El micromentario de Pepe Belmonte: 'De premios y presentaciones'

Murcia

Semana de premios –de premios literarios de importancia– y de presentaciones. La cultura –ya lo dijo Diógenes Laercio hace unos cuantos siglos– es el mejor refugio en tiempos adversos.

Luis Landero, el autor de Juegos de la edad tardía y de otras cuantas espléndidas novelas, como El balcón en invierno o, la más reciente, Una historia ridícula, obtuvo el Premio de las Letras que cada año concede el Ministerio de Cultura al conjunto de una labor literaria.

El genial novelista extremeño, que se inició tarde en el mundo de la creación literaria, ha tenido tiempo de sobra para legarnos relatos de gran altura, deliciosamente escritos y repletos de sentimientos y experiencias que compartimos sus muchos lectores.

Unos días después, un venezolano prácticamente desconocido más allá de algunos círculos literarios, Rafael Cadenas, conseguía el Premio Cervantes, que es algo así como el Nobel de literatura en lengua castellana.

Se cuentan muchas anécdotas de este poeta. Entre ellas, el hecho de que, en un momento determinado de su vida, decidiera dejar de usar la palabra “patria” en cualquiera de sus escritos. “Se trata –explicó Rafael Cadenas– de un vocablo del que ya se ha abusado demasiado”.

Algunos personajes españoles, sobre todo del mundo de la política, deberían plantearse muy seriamente la iniciativa.

Finalmente, esta tarde, a partir de las siete y media, en el Hemiciclo de la Facultad de Letras, el director-médico del Hospital Reina Sofía, Fernando de la Cierva, acompañado por el escritor Jerónimo Tristante, presentará su novela titulada Entonces supe que iba morir.

Se trata de un entretenido relato de carácter policíaco, escrito con enorme soltura, en el que se cuentan las artimañas de un peligroso asesino en serie que comete una de sus fechorías en las inmediaciones del Paseo del Malecón de Murcia.

Nuestra tierra, como Barcelona, Londres o Nueva York, también es un lugar adecuado en el que desarrollar la acción de la mejor novela negra y criminal. Asuntos de este tipo no van a faltar.

Pepe Belmonte