Ocio y cultura

"Me llamaré Silver Stardust", el duro y tierno debut literario de Nuria Martínez Deaño

La autora madrileña cumple tres años viviendo en Cedeira y lanza su primera novela

A unos días de cumplir tres años viviendo en Cedeira, Nuria Martínez Deaño (Madrid, 1971) ya ha recibido elogios por "Me llamaré Silver Stardust" (Alrevés Editorial), su primera novela, con el mundo de la droga como trasfondo, que Rosa Montero ha considerado "tensa, afilada y estremecedora". Kiko Delgado / EFE. / kiko delgado EFE

Cedeira

A unos días de cumplir tres años viviendo en Cedeira, Nuria Martínez Deaño (Madrid, 1971) ya ha recibido elogios por "Me llamaré Silver Stardust" (Alrevés Editorial), su primera novela, con el mundo de la droga como trasfondo, que Rosa Montero ha considerado "tensa, afilada y estremecedora".

Señala la autora que fue "todo un honor" ese aplauso de la autora de "La ridícula idea de no volver a verte", a la que le "ha gustado mucho" el libro, y reconoce que sí "es una novela afilada en el estilo; escrita sin artificios, con un lenguaje descarnado, la literatura que me gusta".

Reside Nuria Martínez desde el inicio del confinamiento en la villa costera de la comarca de Ferrol, a la que llegó "a través de una amiga" y en donde compró una casa "en diez minutos; no lo dudé, encima de la ría y al lado del río y la playa, es una maravilla".

A unos días de cumplir tres años viviendo en Cedeira, Nuria Martínez Deaño (Madrid, 1971) ya ha recibido elogios por "Me llamaré Silver Stardust" (Alrevés Editorial), su primera novela, con el mundo de la droga como trasfondo, que Rosa Montero ha considerado "tensa, afilada y estremecedora". Kiko Delgado / EFE. / kiko delgado

Deaño, "hija y nieta de gallegos", aplaude la acogida en el pueblo, de 6.600 habitantes, donde ha completado como "escritora novata" su obra de debut tras haber "traducido muchos libros" en calidad de editora.

De hecho, expresa que ha podido "transmitir la tensión que existe en la novela, contada en dos tiempos", diciembre de 1999 y mediados de los años, cuando había en España "una gran brecha generacional entre padres e hijos".

El protagonista es el hijo "pequeño de una familia numerosa" y experimenta "toda esa tensión de sus hermanos mayores con el padre", un relato que cerró en Cedeira gracias a la "tranquilidad" de la zona y a un "contacto con la naturaleza que me despejó la mente".

A unos días de cumplir tres años viviendo en Cedeira, Nuria Martínez Deaño (Madrid, 1971) ya ha recibido elogios por "Me llamaré Silver Stardust" (Alrevés Editorial), su primera novela, con el mundo de la droga como trasfondo, que Rosa Montero ha considerado "tensa, afilada y estremecedora". Kiko Delgado / EFE. / kiko delgado

No echó "de menos Madrid", tiene un "grupo de amigas maravillosas y estoy en mi casa desde el primer día", para ultimar "Me llamaré Silver Stardust", que tiene en un poblado chabolista a las afueras de la capital española uno de sus principales escenarios.

Nuria Martínez Deaño remarca que a "finales de los años 70 y en los 80 hubo una epidemia de heroína, había mucha desinformación y se consumían sustancias que no se sabía qué consecuencias iban a tener; se cebó con toda una generación".

Recuerda cómo ella mismo tuvo que ir a Las Barranquillas, en Villa de Vallecas, considerado en su día como el mayor hipermercado de la droga de Europa, tras haber sufrido el robo de su coche: "Me impactó mucho todo lo que vi, de pequeña había conocido a gente que se enganchó y murió; es algo que me afectó".

A unos días de cumplir tres años viviendo en Cedeira, Nuria Martínez Deaño (Madrid, 1971) ya ha recibido elogios por "Me llamaré Silver Stardust" (Alrevés Editorial), su primera novela, con el mundo de la droga como trasfondo, que Rosa Montero ha considerado "tensa, afilada y estremecedora". Kiko Delgado / EFE. / kiko delgado

El gran personaje del libro mantiene "una complicidad enorme" con su padre, "dicen que son socios", y comparten su condición de "madridistas acérrimos, el fútbol es para ellos un nexo de unión muy importante".

Es más, el joven "tiene un talento extraordinario para el fútbol y se va a convertir en un héroe para todos", pero ya "en los 90 cae en la droga" y sus páginas no solo huelen a ese descenso a los infiernos, sino que también se impregnan de la "vida festiva en la España de los 70" o la "relación del padre con la madre, de maltrato puro".

Martínez Deaño apostilla que la novela "se construye sobre silencios": el de ese maltrato, el de la vida pasada del padre, el que reina en las comidas familiares o el del propio Silver, pero sin "caer en el costumbrismo porque no es lo mío; es una novela que puedo defender, es tierna y dura".

 
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