De María Zambrano a Lydia Cacho: cartas desde el exilio

Madrid

En esta tercera entrega de Cartagrafías, sección donde estamos retratando personajes a través de su correspondencia, nos acercamos a varios protagonistas a la vez con un punto en común: el exilio. En los fragmentos de las cartas que repasamos en este capítulo, no solo se retrata la realidad de un individuo sino de un país, de una biografía y de un periodo histórico que queda inmortalizado gracias a ese ejercicio aparentemente sencillo que es escribir una misiva pero que encierra todos nuestros anhelos, esperanzas o pérdidas.

Nuestra primera protagonista es Lydia Cacho, la periodista mexicana ha publicado recientemente el libro “Cartas de amor y de rebeldía”, con la editorial Debate, cuyo proceso de creación nos va a ayudar a entender muy bien los sentimientos que invaden a los exiliados. La periodista tuvo que salir de su país, aconsejada por la Interpol y la DEA, porque su vida corría un grave peligro. Sus investigaciones y denuncias periodísticas la han puesto en la diana de las mafias de traficantes de personas. Había sufrido un secuestro y en 2019 entraron en su casa en México -ella afortunadamente estaba fuera pero asesinaron a sus dos queridas perras-. Ya en España, en plena pandemia, y con el miedo de tener que volver a su país si la estabilidad legal no llegaba, el médico le diagnosticó “el síndrome de la exiliada”, cuando el exilio rompe tu corazón en dos. Para superar el miedo y la ansiedad que la paralizaban, decidió revisitar las cartas que durante toda su vida compartió con su familia y amistades como con María Rosa Ochoa, su cómplice en la aventura de hacer radio pública de contenido feminista.

El resultado es un libro que recopila cartas y páginas de sus diarios personales. Encontrarse con todo este material, que afortunadamente ha conservado, fue como “repatriar su pasado”, ha explicado. A través de estos documentos repasa toda su vida, sus relaciones familiares y personales, su crecimiento profesional e individual y por supuesto, el momento del exilio. Destaca una carta donde explica a su padre cómo se siente lejos de su hogar y que ella misma nos lee en este capítulo. La periodista consiguió nacionalidad española por carta de naturaleza en 2021 y continúa ejerciendo su profesión con libertad. “La aventura de vivir no ha terminado, lo que me quede lo gozaré con amor y rebeldía”, escribe.

De la historia de exilio de Lydia Cacho viajamos a la de la escritora Isabell Allende, una gran amante del género epistolar y a la de intelectuales españoles que vivieron en exilio. En los últimos años se han publicado varios libros que recogen este tipo de cartas como el “De mujer a mujer” que recoge la correspondencia de la poeta y premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral, con creadoras españoles de 1942 a 1956, que abandonaron España amenazadas por Franco como Maruja Mallo, María de Unamuno, Victoria Kent o María Zambrano. Mistral –otra gran escritora de cartas- apoyó a nivel emocional a estas mujeres, pero también con dinero o gestiones para facilitar su llegada a México y la de sus familias.

María Zambrano, la filósofa y poeta, que se carteó con Gabriela también tiene una correspondencia apasionante sobre la que existen varios trabajos de investigación. Gran parte de sus cartas están guardadas en la Fundación María Zambrano de Vélez-Málaga que se ha encargado de catalogar su extensa obra. Era una escritora de misivas compulsiva, escribía en todos los rincones del papel con letra muy apretada y existen muchos ejemplares relacionados con su vida en el exilio. Vivió fuera de España durante 40 años e intercambió cartas con amigos como el pintor Ramón Gaya o la intelectual italiana Elena Croce, durante 35 años, toda una vida de amistad en cartas.

Camilo José Cela, desde la España de Franco, se carteó durante años con exiliados republicanos con el objetivo de que participaran en su revista “Papeles de Son Armadans” que daba algo de luz a un panorama cultural desértico a consecuencia de la dictadura. El archivo de cartas de Cela es inmenso porque las guardaba todas, incluso hacía copias de las cartas que enviaba. Defendía su revista como una "sosegada esquina de la historia de España en la que los españoles de buena voluntad podamos hablar”. Existen varios libros publicados con sus cartas y en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes como la correspondencia que compartió con el escritor Ramón J. Sender.

Otra guerra que expulsó a la gente de sus patrias fue la Segunda Guerra Mundial y desde el exilio, personajes como el científico Albert Einstein escribieron cartas relacionadas con la contienda y que han alcanzado precios millonarios en subastas. Más allá de lo material, estas misivas tienen un valor histórico imprescindible para concienciar y retratar el horror de los conflictos.