Un paseo alérgico por el Jardín Botánico entre arañas cangrejo, cipreses y estornudos

Concédanse este paseo entre arañas cangrejo, olivos, cipreses y currucas capirotadas. Entenderán cosas que no sabían cuando llegue el picor de ojos, los estornudos y los problemas para respirar con normalidad. Nos encerramos en el Real Jardín Botánico de Madrid con una con un jardinero paisajista y una alergóloga.

La Cuesta de Moyano

La doctora Ortega Casanueva es pediatra, alergóloga, forma parte de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) y trabaja en la Clínica Senda, de Madrid. Eduardo Barba es jardinero paisajista, investigador botánico en obras de arte y autor de libros como “El Jardín del Prado”. Accedemos al Real Jardín Botánico por una puerta vecina de las casetas de madera de los libreros de la Cuesta de Moyano. En la misma entrada hay cuatro grandes cipreses.

-Eduardo: “A la entrada es casi una Villa Medici. Y esos cipreses, cuando sus sacos polínicos están a tope y los mueve un poco el aire, empiezan a verter en el aire miles y miles de granos de polen”.

-Cristina: “Los cipreses, las cupresáceas arizónicas, es lo que llamamos el polen del invierno. Las personas que empiezan a tener síntomas en octubre, noviembre, diciembre y hasta febrero, estos son los árboles culpables”.

Arañas cangrejo

Una jardinera riega iris y senecios bicolores, las milamores están en flor, dos gatos vigilan los movimientos de la urraca entre las azucenas, las flores blancas de la celinda cuelgan sobre una de las sendas.

-Eduardo: “Cuidado que hay una araña cangreja aquí. Y mira, una mariposa de la col. Es que la flor es un microcosmos y de repente podemos ver un abejorro, una abeja...¡Ah, y mirar una mariposa podalirio, una de las más espectaculares que tenemos en la península ibérica",

- Cristina. “Ahora que vemos aquí a las abejas y abejorros, esa es otra de las alergias de primavera-verano, que no es por inhalación , pero sí por picadura”.

Los olivos

Caminamos hasta unos terrenos donde dominan los olivos. Se estima que en España hay más de 300 millones. Algunos ejemplares del Botánico están echando hoja nueva y pueden verse en plena floración.

-Eduardo: “Estas ramas bajas están llenas de pequeñas florecitas. Y si nos fijamos, tienen cuatro pétalos muy chiquititos, unos estambres que están ahora de un colora amarillento. ¿Y qué tenemos en esos estambres?

-Cristina: “El polen. Y que el tamaño de este polen sea tan pequeñito, hace tan fácil que se disperse con el viento y llegue a nuestras vías respiratorias”.

La poa annua

Están podando las orillas de la pradera de césped de una glorieta en cuyo centro, rodeado por las aguas de un estanque de aires decimonónico, se eleva un busto en honor al naturalista y botánico sueco Linneo. Allí es fácil encontrar la Poa Annua.

-Eduardo: “Es una de las especies más extendidas por todo el planeta. Esta pequeña gramínea crece en cualquier resquicio de una acera de cualquier ciudad de España. Florece incluso en pleno invierno. Cuando no ves otras plantas, la poa annua aparece al pie de la papelera, del banco, de las ruedas de los coches y está en plena floración”

-Cristina: “El lolium perenne es una de mis favoritas. Esta es gramínea por excelencia. Es de la más alergénicas. Está en todos los céspedes".

Desde el paseo del Prado llega el rumor del tráfico que corre en dirección a Neptuno. En la rama de un fresno asiático canta un pajarillo. - “Es una curruca capirotada”-, los vilanos se amontonan a los pies de los plátanos que dan sombra a una plazuela cercana al Pabellón Villanueva.

-Eduardo: “La gente se piensa que esa pelusa que flota de los chopos (y de los plátanos de sombra) es polen. No, no. Es parte de la semilla que hace que aumente su flotabilidad, que pueda flotar lejos y extienda la especie”.

-Cristina: “Eso no da alergia. Se confunde porque es en esta época cuando vemos las calles de las ciudades como un manto blanco. Pues no, se confunde, eso no da alergia. Es la gramínea que está mezclada lo que nos produce los síntomas. La gente dice, - ¡Cuánto polen ahí-, pues no es polen! El polen no lo vemos”.

En el huerto que cuida Eustaquio no tardará en florecer el girasol, hay tomateras, puerros, trepa la judía y ya están agostadas algunas de las gramíneas:

-Eduardo: “Este trigo tiene ya el grano gordo, aquí ya no hay polen, la estructura floral ha desparecido para dar paso a la semilla”.

-Cristina: “Pero cuando florece o se siega puede dar alergia ese polvillo tan irritante, además del polen residual. Respecto a las gramíneas, tener alergia a los pólenes, puede que los predisponga a tener alergias a las rosáceas, que son la manzana, el melocotón, también de otra familia como la del melón, la sandía y los tomates. Hay personas que tienen alergia al tomate y las gramíneas”.

Tomamos rumbo a los muros de granitos por donde trepa la parietaria, una de las plantas que más alergias produce, aunque a mitad de camino nos topamos con el arma a limón de las hojas de la Hierba Luisa. El calor aprieta, los visitantes del al Real Jardín Botánico beben de una de las fuentes y buscan las sombras, se oye un estornudo, las abejas pecorean entre las flores de la arvejana y el granado y sobrevuelan los ramajes de los tilos, una jardinera recoge maleza bajo una gran adelfa de flores rosas.