El Athletic, en cuadro para afrontar los últimos tres partidos: Ander Herrera sufre su sexta lesión muscular del curso y Dani García, un esguince de rodilla

La segunda parte del Athletic-Celta comenzó con el empate de Strand Larsen y la rápida respuesta rojiblanca en forma de gol de Berenguer, el que a la postre daría la victoria y los tres puntos a los de Valverde. Las buenas noticias de la victoria se multiplican al mirar la clasificación, donde el Athletic vuelve a recuperar la séptima plaza, gracias también a la derrota del Girona en su estadio ante el Villarreal. No obstante, la alegría no puede ser completa. La nota negativa la puso, una vez más, Ander Herrera. El centrocampista, que había perdido su lugar en el once titular en favor de Iker Muniain, ingresó en el terreno de juego en el minuto 58 del encuentro en sustitución de Nico Williams. Sin embargo, pocos minutos después se fue al suelo y pidió el cambio. Lo hizo por medio de Muniain, que se acercó a la banda para comunicar a Ernesto Valverde la lesión de su compañero. En quince minutos, Herrera volvía a estar fuera de combate. Un nuevo problema muscular que previsiblemente significará el punto final a la temporada de su regreso a San Mamés. Pero el bilbaíno no fue el único que tuvo que retirarse antes de tiempo del partido frente al Celta. También Dani García, que había actuado como titular junto a Oihan Sancet e Iker Muniain en el centro del campo, se fue con problemas de San Mamés. El de Zumarraga sufrió un fuerte golpe en la rodilla en un choque con un futbolista del equipo gallego, acción por la que, además de recibir tarjeta amarilla, le retiró del partido. Según el parte médico difundido este domingo por el Athletic, Dani padece un «esguince en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha». Pese a que no se menciona el periodo de recuperación estimado, suena complicado que pueda reaparecer esta temporada. Una segunda etapa que comenzó ya con problemas físicos. Tras desembarcar en Bilbao en el tramo final del mercado de fichajes y con la temporada iniciada, tardó en estar disponible. Después las recaídas se sucedieron: en octubre, en noviembre, en febrero. Hasta seis veces, contando esta última en el encuentro ante el Celta, ha sufrido distintos problemas físicos. «Tiene un problema muscular», se ha limitado a decir después Ernesto Valverde. Hay que recordar que el pasado mes de marzo el centrocampista publicó a través de sus redes sociales una carta en la que explicó que atravesaba «el momento más difícil» de su carrera. El motivo eran las lesiones, según él mismo relataba: «Hace algo más de un año comencé a tener problemas musculares reiterativos de los cuales no consigo recuperarme». La honestidad del jugador, que llegaba a reconocer que se ha planteado «tirar la toalla», contrastó con la decisión anunciada en torno a un mes antes por el Athletic, que ejecutó la opción de compra que tenía para hacerse con los servicios de Herrera hasta junio de 2024. Aquel día, el futbolista negó que el anuncio fuera noticioso. «Cuando vine ya sabía que iba a estar dos años», afirmó tajante. Estoy pasando, sin duda, por el momento más difícil de mi carrera. Hace algo más de un año comencé a tener problemas musculares reiterativos de los cuales no consigo recuperarme. Para alguien como yo, que tiene pasión por su profesión y disfruta cada día de ella intensamente, es algo muy duro. Me siento con la misma energía e ilusión por el fútbol que durante toda mi trayectoria, pero las lesiones no me están permitiendo disfrutar y ser feliz. Siento que en el Athletic Club tengo todo lo que necesito para serlo y eso me hace sufrir todavía más. Estoy rodeado de profesionales que no dejan de mostrarme su ayuda y apoyo y de compañeros inigualables. En ocasiones, se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla pero no me lo perdonaría. Queremos educar a nuestras hijas en la constancia y en la superación de los obstáculos que se puedan encontrar en el camino y eso sería exactamente lo contrario. Voy a seguir buscando soluciones y trabajando para volver a hacer lo que más me gusta y devolver el cariño de la gente que me rodea.