Internacional

Seis meses de guerra en Ucrania: ¿sacará Rusia su arsenal nuclear?

La "operación militar especial" ordenada por Putin también ha provocado una crisis energética y una crisis alimentaria

Un grupo de vecinos pasean por las calles de Bucha, escenario de una de las peores matanzas en los primeros seis meses de guerra (EFE/EPA/ROMAN PILIPEY). / ROMAN PILIPEY EFE

Madrid

Ni las sanciones de la comunidad internacional, ni las presiones políticas mundiales han logrado frenar un conflicto que ha desplazado ya a seis millones de refugiados. Una “operación militar especial” que además ha provocado una crisis energética y alimentaria preocupante.

El 24 de febrero de este año, Vladimir Putin dio un paso más y las tropas rusas, que llevaban meses cercando Ucrania, traspasaron la línea fronteriza y entraron en el país vecino en lo que denominaron “operación militar especial”, aunque en realidad se trató del comienzo de una invasión militar. Una guerra que dura ya seis meses.

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Avanzaron los soldados rusos por el Donbás y Crimea —que ya habían ocupado en 2014— con el objetivo de hacerse con el este de Ucrania. Pero no solo el Donbás: el despliegue ruso auguraba que tenían un objetivo mucho más ambicioso. Los bombardeos y los soldados rusos llegaron hasta las afueras de la capital, Kiev, en los aledaños de Járkov, ocuparon Jersón y Mariúpol y se hicieron con el control de la región prorrusa del Donbás.

El puerto de Mariúpol

Mes y medio después de haber iniciado la ofensiva, Putin dio la orden de retirarse del norte y focalizar los ataques en el sureste del país, alrededor de Donetsk y Lugansk, en la región del Donbas, sin olvidar el puerto de Mariúpol, con el que se hicieron a finales de mayo, tras un virulento ataque.

Vista interior del Drama Theatre de Mariupol (EFE/EPA/SERGEI ILNITSKY). / SERGEI ILNITSKY

Una de las batallas más complicadas fue la de Severodonestsk, a principios de verano, que ganaron los rusos y se hicieron con el control de las localidades aledañas. Ahora Rusia focaliza sus ataques en las zonas separatistas, para afianzar su posición.

Aprovechar la ayuda occidental

Los ucranianos tratan de recuperar Járkov y Jersón. Los rusos, por su parte, controlar la región separatista del Donbás, que comunica el territorio ruso con la península de Crimea, que ya se quedaron los rusos para ellos en el 2014.

La estrategia ucraniana es sacar el mayor partido a la ayuda militar occidental: drones y bombardeos selectivos en zonas clave. Rusia, por su parte, trata de mantener las zonas conquistadas, pero su equipamiento militar ha visto mejores tiempos y las tácticas son bastante descabezadas.

Un refugiado ucraniano cocina en Chinasau (Moldavia), a donde llegaron buena parte de los más de 11 millones de personas que han huido de la guerra (EFE/EPA/DUMITRU DORU). / DUMITRU DORU

Ni vencedores ni vencidos: ¿solución 'coreana'?

Moscú creyó que iba a ser una guerra rápida: llegar, ocupar, y vencer. Pero Ucrania ha presentado una férrea resistencia con la ayuda militar occidental, que ha hecho a Moscú replantearse su estrategia varias veces.

¿Y ahora qué? Sir Jim Hockenhull, el jefe de la inteligencia militar británica, contaba a la BBC esta misma semana que "se equivocan quienes piensan en términos duales sobre esta guerra, porque no habrá vencedores ni vencidos a corto plazo". En su opinión, lo que puede producirse es "un conflicto de larga duración con ofensivas, contraofensivas y donde la única duda es si Rusia sacará su arsenal nuclear o no".

80.000 rusos muertos o heridos

Opinión contrapuesta tiene el que fuera comandante supremo de la OTAN para Europa, el almirante James Stavridis, quien asegura que la solución a la guerra es un armisticio donde haya una zona militarizada y una división del territorio, parecido a lo que ocurrió en Corea. Starvridis va más allá y dice que en los próximos seis meses no se prevé que ninguna de las partes cederá en sus posiciones.

La madre del soldado Andrii Verkhoglyad sujeta un retrato de su hijo durante la ceremonia de su funeral, en Kiev, el pasado 8 de julio (EFE/EPA/OLEG PETRASYUK). / OLEG PETRASYUK

Las cifras oficiales ucranianas difundidas esta semana elevan a 9.000 los soldados de su bando fallecidos en la contienda. En la parte rusa no hay cifras oficiales, pero según estimaciones norteamericanas de muertos y heridos, superaría los 80.000.

El papel de China

Mas allá de estos augurios de expertos, hay varias claves a tener en cuenta en los próximos meses. ¿Hasta dónde llegará China? El apoyo del gigante asiático o el mayor acercamiento a Putin es de vital importancia, y más tras el cabreo de Xi Jinping con la visita de Nancy Pelosy a Taiwán.

Luego tenemos los daños colaterales. Las crisis geoestratégicas y económicas. Estados Unidos apoyando a Europa, y la OTAN recuperando financiación económica y militar, con nuevos socios, y afrontando recortes en los suministros de petróleo, gas, cereales y fertilizantes.

El carguero 'Razoni' viaja bajo bandera de Sierra Leona, en el puerto de Odesa. / Anadolu Agency

Consecuencias económicas

La inflación está disparada en Europa y la amenaza de recesión mundial asoma a la vuelta de la esquina, pero lo peor es que ambas partes han sufrido ingentes daños humanos y materiales, sin que ninguna parezca dispuesta a aceptar un alto el fuego o a entablar conversaciones de paz.

Las sanciones, que tenían el objetivo de aniquilar la economía rusa, en realidad no han hecho mucha mella. Los ingresos de las exportaciones rusas han aguantado la presión buscando nuevos mercados en Asia y el Pacífico. Habían estado preparándose para eso durante ocho años y ahora están mejor preparados que el resto para aguantar.

Victoria García

Victoria García

En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...

 
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