Xabi Arriaga, un bilbaíno en la liga de Irlanda

Xabi Arriaga no dudo en hacer las maletas para perseguir su sueño. Tiene 26 años y 11 de ellos se los ha pasado de equipo en equipo. Tras formarse en equipos como Getxo o Askartza, agradó en la cantera de Estudiantes. «Les gusté en un par de entrenamientos que hice en verano con ellos y me llamaron para ir a los juniors del club. Estuve allí dos años y como lo vi imposible, me busqué la vida en otros clubes», confiesa el jugador bilbaíno. De Madrid se fue a Galicia, y tras pasar por Zamora en la liga LEB plata acabó en Irlanda. Y allí lleva ya cuatro años. Cuatro temporadas que le han llevado desde Dublin hasta Cork donde juega en el Neptune. «Sí es cierto que he dado ya unas cuantas vueltas. Aterricé en la liga irlandesa en Dublin, luego estuve dos años en un pueblecito, y esta temporada he podido disfrutar de los play offs por el título con el Neptune. No me ha ido mal. Soy tirador y he acabado con un 40% en triples. Están contentos con mi aportación. Ahora veremos si renovamos el contrato. Allí todos los contratos son por un año. Ha sido un buen año», afirma Arriaga. La liga irlandesa, sin ser un ejemplo de profesionalidad, cuida más correctamente a quienes llegan de fuera para participar en ella. «Un sueldo medio para un extranjero como yo puede estar en 1.500 euros, si ya llegas de Estados Unidos puedes cobrar unos 3000. Eso no se cobra en España en la Liga LEB Oro. Incluso en algunos casos de ACB tampoco y mucho menos en la LEB Plata que es a la liga que se puede comparar en cuanto a nivel. Pero los clubes se hacen cargo de todos los gastos, fundamentalmente el de la vivienda porque una habitación puede costar 2.000 o 3.000 euros. Hay muy pocos pisos, no se construye tanto porque cuidan mucho el entorno. Además, se hacen cargo de los costes de tu salud, de los viajes a España, te tratan bien», desvela el alero bilbaíno. Incluso los propios equipos ayudan a los jugadores que llegan a integrarse en la sociedad irlandesa. «Los clubes son los primeros interesados en que alguien que funcione se quede allí. Para ello te echan una mano buscándote algún trabajo por la mañana, o como un compañero que es ingeniero que tiene ya un contrato laboral de jornada completa, se ha comprado casa y sigue jugando en Cork», explica Xabi. Aun no tiene claro por donde va a pasar su futuro. No tiene nada cerrado para la próxima temporada. «Está en manos de mi agente. No me importaría seguir en Cork, pero tampoco salir a otro país. Me encantaría ir a probar a Italia. Hay equipos en ligas de categorías inferiores en los que podría intentar jugar. Quiero seguir intentando vivir del baloncesto hasta cuando pueda. No pienso en dejarlo con 26 años. Estoy bien en Irlanda, pero tampoco me importaría salir de allí», finaliza Xabi Agirre.