticas basadas en amplios permisos de maternidad y paternidad, más plazas de guardería y ayudas. En España, la equiparación de estos permisos se ha quedado corta en un panorama lastrado por la crisis energética y una inflación disparada que compromete la economía global. Por eso, la pregunta del millón que resume las dificultades para la crianza es qué hacer con los hijos cuando los progenitores están trabajando.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Ayuso, planteó la posibilidad de que los colegios abran sus puertas desde el 1 de septiembre, algo que quiere sondear con las familias y la comunidad educativa. Desde el PSOE, Juan Lobato, ha propuesto abrir todos los colegios públicos de siete de la mañana a siete de la tarde y desde el 1 de septiembre hasta el 31 de julio.

"Creo que la propuesta es un parche que no viene a solucionar realmente el problema que tienen las familias para cuidar de sus hijos e hijas y tener un trabajo remunerado. Lo que necesitan los niños y niñas no es pasar más tiempo en un entorno escolar sino tiempo con sus padres, en el parque, con amigos fuera de ese lugar en el que ya pasan un montón de horas y que, en la mayoría de casos, con instalaciones poco amables con la infancia con patios de cemento y poco verde, por ejemplo", explica Diana Oliver, autora de 'Maternidades precarias'.

Mari Carmen Morillas, presidenta de la federación de asociaciones de familias de Madrid, la FAPA Giner de los Ríos, recuerda la reivindicación histórica de abrir los centros públicos a toda la ciudadanía. "Hablar de conciliación familiar y laboral son palabras mayores ya que requieren un estudio profundo y serio para poder dar respuestas a todas las necesidades que las familias españolas llevamos arrastrando desde hace muchos años", afirma. La federación denuncia que se ha iniciado el curso con centros inmersos en "eternas obras inacabadas" y que sigue habiendo zonas solicitando la construcción de centros públicos sin obtener respuesta. Tampoco existe un plan concreto de desamiantado de centros educativos. "Hay muchos temas pendientes, como la falta de contratación de docentes, la implantación de profesionales como puede ser el de enfermería escolar, logopedas o psicólogo educativo", explica Morillas.

"Hemos normalizado que lo que toca es no ver a los hijos"

España es el tercer país de la UE con el menor porcentaje de ayudas sociales destinadas a las familias e hijos con un 5,4% del total, frente al 8,7% de media en la UE, según datos de Eurostat de 2019. La apertura de sol a sol de los colegios no convence como media para conciliar. "Cuando se apela a que es un recurso que no es obligatorio usar pienso en el peligro de normalizar que existe ese horario tan amplio y que, por tanto, para qué vas a mejorar el horario si tienes ya la solución. Cuando se amplió el horario de comercio, y se planteó que pudiera abrirse en muchos lugares todos los domingos, seguro que muchos lo vieron como una oportunidad: más empleo, más facilidades para que quienes tienen horarios imposibles puedan ir a comprar cualquier día. El tiempo ha demostrado que ha servido para empeorar las condiciones de quienes trabajan en el sector, cada vez más precario, mientras tú tienes la posibilidad de consumo infinita", explica Diana Oliver.

"Hemos normalizado condiciones de explotación desde la idea de que siempre podría ser peor. En el caso del cuidado de los hijos y las hijas hemos normalizado que lo que toca es no ver a tus hijos, primar lo laboral, sentir que cuando trabajas y recibes un sueldo estás haciendo algo importante y en cambio no estás haciendo nada cuando cuidas", insiste.

La vorágine de las horas fuera de casa

Las necesidades de las familias para una conciliación que no llega van más allá. "Habría que pensar en qué necesitan los niños y niñas que no es otra cosa que familias sostenidas. Entiendo que es una propuesta desde una comunidad autónoma y no estatal, pero también desde aquí se pueden hacer cambios importantes que sienten un precedente como ayudas universales a la crianza, como bien proponían desde Plataforma de Infancia hace unos días. No creo que debamos aspirar a que nuestros hijos e hijas se acoplen a esta vorágine de horas fuera de casa, con jornadas larguísimas, sino a que le demos una vuelta y seamos nosotros quienes podamos acoplarnos a unos ritmos más pausados, con más tiempo disponible y no como robots corriendo de un lado a otro para no llegar a nada", añade Oliver.

En España, los alumnos de Primaria tienen 792 horas anuales frente a una media de la UE de 766, según el último Panorama de la Educación de la OCDE. Y en la ESO tienen 1.056 horas anuales de clases, frente a 886 de la media de la UE. Las propuestas destinadas a favorecer la conciliación son más complejas y según la autora de 'Maternidades precarias' se necesita una reflexión profunda sobre cómo vivimos, en qué condiciones, qué consecuencias tiene para exigir recursos, tiempo y cambios reales a nivel estructural.

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Maika Ávila

Maika Ávila

Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...

 
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