Tribunales

Los médicos de la UCI del Santa Lucía dicen que Sara Gómez llegó en extrema gravedad tras someterse a una lipoescultura

Los tres facultativos han declarado como testigos en el juicio por homicidio en el que han añadido que su estado, con un fallo multiorgánico, era tal que descartaron operarla por el riesgo que habría supuesto

Hospital Santa Lucía / Radio Cartagena

Murcia

Los tres médicos de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Santa Lucía, de Cartagena (Murcia), en el que fue ingresada Sara Gómez, la mujer que falleció un mes después de ser sometida a una lipoescultura en una clínica de esa ciudad, han señalado este miércoles que el estado de la paciente era extremadamente grave.

Al declarar como testigos en las diligencias que por un presunto delito de homicidio por imprudencia se tramitan en un juzgado de instrucción cartagenero, en las que figuran como investigados el cirujano y el anestesista que intervinieron en la operación, quienes se ocuparon del seguimiento de su estado durante la primera han añadido que su estado, con un fallo multiorgánico, era tal que descartaron operarla por el riesgo que habría supuesto.

Fue al sexto día cuando su situación se había agravado tanto que se decidió intervenirla, ya que de no hacerlo se consideraba que su fallecimiento podría ser inevitable, aunque finalmente murió en dicho hospital el 1 de enero pasado, un mes después de la lipoescultura.

Han explicado también que poco después de su ingreso comenzó a supurar por las lesiones producidas con la cánula utilizada en la operación de cirugía estética una sustancia que creyeron que podía ser orina, aunque tras los análisis se determinó que era líquido fecal.

También presentaba daños en el riñón y el hígado e insuficiencia respiratoria dentro de un estado que se fue degradando con el paso de los días.

El juzgado acordó recientemente requerir a un hospital de Murcia para que aporte las historias clínicas de las operaciones de cirugía en la zona abdominal de Sara Gómez realizadas allí antes de la lipoescultura.

Los familiares de Sara Gómez, a los que defiende como acusación particular el penalista murciano Evaristo Llanos, sostienen que su fallecimiento se produjo como consecuencia de las heridas que le fueron producidas con el manejo de la cánula, que causó múltiples perforaciones intestinales.

 
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