Sociedad

La primera ayuda tras los incendios llega a la Serra do Courel

Una cuestación popular consiguió fondos para comprar y plantar árboles

O COUREL (LUGO), 20/07/2022.- Un brigadista participa en las tareas de enfriamiento con espuma durante las labores de extinción del incendio de la localidad de O Courel (Lugo). EFE/ Eliseo Trigo / ELISEO TRIGO EFE

Lugo

Ha tenido que pasar medio año desde que los incendios arrasasen la Serra do Courel para que las primeras ayudas se materialicen sobre el terreno. Y ha sido una iniciativa particular la que ha dado el primer paso. Celestino González es natural de Quiroga, aunque reside desde hace años en Oroso (A Coruña) donde preside el club ciclista local. El club solía realizar una quedada anual recorriendo las cumbres de O Courel, y cuando el pasado verano Ceslestino se vio de nuevo sobre el terreno, se le cayó al alma a los pies al comprobar las consecuencias devastadoras de un incendio que había arrasado 11.000 hectáreas y se había convertido en el más grande de la historia de Galicia.

Tras la tremenda impresión visual provocada por las hectáreas calcinadas, creyó que había que hacer algo, e inició una campaña de crowdfunding con el objetivo de devolver el color verde a la sierra mediante la compra y plantación de árboles. Así fue como, en apenas unas semanas, consiguió el apoyo de numerosos voluntarios, tanto de su lugar de residencia como de la propia comarca de Quiroga, logrando el dinero necesario para hacerse con 350 árboles (castaños, robles, avellanos, cerezos...) “Cuando lo propuse eran un poco escépticos, pero enseguida cuando se empezó a ver el resultado, la gente se fue animando e implicando”

Los árboles han sido trasladados ya a O Courel y ha comenzado la plantación en fincas en el camino de Froxán a Vilar. Hay árboles que serán plantados también en el campo de la fiesta de Vilar y en el entorno de Vilamor, y las labores podrían estar concluidas en las próximas semanas.

Celestino sigue frotándose los ojos cuando mira el paisaje desolado: “Las úlitmas lluvias han escarbado más el terreno y es impresionante ver lo que pasó alli”. Los vecinos, agradecidos, confían en que esta sea la primera de otras iniciativas particulares que puedan tal vez llevarse a cabo. Los voluntarios del Club ciclista de Oroso, por su parte, esperan que los árboles plantados puedan llegar a darles sombra y refugio en sus próximas rutas por la sierra.

 
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