La Roma se da un baño de masas

José Mourinho volvió a llevar la gloria a Roma. Hacía 14 años que los romanos no tocaban metal. Hasta que llegó The Special One y rompió la sequía en su primer año al frente del conjunto italiano. La victoria en la final de Tirana ante el Feyenoord (1-0) no sólo reconcilió a la Roma con un título (su último trofeo fue la Coppa de 2008 y de tipo europeo la Copa de Ferias de 1961), también a Mourinho, que se alzó como el primer entrenador en conseguir ganar Champions, Europa League y Conference. Un triunfo así necesitaba una rúa para celebrarlo.

Los 'giallorosi' se dieron un baño de masas por las calles de la ciudad. La afición respondió al llamamiento del club. Más de 100.000 personas paralizaron las calles de Roma, abarrotadas para asistir a la rúa que llevó a la plantilla al Circo Máximo, antiguo estadio de 'La Loba', donde se culminó la fiesta. 61 años después del último título europeo, la celebración ha mostrado cuánto necesitaba Roma reencontrarse con una victoria así. Después de conquistar la primera Conference League, la temporada que viene subirá al siguiente escalón: le espera la Europa League.

José Mourinho se ha mostrado muy emocionado desde que el colegiado pitase el final que lo coronaba. En el paseo en autobús, ha dejado una bonita estampa llevándose la mano al corazón mientras saludaba a la afición presente en los alrededores del Coliseo Romano. De hecho, el técnico ya se considera un hincha más de 'La Loba' con tan sólo una temporada al frente del banquillo. "Soy hincha del Porto, del Inter, del Chelsea, estoy loco por el Real Madrid y ahora soy un hincha de la Roma. Pertenezco a los que hacen una familia conmigo", comentó.