Los sindicatos denuncian que la Xunta tiene inactiva a la mitad de la plantilla contra incendios

Santiago de Compostela

La primera ola de incendios del año en Galicia ha vuelto a destapar males endémicos en la lucha contra el fuego en la comunidad. Uno de ellos, la organización de los recursos humanos. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que la Xunta tiene a la mitad de la plantilla con los contratos suspendidos, y que se puso en riesgo a los que sí que tuvieron que trabajar en el incendio de Baleira, en el que se declaró la situación 2 de alerta por la proximidad de las llamas a las cosas.

Por eso, desde el CSIF reclaman al Ejecutivo autonómico que estabilice a estos mil profesionales que se encuentran sin trabajo con contratos fijos discontinuos suspendidos. Tal y como explicaba en declaraciones a la SER Juan Carlos Rivas, portavoz del sindicato en lo referente a incendios forestales, no tiene sentido que la Xunta siga sin asumir que el cambio climático provoca una nueva realidad en el monte gallego, y que hace falta tener a la plantilla contratada y operativa todo el año, ante el riesgo de que se produzcan incendios importantes fuera de la temporada del alto riesgo.

Así, señala que de los 2.400 profesionales de la plantilla, unos 1.000 tienen sus contratos suspendidos, además de tener sin cubrir entre 200 y 300 plazas. Esta falta de personal hace que el cuerpo no esté preparado para afrontar imprevistos como esta primera ola, con incendios en varios puntos de las provincias de Lugo y de Ourense. Rivas apunta también que se está poniendo en más riesgo a los compañeros que tienen que acudir a sofocar las llamas, también en casos especialmente delicados como el de Baleira, en el que las lágrimas acecharon a varios núcleos de población.

Los hechos, tanto en Galicia como en Castellón, según el sindicato, demuestran que los incendios se están desestacionalizando, y que por tanto hace falta estabilizar a la plantilla durante todo el año y no solo en los meses más cálidos. En este sentido lamenta que las autoridades solo reaccionen en casos de emergencia, y que no escuchen las recomendaciones de este sindicato.

Cree que la Xunta tiene que adaptarse a los nuevos tiempos, en el que el cambio climático está provocando que los incendios se puedan dar en cualquier época del año. Además, los del verano pasado fueron especialmente virulentos. Cada vez son más frecuentes los grandes incendios contra los que es muy complicado combatir, y que deben apagarse desde la prevención, según los expertos. Lugares como la comarca de Valdeorras (10.500 hectáreas) y Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón vivieron una pesadilla en un verano en el que ardieron 44.000 hectáreas en la comunidad.

La Xunta no prevé adelantarlo

Es un asunto por el que se le preguntó al presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en rueda de prensa posterior a la reunión de su gobierno. Y declaró que, aunque están "muy alerta", no entra en sus previsiones adelantar un operativo que estará listo para la temporada alta.

Admite que "es una posibilidad que está ahí" que se den incendios de calado en cualquier época del año, y por eso aboga por la prudencia.