Las cosas son así. Vienen así
En África hay una sequía larga y severa, peor que la española, peor que la europea, peor que la americana, y miles de personas, las más fuertes, piensan en emigrar. Negarse a ver esa realidad no servirá para nada, sino para aumentar la tragedia. Las cosas son así. Vienen así
Imagen del deshielo y el cambio climático. / WWF
Madrid
El anticiclón de las Azores, que modula buena parte de la climatología no solo en España, sino también en el resto de Europa Occidental y en la costa este de Estados Unidos se expande e intensifica, dicen los expertos, lo que quiere decir que llueve cada vez menos. Si alguien se conecta con Euronews lo primero que oirá cada día es que la sequía amenaza las cosechas y el agua potable en el Valle del Po, que está agostando todo Portugal y que seca tanto los pantanos españoles que surgen pueblos anegados hace décadas. Pero también que en Corea del Norte la penuria de las cosechas lleva a convertir oficinistas en labradores improvisados, que en Irak la falta de agua ha hecho visibles restos de una ciudad sumergida por un río hace tres mil años y que en California estiman que sufren la peor sequía desde que empezaron a llevar la cuenta, allá en 1895. No hace falta recurrir al servicio meteorológico mundial para saber que al sur de Marruecos los ríos están secos. Aceptemos por lo menos que dejar a su suerte a los subsaharianos que están abandonando sus países de origen y se lanzan como pueden hacia el norte, es una gran crueldad. Las cosas son así. En África hay una sequía larga y severa, peor que la española, peor que la europea, peor que la americana, y miles de personas, las más fuertes, piensan en emigrar. Negarse a ver esa realidad no servirá para nada, sino para aumentar la tragedia. Las cosas son así. Vienen así.
Las cosas son así. Vienen así
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Soledad Gallego-Díaz
Es periodista, exdirectora del periódico 'EL PAÍS'. Actualmente firma columnas en este diario y publica...
