"Mi única condición para casarme era traer un contenedor de libros de Uruguay a España": así se vive el amor incondicional por la lectura

Madrid

Hace unos días, Juan Zamora Bermudo decidió ordenar su biblioteca y en una carta a la directora publicada en el diario El País relataba que su biblioteca era un "puro desorden" y que, como todo en su vida, "volverá a ser puro desorden". Tal y como relataba, "no sé cuál es el final de esta aventura en la que me embarqué sin saber dónde me metía. El capricho del destino querrá que, dentro de unos meses, los libros estén revueltos y no pueda encontrar lo que busco". Hoy, nos cuenta en La Ventana que la reorganización de su biblioteca "está parada" y que, según confiesa, está "retomando fuerzas para volver a la carga".

Juan Zamora cuenta con más de 600 libros en su biblioteca particular y aunque al principio lo vio como una tarea "bastante fácil", a medida que fue avanzando vio "que tiene su técnica y su planificación previa". De hecho, pensó ordenarlos por tema, pero como nos cuenta, cuando se encontró la novela 'A sangre fría' de Truman Capote "no sabía si ponerla en narrativa hispana o en crónica periodística" y, desde ahí, se dio cuenta que ordenar una biblioteca no era una misión fácil. Al final, como sostiene, ha dejado en primer plano los que más le gustaban "para tenerlos controlados".... y los demás "pues ya veremos lo que iremos haciendo".

Los oyentes se asoman a La Ventana para explicarnos sus bibliotecas y su idilio por la lectura

Silvia es uruguaya, pero se mudó a Barcelona por amor. Eso sí, con una petición: "Mi única condición para casarme era traer un contenedor de libros de Uruguay a España". Para Silvia, periodista de vocación y bibliófila, los libros son "un tesoro" y cada vez que sale a la calle no puede evitar cruzarse con ellos porque la atraen como si de imágenes se tratasen. Además, nos confiesa que tiene libros en todas partes y que no le caben: "Todas las habitaciones tienen libros, y si no me caben, intento darles siempre una segunda vida y hago que circulen". Porque como nos cuenta: "Nunca he tirado un libro, no puedo, los libros no mueren, los rescato y los reciclo". De hecho, para nuestra oyente, "estar aburrida estando rodeando de libros es imposible" y "coleccionando libros me preparo para mi jubilación".

Otros oyentes como Óscar, de Valencia, nos cuentan que ordenan sus libros por editorial y por autor. Es más, Óscar cuenta con más de 1000 libros y nos dice que, al final, los ordena por lo que le gusta. Eduardo, de Pamplona, nos confiesa que es bastante cabezón y que "le doy una y otra oportunidad hasta que lo leo". Es más, nos cuenta que aunque no le gusta, sigue insistiendo hasta leer el libro. Antonio, de Madrid, nos cuenta que de hecho tiene un método infalible para no repetir libros: "Tengo en el ordenador todos mis libros registrados, y cuando voy a comprar, reviso mi registro para no repetir". De hecho, nos cuenta que El Quijote es el único libro que tiene en sus dos casas y que no tiene ningún otro repetido gracias a su método.

'Trachinando con los libros', uno de los mejores proyectos de España

El municipio zaragozano de San Mateo de Gallego ha sido reconocido como uno de los pueblos más afines a la lectura. Su proyecto, 'Trachinando con los libros', ha sido galardonado como uno de los mejores proyectos de animación a la lectura realizados por bibliotecas públicas de municipios con menos de 50.000 habitantes. Rubén Martínez, el concejal de cultura de San Mateo de Gallego, nos cuenta que este proyecto ha tratado de trachinar con los libros: "El objetivo es ir de un lado a otro con los libros y hemos ido personalmente a dar libros a los usuarios que nos lo pedían". Al fin y al cabo, esta iniciativa, según explica, tiene como objetivo sacar los libros a la calle.

Asimismo, este concejal, que con 23 años es uno de los más jóvenes de España, confiesa que se votó a sí mismo la primera vez que podía votar y que con mucho esfuerzo, y gracias a los voluntarios, se ha conseguido darle una segunda vida a la biblioteca. Así, el pueblo gira en torno a la biblioteca y han donado libros a hospitales, a la cárcel, y han realizado actividades de animación a la cultura. Al fin y al cabo, San Mateo de Gallego busca eso, trachinar con los libros y darle vida. Y de hecho, Rubén Martínez nos cuenta que es un gran lector y que tiene a su madre loca porque sigue viviendo con sus padres y tiene libros hasta en el suelo.