Huelga indefinida de los bomberos comarcales de Galicia

Santiago de Compostela

En un plazo de 10 días los bomberos comarcales de toda Galicia, unos 400 profesionales, van a empezar una huelga indefinida. Una decisión que han adoptado en asamblea, a las puertas del verano, para reclamar la conversión a personal laboral fijo de la plantilla, tal y como decretó el Tribunal Supremo hace más de un año, sin que ninguna administración haya movido ficha.

De hecho, tal y como explicaba Ángel Moldes, de la CIGa, estaban supeditando esta decisión legal a la negociación de nuevos convenios que iban a suponer un empeoramiento de sus condiciones. Por eso, reclaman que se cumpla esta ley y también abrir un proceso negociador conjunto para conseguir un convenio autonómico. Ellos quieren que estos dos procesos se desvinculen.

Así, mientras el director Xeral de Emerxencias no atienda sus demandas, iniciarán esta huelga de carácter indefinido, que será "a la japonesa". Esto, en la práctica, supone que los empleados trabajarán en su turno, pero no permitirán que vayan moviéndolos en función de las necesidades. En este sentido, denunció que ni siquiera se cumplen los servicios mínimos.

Si no hay avances en las negociaciones, Moldes asegura que "será un verano complicado", porque los bomberos comarcales no echarán una mano en los incendios forestales, como venían haciendo hasta la fecha, con los ejemplos más recientes del pasado verano, en esa oleada en la que el fuego calcinó más de 40.000 hectáreas, sobre todo en la comarca de Valdeorras y en O Courel.

Ellos están obligados a intervenir en los casos en los que las llamas se acercan a los domicilios, pero en los demás casos, en incendios meramente forestales, prestan labores de apoyo. Este verano su intención es que aquellos empleados que no estén en turno de trabajo, no se movilicen.

En las próximas semanas, tal y como avanzó, irán incrementando las medidas de presión, y habrá al menos una manifestación antes de las elecciones generales.